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El PP medita apartar al presidente de Cantabria por su presunto cohecho en un balneario

Ignacio Diego está siendo investigado por el Supremo. Los conservadores tratan de llevar a mínimos el debate electoral sobre corrupción. Las encuestas internas auguran la pérdida de la mayoría absoluta del PP en Cantabria.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (d), junto al de Cantabria, Ignacio Diego. EFE

MADRID.- El Partido Popular está inmerso en el debate sobre candidaturas para las autonómicas y municipales del 24 de mayo. Y mientras el presidente Mariano Rajoy no se pronuncia sobre "algunas ideas" que ha dicho tener "desde hace tiempo" -durante una entrevista en la Cadena Ser-, el nerviosismo crece en las filas del partido del Gobierno por unas encuestas que les auguran un declive en picado en toda España.

En medio de este debate, según ha podido saber Público, el PP se está cuestionando la idoneidad del actual jefe del Ejecutivo cántabro como candidato para seguir en la Presidencia autonómica cuatro años más (está en ella desde 2011) El motivo es el caso Aquagest que tiene a Ignacio Diego bajo investigación del Tribunal Supremo por incurrir en un presunto delito de cohecho. Aunque la última palabra la tiene Rajoy, como en todos los casos, desde el Partido Popular se argumenta que es muy complicado "mantener un mínimo de coherencia en el discurso de regeneración democrática" designando candidatos bajos la lupa de la Justicia e indicios "tan feos".​

Efectivamente, las fuentes conservadoras explican que el asunto por el se investiga a Diego tiene todos los ingredientes que el PP intenta evitar en el debate electoral. En primer lugar, el caso Aquagest parte de la macro-operación de corrupción Pokémon, que mantiene en vilo a los líderes autonómicos de PP y PSOE en Galicia, Alberto Núñez Feijóo y Ramón Gómez Besteiro, por la cantidad de cargos municipales implicados e imputados de sus partidos por la jueza instructora de Lugo, Pilar de Lara.

La investigación policial ha ido desmontando las mentiras de Diego sobre su estancia en un balneario en 2010 una por una

En segundo lugar, el comportamiento del presidente de Cantabria, aunque finalmente no fuera imputado, es completamente reprobable de cara a una ciudadanía harta de los desmanes de los políticos y de su estrecha connivencia con empresas que no tienen escrúpulos a la hora de compensarles a cambio de contratos públicos o, incluso, financiar sus campañas con nocturnidad.

Lujo pagado y mentiras localizadas


Ignacio Diego y Francisco Javier Rodríguez Argüeso, consejero de Obras Públicas y Vivienda de Cantabria, de hecho, están siendo investigados por que la empresa Aquagest les pagó un lujoso fin de semana en el balneario de Las Caldas (Asturias) cuando ambos eran diputados del PP en la oposición en agosto de 2010 y, además, Diego era presidente del PP cántabro. Los generosos directivos de Aquagest están, asimismo, bajo investigación judicial por un presunto delito de tráfico de influencias, delito continuado de fraude y exacciones ilegales.

Cuando se publicaron los hechos, Diego negó que le hubiesen pagado el fin de semana en el balneario asturiano, pero la investigación policial lo desmintió. No sería la única vez. El 9 de diciembre pasado (Día Internacional contra la Corrupción), el presidente cántabro compareció ante el Parlamento autonómico mostrando un papel del balneario en el que se garantizaba que él mismo había hecho la reserva del fin de semana con su tarjeta de crédito, aunque luego un amigo empresario de Aquagest pagó la factura antes de que él pudiera evitarlo. El informe policial, una vez más, desmintió al presidente al certificar que fue la propia Aquagest la que reservó la estancia para Diego y Argüeso.

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