El PSOE reformula la igualdad como palanca de progreso

La reformulación del principio clásico de igualdad, con una dimensión más amplia y moderna, es el eje transversal del diseño de la estrategia socialista para afrontar los retos de "la nueva sociedad" del siglo XXI que plantea la ponencia-marco para el XXXVII Congreso que el PSOE celebrará en julio.

Esos desafíos, según el borrador del texto coordinado por el ex ministro Jesús Caldera, se centran en afianzar un nuevo modelo de producción económica que sea "sostenible", atajar los múltiples efectos del cambio climático y profundizar en la "co-gobernación" con los ciudadanos aplicando las pautas del "republicanismo cívico".

El borrador de la ponencia-marco, que el lunes se someterá a la Ejecutiva socialista, se articula en tres grandes bloques que responden a esas prioridades: nuevo modelo de producción, cambio climático y la nueva sociedad.

Pero la igualdad, como gran palanca de cambio, es la idea de fondo que recorre el más de medio de centenar de páginas del documento. La igualdad plena y real entre hombres y mujeres se formula así no sólo como una cuestión de justicia, sino también como un instrumento clave de progreso.

La apuesta por el conocimiento como la piedra angular de un nuevo modelo de crecimiento debe contribuir -según se desprende del texto- a desterrar la desigualdad de sexos, al perder toda vigencia la primacía de la fuerza física y acentuar la conciencia del despilfarro que supone prescindir de quienes representan, al menos, la mitad del talento de un país.

Pero también, a través de la búsqueda de la excelencia en la educación, se apuesta por eliminar la brecha de desigualdad entre trabajadores cualificados y no cualificados.

El texto reafirma la defensa de que es posible conjugar un nuevo modelo de crecimiento económico con la mejora de la productividad y el fortalecimiento de la protección social. La premisa es que las políticas sociales se articulen como nichos de actividad económica y de generación de empleo, un planteamiento muy querido por Caldera, que lo impulsó desde el Ministerio de Trabajo y Asunto Sociales.

Afrontar el cambio climático es el segundo gran bloque del documento, con una apuesta decidida por las energías renovables, principalmente el hidrógeno y con rechazo de los biocombustibles, que han desatado parte de la crisis alimentaria mundial.

El texto parte de la toma de conciencia de que el fenómeno ha dejado de ser una amenaza para convertirse en una realidad que está produciendo efectos perniciosos en múltiples direcciones. Así, el tifón que ha arrasado Birmania causando, junto a la pérdida de miles de vidas, la de las cosechas, prueba el vínculo entre cambio climático y crisis alimentaria.

Junto a la potenciación de las energías renovables se subraya la necesidad de un cambio en las pautas de comportamiento de los ciudadanos, de los que se espera que presionen a los poderes públicos en esa línea.

Gobierno y ciudadanos

Esta idea conecta con el tercer bloque, el referido a "una nueva sociedad" que, como tal, exige también una configuración distinta de las instituciones públicas, profundizando en la transparencia de la Administración pública y en la gobernanza en interlocución permanente con la sociedad civil.

Los principales autores del texto son José Andrés Torres Mora, Enrique Guerrero y Carlos Mulas-Granados, como lo fueron del programa electoral, que también coordinó Caldera.