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Ningún presidente socialista de Diputación se ha planteado dimitir tras votar la militancia por su cierre

En 17 de las 18 provincias gobernadas por un socialista los afiliados aprobaron mayoritariamente el acuerdo con Ciudadanos que prevé suprimir estas instituciones.
Sólo Huesca votó en contra. 

El presidente de la Diputación de Jaén (tercero por la izquierda) escucha a Susana Díaz en un desayuno informativo el pasado 22 de febrero de 2016. / JOSÉ MANUEL PEDROSA (EFE)

JORGE OTERO

MADRID.—La propuesta de PSOE y Ciudadanos de eliminar las diputaciones provinciales revolucionó la semana pasada las filas socialistas. Fueron numerosas las voces de dirigentes del PSOE que se alzaron contra esta medida incluida en el pacto con los de Albert Rivera. Quienes con más fuerza se dejaron oír fueron los más directamente afectados, los presidentes de las 18 Diputaciones provinciales gobernadas por el PSOE: todos se quejaron y hasta hubo alguno, como el presidente de la Diputación de Jaén, que anunció que votaría en contra de una medida impuesta, según confesó el propio Pedro Sánchez, por la insistencia de los de Albert Rivera. "A mi tampoco me gusta", llegó a decir el secretario general del PSOE.

Las quejas de los dirigentes provinciales cayeron en saco roto: los militantes socialistas aprobaron mayoritariamente el acuerdo con Ciudadanos en una consulta a las bases impulsada por la dirección federal. El apoyo fue generalizado en toda España, con un 78,97% de los militantes a favor de pactar con Rivera. Es más, en las provincias donde un socialista preside la Diputación provincial el apoyo al acuerdo también fue muy amplio, incluso en algunos casos mayor que a nivel estatal.

Los socialistas gobiernan las diputaciones de Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén, Huelva, Sevilla, Cáceres, Badajoz, Albacete, Ciudad Real, Toldo, Valencia, Soria, Huesca, Zaragoza, A Coruña, Lugo y Pontevedra. Sólo los militantes del PSOE en Huesca votaron en contra de un acuerdo que implica la supresión de las Diputaciones provinciales.

De hecho, salvo Huesca, el apoyo al pacto con Ciudadanos fue ampliamente mayoritario en todas esas provincias: superó el 80% de aprobación en siete provincias (Cádiz, A Coruña, Lugo, Pontevedra, Badajoz, Toledo y Valencia); el 70% en otras siete (Córdoba, Granada, Sevilla, Soria, Cáceres, Albacete, Ciudad Real) y el 64% en el resto (Jaén, Huelva y Valencia). 

Con estos resultados, se puede decir que los presidentes de Diputación, y en muchos casos también líderes del PSOE en sus provincias de origen, han quedado desautorizados por una militancia que ha hecho oídos sordos a sus reclamaciones. Pese a que su militancia les ignora, pese a que su partido pretende sacar adelante una medida con la que no están de acuerdo, ninguno de estos dirigentes socialistas ha dimitido y, parafraseando a Rita Barberá, ni se lo ha planteado. 

El caso más llamativo es el del presidente de la Diputación de Jaén y secretario general del PSOE en la provincia, Francisco Reyes. Éste fue el más crítico al asegurar que votaría en contra de un acuerdo con Ciudadanos si se incluía el término "supresión de las diputaciones provinciales", tal como la final sucedió.

Pero Reyes no ha sido el único: salvo el presidente de la Diputación de Badajoz, que dijo que votaría a favor, todos se mostraron tajantemente en contra de la supresión de las Diputaciones. Ninguno ha renunciado tras la consulta a las bases del PSOE.

Como tampoco lo ha hecho Susana Díaz. La federación andaluza es la más numerosa y su presidenta autonómica y líder regional defendió antes de la consulta a la militancia el papel de las diputaciones para "vertebrar y cohesionar el territorio". Díaz admitió, sí, que había "cosas que hay que cambiar" porque, según ella, "es lógico que haya que modernizar las instituciones", pero esas palabras no impidieron que en Andalucía el acuerdo con Ciudadanos cosechara un 75,99% de apoyo. 

Los ejemplos a lo largo y ancho de la geografía española y de las 18 provincias gobernadas por el PSOE son incontables: desde Valencia a Granada, pasando por Cáceres, todos los presidentes socialistas de Diputación han coincidido en que estas instituciones son "imprescindibles" y hasta más de uno ha dicho que "no pueden desaparecer". Casi nadie,entre los militantes socialistas, les ha hecho caso y el acuerdo sigue adelante. Ellos también, pese a todo.

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