Casi dos meses. Ese es el tiempo establecido para que el Congreso dé su visto bueno a los Presupuestos Generales del Estado de 2023, y también el plazo que el Gobierno de coalición tendrá para recabar los apoyos suficientes para tramitar las Cuentas.

La Cámara Baja ha avanzado el calendario de tramitación de los PGE, previo visto bueno de la Junta de Portavoces, después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, haya llevado este jueves el proyecto de ley a las Cortes. El itinerario comienza el sábado, 8 de octubre, cuando la norma se publique.

A partir de ese momento, se abre un periodo para que se soliciten las comparecencias de los miembros del Ejecutivo (ministros y secretarios de Estado) que explicarán las partidas correspondientes a sus Departamentos, un plazo que expira el 10 de octubre (el próximo lunes). Las comparecencias se celebrarán en la semana comprendida entre el 17 y el 21 de octubre.

Hasta el 21 de octubre los grupos parlamentarios del Congreso podrán presentar sus enmiendas a la totalidad del Presupuesto, y hasta el 28 de octubre se podrán presentar las enmiendas al articulado de la ley (que se debatirán en comisión).

La gran primera prueba de fuego del proyecto de ley tendrá lugar entre el 26 y el 27 de octubre, cuando se celebrará el debate de totalidad de los PGE. Es en este momento cuando se decidirá si el Congreso admite a trámite las Cuentas, por lo que el Gobierno de coalición deberá articular una mayoría suficiente para que tengan recorrido parlamentario. En este caso, el Ejecutivo necesita que las enmiendas a la totalidad que presenten los grupos, que exigen la devolución de las cuentas al Gobierno, se rechacen por mayoría simple.

Una vez superado este trámite, el proyecto pasa a las comisiones, donde se discuten las diferentes partidas que lo componen para recogerlas en un informe de ponencia definitivo. El debate sobre el informe de la ponencia se celebrará hasta el 11 de noviembre, y el dictamen de la comisión finalizará el 19 de noviembre.

El debate definitivo en el Pleno Congreso (donde se lleva el informe de la ponencia aprobado en comisión) tendrá lugar entre el 21 y el 24 de noviembre. Si decae una partida, decae todo el Presupuesto. Si las Cuentas superan este trámite, se llevarán al Senado para completar su camino, aunque el calendario de la Cámara Alta todavía no se conoce.

Al igual que en el Congreso, la titular de Hacienda vuelve a exponer el proyecto y el resto de partidos marcan su posición y pueden proponer vetos o enmendar la partida para que haya modificaciones. En estos casos, deben ser devueltos al Congreso, donde se puede levantar el veto por mayoría absoluta en la primera votación o por mayoría simple dos meses después.

Cuando regresan a la Cámara Baja se pronuncian los grupos sobre las enmiendas del Senado y pueden aprobar unas y desechar otras. Este paso puede saltarse si la Cámara Alta hubiera dado luz verde a todas las partidas. La última parada es la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y la entrada en vigor (el 1 de enero, según las previsiones de Hacienda).