El primer Pleno de la XIV legislatura en el Congreso puede leerse como una declaración de intenciones del ciclo político que se abre tras la conformación del Gobierno de coalición. El orden del día de la sesión que se celebra este martes estará completamente marcado por las primeras medidas del Ejecutivo, de corte social.

Las iniciativas que se debatirán y, previsiblemente, saldrán adelante en la Cámara Baja son tres decretos aprobados en Consejo de Ministros. Dos de ellos constituyen las primeras reformas que ha sacado adelante el nuevo Ejecutivo: la subida de las pensiones al 0,9% y la subida del salario de los funcionarios un 2%.

Junto a estos dos decretos, se debatirá un tercero que tiene su origen en el Gobierno en funciones de Sánchez que precedió a su investidura y que contiene medidas en materia tributaria, catastral y de Seguridad Social. En concreto, esta norma recoge la paralización de la subida de las pensiones al 0,25% fijada por ley, una reforma que precede y posibilita la posterior subida al 0,9%.

La iniciativa, como todos los decretos, tiene un periodo de expiración de 30 días, es decir, que si no es convalidada por el Congreso en este tiempo, sus contenidos decaen y dejan de estar en vigor. En este caso, la fecha límite es el 5 de febrero, por lo que el Pleno responde en gran medida a la necesidad generada por este decreto.

También se aprobará una reforma del Reglamento de la Cámara Baja para adaptar las comisiones parlamentarias a la estructura del nuevo Gobierno, que cuenta con 18 ministerios y cuatro vicepresidencias. Una vez se apruebe esta reforma (habitual en el inicio de cada legislatura, sobre todo si cambia el partido en el Ejecutivo), las comisiones comenzarán a constituirse a partir de este viernes.

El de este martes será el primer pleno que tiene lugar en periodo de sesiones, después de que el lunes se haya inaugurado la legislatura con la celebración de la solemne apertura de las Cortes. Además, no se celebraba una sesión plenaria con un Gobierno con plenas competencias desde hace casi 10 meses, cuando se llevaron a cabo las elecciones del 28 de abril de 2019.

El bloqueo político ha sido la tónica dominante en unas Cortes que han centrado su dinámica de los últimos meses en constituir y disolver sus órganos de trabajo, debido a las repeticiones electorales y a la inestabilidad. La recuperación de la estabilidad parlamentaria y el aumento en la producción del trabajo legislativo son, precisamente, dos de los grandes retos de esta legislatura.

Una sequía legislativa sin precedentes

"La formación del gobierno no es un fin que se agota en sí mismo, sino un instrumento fundamental para poder desarrollar, con coherencia y estabilidad, las políticas que deben dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Son, pues, las políticas públicas las que constituyen el auténtico elemento central de la legislatura y el sentido del trabajo de las Cámaras. A estas Cortes Generales y a la dirección política del nuevo gobierno corresponde hacerlas realidad", afirmó la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, durante su discurso de apertura de las Cortes.

Pero, incluso en los periodos con un Gobierno con plenas competencias (la XII Legislatura, entre 2016 y 2019), la producción legislativa fue mucho menor que en anteriores etapas, en parte por la lenta adaptación del Parlamento a la ruptura del tradicional bipartidismo que había imperado en España en los últimos 40 años y que se había caracterizado por la sucesión de mayorías reforzadas tras las elecciones.

El Ejecutivo de coalición se ha estrenado bajo el marco de un programa político de corte social y con tres anuncios importantes que han marcado las primeras semanas de su acción: la subida de las pensiones, la subida del sueldo a los funcionarios y el incremento del salario mínimo hasta los 950 euros.

Además, el PSOE registró hace unas semanas una batería de medidas que incluían, entre otras reformas, la despenalización de la eutanasia, una ampliación de la ley de Memoria Histórica, la derogación del plazo máximo de instrucción de sumarios y el fin del veto del Senado al techo de gasto (como antesala de la aprobación de unos Presupuestos Generales del Estado).

Con este primer Pleno, el Parlamento centrará su debate en la agenda social del Ejecutivo, y asuntos como Catalunya o la legitimidad del propio Gobierno (que habían monopolizado la agenda en los últimos meses), podrían pasar a un segundo plano.

Será, además, la primera vez que una sesión plenaria del Congreso coincida en el mismo día con la reunión del Consejo de Ministros. Los miembros del Ejecutivo se reunirán por la mañana y los parlamentarios lo harán por la tarde, a partir de las 15.00 horas.