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El PP tacha de "mala" para España la reforma laboral: "Acordar por acordar no aporta nada"

El partido de Casado exige tramitarla como proyecto de ley en el Congreso para que los grupos puedan presentar enmiendas. El PSOE se complace por un "compromiso alcanzado" y Ciudadanos alega que "podría haber sido peor".

El presidente del PP, Pablo Casado, interviene en el pleno del Congreso de los Diputados, a 22 de diciembre de 2021, en Madrid.
El presidente del PP, Pablo Casado, interviene en el pleno del Congreso de los Diputados, a 22 de diciembre de 2021, en Madrid. Marta Fernández / Europa Press

El Partido Popular considera que la reforma laboral que pretende aprobar el Gobierno de Pedro Sánchez es "mala" para España porque el mercado laboral necesita "más flexibilidad, no menos". Tras asegurar que exigirá que se tramite en el Congreso como proyecto de ley, ha subrayado que "acordar por acordar no aporta nada".

Así se ha pronunciado el PP después de que el Gobierno haya conseguido cumplir su objetivo, prometido a Bruselas, de tener lista la reforma laboral antes de finalizar el año. Tras meses de intensas negociaciones, con reuniones maratonianas en los últimos días, el Ejecutivo y los agentes sociales han logrado por fin un acuerdo que el Ministerio de Trabajo ha calificado de "histórico".

La vicesecretaria de Política Sectorial del PP, Elvira Rodríguez, ha asegurado que la reforma que se ha acordado "es mala para España". "Nuestro mercado laboral necesita más flexibilidad no menos", ha enfatizado.

Según la exministra, "acordar por acordar no aporta nada". A falta de texto definitivo, la patronal ha dado el visto bueno a las líneas generales de la reforma laboral que el Gobierno llevará al Consejo de Ministros del 28 de diciembre para su aprobación.

En su mensaje en su cuenta oficial de Twitter, Elvira Rodríguez ha asegurado que esa reforma laboral "debería debatirse por todos en el Parlamento, no aprobarse por Real Decreto Ley".

El PP votará en contra de esta "contrarreforma"

Fuentes 'populares' ya avanzan que el Grupo Popular votará en contra porque no acepta "contrarreforma" a la reforma laboral que aprobó en su día el Ejecutivo de Mariano Rajoy y que, a su juicio, "ha creado tres millones de empleos y salvado un millón de ERTes".

Además, el primer partido de la oposición quiere que se tramite como proyecto de ley, para poder presentar enmiendas en el trámite parlamentario, y así lo exigirá en el Congreso, según han indicado fuentes del partido.

El PSOE: "Objetivo alcanzado"

El portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Héctor Gómez, ha asegurado que el acuerdo alcanzado supone el cumplimiento de un compromiso del Gobierno para establecer un nuevo marco laboral: "Compromiso y objetivo alcanzado", ha dicho.

Un "paso de gigante", ha subrayado el diputado del PSOE, que ha señalado que contempla "los aspectos más importantes" de la regulación que ha "debatido con los grupos", por lo que ha considerado que es "una oportunidad única para poner fin" a la reforma laboral de 2012 aprobada por el PP. "Es una oportunidad que se abre y confiamos contar con el apoyo mayoritario", ha dicho.

Ciudadanos: "Podría haber sido peor"

Por su parte, el eurodiputado y responsable económico de Ciudadanos, Luis Garicano, ha valorado positivamente el contenido del acuerdo. En un comentario a través de su cuenta de Twitter, Garicano concede que "podría haber sido peor", y celebra cómo en materia de contratos y temporalidad "se han caído las burradas intervencionistas" de "límites cuantitativos complejísimos" de contratos temporales, y "no hay marcha atrás", sino "mejora" en materia de despidos.

Asimismo, en subcontratación señala que, aunque el convenio sectorial es el que rige las condiciones laborales ha señalado que se contempla una excepción para aplicar las condiciones de la empresa contratista o subcontratista cuando esta cuente con un convenio propio.

Garicano no comparte ni la recuperación de la negociación colectiva ni la prevalencia del convenio sectorial en materia salarial, ni tampoco la adaptación estructural de los ERTE, pues lo ve como un mecanismo "muy burocrático", pues para el cual se requieren hasta dos autorizaciones administrativas.

Finalmente, lamenta que todos los cambios realizados "añaden burocracia e intervención", algo que entiende en la voluntad de los sindicatos en ganar peso en el mercado de trabajo: "Los que negocian ganan rentas de negociar e intervenir. Más costes de transacción siempre es mejor para ellos. Es lo peor de nuestro sistema, y eso no mejora", concluye.

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