El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, hizo un intenso llamamiento al "compromiso y la movilización" de los socialistas de cara al 10-N para acabar con la parálisis y el bloqueo político, en un claro llamamiento a concentrar el voto en las siglas socialistas, "frente a otras fuerzas que no pueden gobernar", dijo.

Sánchez, ante el Comité Federal, apenas se refirió al fracaso de su investidura y lo que ha ocurrido en estos últimos meses, "no merece perder más el tiempo por una victoria que el resto de actores no reconoce", y pidió a los suyos que "no caigan en reproches", sino en dar una respuesta a los desafíos de este país.

El líder socialista apeló todo el tiempo al orgullo de los socialistas y dijo que, entre las mucha ofertas políticas que se presentan a las elecciones, "sólo hay una que garantiza un gobierno progresista, cohesionado, estable y coherente, que es la que representan el Partido Socialista", dijo.

Y es que en todo momento Sánchez presentó al PSOE como "la izquierda de Gobierno" y, sin mencionar de forma directa ni a Unida Podemos ni a Más País, indicó que la única posibilidad de que haya un Ejecutivo progresista en España pasa por el Partido Socialista.

En contraposición, volvió a poner de manifiesto que pueden sumar una mayoría PP, Ciudadanos y Vox, por lo que advirtió: "Un Gobierno que esté sostenido por la extrema derecha es retroceso".

En este sentido, criticó con dureza a PP y Ciudadanos y puso en duda de que tuvieran un proyecto para España con su escasa representación en territorios como el País Vasco o Catalunya. "No se puede tener un proyecto nacional siendo fuerzas residuales en estos territorios", dijo.

Por el contrario, Sánchez sacó pecho de su partido, y aseguró que no hay una sola comarca en España donde no haya una Agrupación Socialista,. Y, a continuación parafraseó a José Luis Rodríguez Zapatero: "El PSOE es el partido que más se parece a la sociedad española".

El presidente del Gobierno en funciones también apeló a una Gobierno estable y fuerte, con la idea de que tenga "un proyecto de legislatura y no de investidura" para afrontar los grandes desafíos de este país, entre los que mencionó la precariedad laboral, la amenaza del Brexit, el cambio climático y, en especial, el problema territorial.

Ley y diálogo

Sobre este último aspecto, Sánchez no ocultó que hay un problema de convivencia y, aunque avisó de que habrá momentos de tensión, aseguró que España lo va a superar, "porque cada vez son más los que advierten que la vía unilateral y la ruptura de la convivencia es un camino a ninguna parte que sólo provoca frustración"; dijo.

El líder socialista indicó que su posición para afrontar este desafío sigue siendo la misma: "Ley y diálgo, pero por ese orden", reprochando el nivel de confrontación que buscan otras fuerzas políticas para intentar sacar rédito electoral.

Eso sí, estuvo muy duro con los independentistas y aseguro que "han fracasado y naufragado"; conduciendo a la sociedad catalana a un callejón sin salida. No obstante, dijo que todavía están a tiempo de evitar errores mayores, por lo que les hizo un llamamiento claro. "Pido que condenen cualquier tipo de violencia que llegue de cualquier grupúsculo del movimiento independentista".

El presidente del Gobierno en funciones terminó reivindicando que España es una democracia plena, donde no hay presos políticos y hasta el elogió la "buena labor" que hace la Guardia Civil.

Tras la intervención de Pedro Sánchez en el Comité Federal del PSOE, varios dirigentes territoriales tomaron la palabra, ya a puerta cerrada. En la reunión se aprobará el inicio del proceso para la configuración de las candidaturas y del programa electoral de cara al 10-N.