El PSOE persigue una firma coordinada de Junts y ERC para la investidura
Las conversaciones entre el Partido Socialista y los dos actores independentistas se desarrollan por separado.
Ferran Espada,Samuel Martínez
Las conversaciones entre el Partido Socialista y los dos actores independentistas se desarrollan por separado.
Es muy poca la información que trasciende de las negociaciones entre el Partido Socialista y sus posibles socios de cara a la investidura. “Lo primero es el Comité Federal del sábado”, confirmaba el viernes una fuente cercana a la dirección del partido que asistió al encuentro. “Hasta entonces”, deslizaba, “no se anunciarán nuevos acuerdos”. Lo que sí que ha podido confirmar Público a través de varias fuentes es que los socialistas tienen la intención de “coordinar” su firma del acuerdo con Esquerra, por un lado, y con Junts per Catalunya, por otro.
Las conversaciones entre el PSOE y cada uno de los dos actores, eso sí, continúan por separado. “El rechazo de Junts a la propuesta de Esquerra de negociación conjunta con el PSOE ha obligado a mantener en paralelo las dos negociaciones”, apuntan fuentes de la negociación. Las mismas fuentes consideran que ese diálogo “paralelo” puede haber comportado “una cierta competición” entre los dos actores independentistas.
Una competición que no solo se estaría expresando en términos programáticos —es decir, en materia de acuerdos—, sino también en lo referente a “los tiempos para ver quién es el último que completa el puzle”. Puzle es una palabra que se escucha mucho en los mentideros de la negociación. Con una cierta coordinación, que no implicaría, necesariamente, simultaneidad, el PSOE podría evitar tensiones entre Junts y ERC que desembocaran en sorpresas de última hora.
Fuentes internas de la negociación y también fuentes parlamentarias conocedoras del proceso apuntalan esa intención de los socialistas.
Públicamente, Pere Aragonès (ERC), presidente de la Generalitat de Catalunya, ha avisado de que el acuerdo con los socialistas tiene que avanzar mucho más para que contente a su partido. La financiación autonómica, el traspaso de Rodalies y la investigación sobre el Caso Pegasus son los tres flancos desde los que batalla ERC. Por ahí presionan los republicanos.
En el entorno de Junts per Catalunya, siempre extraordinariamente hermético, las cosas son algo más complejas. El Consell per la República, la camarilla de fieles que preside Carles Puigdemont y que representa su principal apoyo en las calles, votó, con un 74,9% “bloquear la investidura del presidente del Estado español”. Durante el pasado viernes 27 de octubre, Puigdemont habló en la red social X: “Tenemos que procurar que todo lo que hagamos no comporte renuncias ni ‘deconstruya’ lo que empezamos a hace seis años, por mucho que a unos les parezca poco y a otros mucho”.
Muchas veces críptico en sus redes sociales, Puigdemont parece tranquilizar a sus bases. De todas formas, el PSOE parece confiado en que las cosas van bien. Lo dijo Sánchez desde Bruselas, donde asistió el pasado jueves y viernes al Consejo Europeo: “Tenemos la investidura más cerca”. A todas luces, parece que la amnistía sigue siendo la piedra filosofal, el resorte que permitirá la investidura.
ERC pone el acento en el “qué” y no en el “cuándo”
Esquerra Republicana, en conversación con Público, confirma que esa firma coordinada —sin concretar la forma— del acuerdo de investidura “podría ser viable”, pero matizan que “es una cuestión que no se ha tratado en los órganos de dirección del partido”. Las fuentes consultadas insisten mucho más en el “qué”, que en el “cuándo”; en los acuerdos que se alcancen, que en cuándo se alcancen y qué timing se siga.
“No tiene sentido discutir cómo debe ser la firma sin tener cerrado o, por lo menos, encarrilado el acuerdo”, recalcan. Lo hacen en sintonía con la posición que ya marcaban en sus comparecencias en el Congreso de los Diputados durante los meses de verano el portavoz republicano, Gabriel Rufián, o la diputada Teresa Jordà. “No hay que dar nuestros votos por hechos”, avisaban.
Distintas fuentes de varios partidos implicados en las negociaciones señalan que todo se acelerará a partir del lunes. Como ya contó Público, la semana del día 6 de noviembre gana enteros para que Pedro Sánchez coloque su investidura.
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