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El PSOE incluye íntegramente el decreto andaluz como enmienda a la ILP por la dación en apgo

El Grupo Socialista en el Congreso ha presentado la medida andaluza que permite la expropiación del uso de viviendas propiedad de desahuciados en situación de vulnerabilidad a bancos e inmobiliarias por tres años

EUROPA PRESS

El PSOE se sube al carro del Gobierno andaluz en materia de desahucios al incluir el decreto-ley sobre función social de la vivienda, que entra en vigo este viernes, como enmienda al texto de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP  por la dación en pago, el alquiler social y la paralización de los desahucios impulsado por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH)

El Grupo Socialista en el Congreso ha recogido el íntegramente el texto de este decreto que autoriza a la Junta de Andalucía a realizar expropiaciones forzosas del uso de vivienda de personas jurídicas durante tres años en caso de desahucio de familias en situación de vulnerabilidad, y lo ha presentado como enmienda del proyecto de ley Antidesahucios que actualmente está en tramitación parlamentaria.

La responsable socialista de Vivienda, Leire Iglesias, ha explicado en rueda de prensa que entre las propuestas de modificación del PSOE al proyecto de ley de Deudores hipotecarios, de reestructuración de la deuda y del alquiler social [resultado de la fusión del proyecto de ley del Gobierno y de la iniciativa legislativa popular de dación en pago de la PAH] se cuenta una que recoge literalmente la medida aprobada esta semana por Andalucía.

En concreto, la enmienda prevé que la cobertura de las necesidades de vivienda de los ciudadanos sea declarado 'interés social', previendo así la posibilidad de expropiación forzosa del uso de la vivienda por un plazo máximo de tres años, cuando la propiedad sea de una entidad financiera, filial inmobiliaria o entidad de gestión de activos. Transcurrido ese tiempo, la propiedad recuperará el uso de la vivienda.

Los beneficiarios de esta posibilidad deberán ser deudores de buena fe cuyas circunstancias económicas hayan variado sustancialmente en los últimos años: que la carga hipotecaria sobre los ingresos familiares se haya multiplicado por 1,5. Estas personan tendrán que destinar al menos un tercio de sus ingresos a pagar la vivienda, siempre que no superen en tres veces al IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), índice empleado en España como referencia para la concesión de ayudas sociales.

Además, debe tratarse de la vivienda habitual y la única en propiedad de la unidad familiar y ha de constatarse que el lanzamiento 'puede generar una situación de emergencia o exclusión social' mediante informe de los servicios sociales del municipio.

De hecho, aunque los expedientes se resolverán en orden de registro, se dará prioridad a los casos en que el lanzamiento sea inminente o aquellos de 'especial vulnerabilidad', como son las familias con menores de edad, mayores dependientes, discapacitados, víctimas de violencia de género o parados sin prestaciones, así como quienes tengan una vivienda con protección pública.

Los beneficiarios deberán, no obstante, contribuir al pago del justiprecio en cuantía no superior al 25% de sus ingresos ni a la cuantía del justiprecio. La medida se aplicará a las ejecuciones judiciales o extrajudiciales de ejecución hipotecaria que se hubieran iniciado antes de la entrada en vigor de la ley siempre que no haya habido aún desahucio, o en aquellos en que la vivienda siga estando vacía.

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