PSOE y Junts reanudan las negociaciones en Suiza para reconducir la relación y la legislatura
El principal objetivo del encuentro, que protagonizan Santos Cerdán y Carles Puigdemont, será lograr la mayoría para aprobar el techo de gasto y los Presupuestos de 2025.
Madrid-Actualizado a
Una delegación del PSOE, liderada por su secretario de organización, Santos Cerdán, ha llegado este viernes a Suiza con el mismo objetivo que hace aproximadamente un año: negociar con Carles Puigdemont el respaldo de los siete diputados de su grupo en el Congreso, tal y como ha adelantado elDiario.es y ha podido confirmar Público.
La principal misión de este encuentro es que Junts apruebe el techo de gasto y los Presupuestos, lo cual daría un importante colchón para continuar con la legislatura. La votación de este martes en la que Míriam Nogueras y los otros seis diputados tumbaron la tramitación de la ley para regular el precio de los alquileres de temporada fue clave para abrir de nuevo las negociaciones entre el Gobierno y los catalanistas.
No obstante, si bien fuentes de la dirección de Junts confirman la reunión en Suiza, rechazan que se haya convocado a raíz de las últimas votaciones de su grupo parlamentario en el Congreso. Estas mismas fuentes aseguran que se trata de un encuentro que corresponde a las reuniones ordinarias de carácter mensual para el seguimiento de los acuerdos de investidura de Pedro Sánchez, tal y como establecía el pacto firmado en Bruselas.
La reunión de este fin de semana, en la que participará el expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, el secretario general de Junts, Jordi Turull, junto a la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, es la correspondiente al mes de septiembre y la reanudación después del parón vacacional. En el último año se habrían producido una decena de reuniones entre representantes del PSOE y Junts en Suiza bajo la supervisión del mediador internacional, el salvadoreño Francisco Galindo Vélez.
Como es habitual, los catalanes recuerdan que estas reuniones son habituales, pero que no se publicitan a no ser que haya algún acuerdo que comunicar. Con todo, las fuentes admiten que la reunión llega en un momento de tensión con el Gobierno de Pedro Sánchez y que se hablará sobre el cumplimiento de compromisos pendientes, como el traspaso de las competencias en inmigración.
En caso de desencallar estos temas, mejoraría el clima para el entendimiento y abrir otras negociaciones –como podrían ser los Presupuestos–. Los de Junts se limitan a recordar las palabras de Carles Puigdemont sobre el rechazo al plan de estabilidad y la senda de déficit del Gobierno: "Si se presenta lo mismo que ya votamos que no, volveremos a votar que no. Si la cambian, hablemos".
Desde la reanudación del curso parlamentario, acontecimientos políticos como la investidura de Salvador Illa y decisiones judiciales, como la exclusión del expresident de la amnistía por parte del Tribunal Supremo, han llevado a los partidarios de Puigdemont a adoptar una postura de oposición al Gobierno. Incluso han sumado sus votos a los de PP y Vox para bloquear medidas clave del Ejecutivo. Ambas partes coinciden en que la reunión por la cual la delegación socialista ha viajado este viernes a Suiza podría ser crucial para determinar si esta situación es reversible.
Un tablero de mayorías ajustadas
Al inicio de la legislatura, el Gobierno tuvo que hacer frente a la aprobación de dos decretos leyes de vital importancia: el conocido como decreto ómnibus, necesario para solicitar los fondos europeos, y el que extendía el escudo social. Estos dependían del respaldo de Junts, que mantuvo la incertidumbre hasta último momento y solo dio su apoyo a cambio de que el Ejecutivo transfiriera competencias en migración a Catalunya, algo que aún sigue pendiente.
Recientemente, ocurrió algo parecido con el primer techo de gasto, que fue rechazado por Junts. También la aprobación de la ley de amnistía estuvo llena de tensiones, ya que en su primera votación en el Congreso, fue sorprendentemente bloqueada por los propios nacionalistas catalanes.
Además, los independentistas se unieron a PP y Vox para impedir la reforma de la ley de extranjería. Así, Junts se ha convertido en una pieza clave en el Congreso. En un panorama en el que las mayorías se alcanza de manera ajustada, quien logra su apoyo puede conseguir importantes victorias parlamentarias, ya sean los de Alberto Núñez Feijóo o los de Pedro Sánchez.
En las horas previas al encuentro entre Santos Cerdán y Carles Puigdemont, ni en Ferraz ni en la Moncloa había grandes expectativas. El clima político de la semana en el Congreso tampoco generaba optimismo. Junts, que inicialmente había anunciado su abstención en la tramitación de la ley que regula los alquileres de temporada, cambió a último momento su postura y, junto con PP y Vox, votó en contra, bloqueando así la tramitación de la propuesta y asestando un nuevo golpe al Gobierno.
Tras esta acción, Puigdemont lanzó advertencias explícitas en sus redes sociales, mostrando su disposición a seguir votando en contra de las iniciativas de Sánchez si no se modifica la relación política entre ambos grupos.
Este nuevo encuentro en Suiza tiene lugar justo después de ese último revés parlamentario para el Ejecutivo, y a pocos días de otra votación crucial: la de la senda de estabilidad, que se celebrará el próximo jueves. En julio, Junts, PP y Vox ya habían rechazado esta medida, y el Consejo de Ministros la aprobó nuevamente el 10 de septiembre para intentarlo de nuevo.
Según el Ministerio de Hacienda, el éxito de estos nuevos objetivos de estabilidad podría liberar hasta 11.500 millones de euros en los próximos dos años para las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
Reproches de los socialistas contra Junts
Pese a las intenciones de la delegación socialista de calmar las tensiones y evitar bloqueo de la legislatura, el equipo de Sánchez también lanza críticas a Carles Puigdemont, asegurando que el PSOE ha cumplido "al pie de la letra" los acuerdos alcanzados con el expresident, asumiendo un elevado coste político que pocos estarían dispuestos a enfrentar.
El mensaje que los socialistas transmiten a Puigdemont es claro: solo con un gobierno progresista se puede garantizar el avance del autogobierno en Catalunya y la aplicación de la ley de amnistía. Abrir la puerta a un gobierno de derechas, argumentan, sería perjudicial tanto para los catalanes como para el propio Puigdemont, poniendo en riesgo los logros alcanzados hasta el momento.
Para asegurar la estabilidad del Gobierno, incluso en medio de las tensiones con Junts, el jefe del Ejecutivo insiste en que la legislatura tiene un largo recorrido, con o sin la aprobación de nuevos Presupuestos. Así lo expresó tanto en la reunión del Grupo Socialista como en su encuentro con el lehendakari, Imanol Pradales, quien aseguró que su partido colaborará para garantizar la estabilidad del Estado, considerando que esto es clave para seguir avanzando en el autogobierno de Euskadi.
En el entorno de Sánchez no descartan que la reconstrucción de relaciones con Puigdemont sea difícil o incluso inviable a corto plazo. Sin embargo, reiteran que el presidente está decidido a seguir adelante, ya sea esperando que Junts regrese a la mesa de diálogo o gestionando una legislatura en condiciones de bloqueo.
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