Puigdemont vuelve a la primera línea política al marcar las condiciones para investir a Sánchez
El día después de reunirse con Yolanda Díaz, el expresident pronuncia una conferencia en Bruselas en la que expondrá el marco de Junts para negociar la investidura, con la amnistía y la autodeterminación como demandas de máximos.
Barcelona-Actualizado a
Carles Puigdemont escenificará este martes su rehabilitación política a nivel estatal con una conferencia que servirá para exponer las condiciones que fija Junts per Catalunya para negociar la investidura del presidente español. Dirigido fundamentalmente a Pedro Sánchez y al PSOE, el mensaje probablemente marcará el pistoletazo de salida oficial de unas conversaciones que se iniciaron hace semanas y ya han tenido capítulos sustanciales, como los acuerdos que permitieron el voto favorable de Junts a la socialista Francina Armengol como presidenta del Congreso.
Convocada a las once de la mañana en Bruselas, la cita también supondrá un nuevo paso en el reconocimiento de Puigdemont como interlocutor político válido para los grandes partidos estatales, después de años exclusión y criminalización. La situación se ha revertido a raíz de los resultados de las elecciones generales del 23 de julio, que han situado a los 7 diputados de Junts en una posición clave para la posible investidura de Sánchez. El expresident de la Generalitat vuelve claramente a la primera línea política.
El escenario también ha permitido constatar como Puigdemont se mantiene como líder incuestionable del espacio postconvergente, a pesar de no ocupar ningún cargo orgánico en el partido desde hace más de un año y que la decisión final sobre la negociación dependerá fundamentalmente de su punto de vista.
La reunión con Díaz es la primera que ha tenido Puigdemont con un miembro del Gobierno desde que se instaló en Bélgica
Este lunes el expresident de la Generalitat y factótum de Junts ya se ha reunido con la vicepresidenta española y líder de Sumar, Yolanda Díaz. El encuentro evidencia la voluntad de Puigdemont y su partido de jugar a fondo la partida de la negociación para la investidura.
Es la primera reunión de Puigdemont con Díaz y, de hecho, con un miembro del Gobierno español desde que en octubre del 2017 se instaló en Bélgica, si bien desde el PSOE se ha puesto hincapié en qué Díaz ha acudido al encuentro en calidad de líder de Sumar, no en representación del ejecutivo estatal.
En casi tres horas de conversación, ambos se han comprometido a "explorar todas las soluciones democráticas para desbloquear el conflicto político y encontrar soluciones basadas en el diálogo" y desde Sumar han destacado que permitirá establecer "una relación normalizada y estable entre las dos formaciones".
Además de Díaz y Puigdemont, al encuentro también han asistir el eurodiputado de Junts Toni Comín y Jaume Asens, exdirigente de los Comuns y mediador designado por Díaz.
Amnistía y autodeterminación
Junts no ha avanzado las condiciones que anunciará Puigdemont para unas negociaciones de investidura que se prevén largas, puesto que difícilmente se resolverán antes de la segunda quincena de noviembre, cuando culminará el plazo para escoger un presidente español, que arrancará con la previsible fallida investidura de Alberto Núñez Feijóo, el día 27 de este mes.
Ahora bien, se da por hecho que fijará una posición de máximos, con la exigencia de una amnistía para todos los represaliados del Procés y un referéndum de autodeterminación para Catalunya que permita la resolución definitiva del conflicto político. Demandas, por otro lado, compartidas por ERC.
La primera cuestión parece más que factible, puesto que Sumar la defensa y el PSOE ya no rehúsa buscar algún mecanismo que permita poner a cero las causas judiciales que impactan en el independentismo, mientras que la segunda difícilmente se producirá a corto plazo, fundamentalmente por el rechazo absoluto de los socialistas.
Que la amnistía es una opción más que factible se puede interpretar también de las palabras que este mismo lunes ha pronunciado el presidente español en funciones, Pedro Sánchez, en una conferencia en el Ateneo de Madrid. El también secretario general del PSOE ha manifestado que la pasada legislatura adoptó "medidas valientes, arriesgadas y a veces incomprendidas", en referencia a los indultos, y ahora toca "ser coherentes y seguir avanzando en este propósito por la convivencia".
Para Sánchez, la nueva legislatura tiene que ser la que deje "definitivamente atrás la fractura que vivimos el 2017"
Así, la legislatura que acaba de arrancar tiene que ser, según él, la que deje "definitivamente atrás la fractura que vivimos en 2017". "Es el momento de la política, de pasar página, de aprender de los errores y mirar a un futuro en convivencia", ha añadido.
La pugna con ERC
Desde hace semanas ERC pide a Junts una coordinación en la negociación con el PSOE, aprovechando la coincidencia en las principales reclamaciones, con el objetivo de ganar fuerza. Lo han vuelto a hacer las últimas horas tanto el president del Govern, Pere Aragonès, como el líder del partido, Oriol Junqueras, que a la vez han celebrado que el partido de Puigdemont, Laura Borràs i Jordi Turull se avenga ahora a negociar con el PSOE, como los republicanos han hecho los últimos años. En este sentido, dirigentes del partido asistirán este martes a la conferencia de Puigdemont, cosa que también hará la CUP.
Puigdemont quiere demostrar con la negociación que puede lograr más avances que ERC
Pero, precisamente, uno de los objetivos de Puigdemont es subir el listón negociador y demostrar que puede conseguir más avances para el independentismo que ERC. En el horizonte, la eterna pugna por la hegemonía del espacio.
También hay que sumar la intención de minimizar los daños a Junts de las críticas del independentismo unilateralista, representado especialmente por una ANC que rehúsa cualquier negociación para investir un presidente español que no implique "hacer efectiva la independencia", como ha reiterado este mismo lunes en un comunicado.
Justamente, tal como ha informado Público, más allá de las condiciones maximalistas de amnistía y autodeterminación de partida, Junts sitúa su estrategia negociadora en las coordenadas siguientes: conseguir acuerdos superiores a los de ERC, colocar la pelota en el tejado de Sánchez para que tenga que escoger entre la resolución del conflicto en Catalunya o la repetición electoral, mantener la cohesión interna del partido y tener un control de daños respecto al independentismo civil para minimizar el impacto sobre Junts de un acuerdo con el PSOE, si es que se produce.
"Hechos constatables"
La reunión de este lunes entre Puigdemont y Díaz supone un cambio en la estrategia negociadora seguida por Junts hasta ahora, puesto que todas las conversaciones se habían desarrollado de manera discreta y no había habido encuentros presenciales entre las primeras espadas.
Para que la situación avance favorablemente para una investidura de Sánchez, Junts pretende también que se escenifique definitivamente el reconocimiento de Puigdemont como interlocutor, lo que pasaría también porque dirigentes del primer nivel del PSOE se reúnan con él de manera pública.
Paralelamente, el partido reclama "hechos constatables" por parte del PSOE para dar pasos adelante, como ha indicado el propio Puigdemont, lo que pasaría por ejemplo, por la admisión a trámite antes de la investidura de alguna iniciativa parlamentaria en el Congreso, equiparable a una ley de amnistía, que abra el camino a la resolución de los procesos judiciales que afronta el independentismo.
En cualquier caso, nadie contempla que la negociación avance de manera acelerada y menos en unas semanas de especial intensidad y movilización de las bases independentistas, con la celebración del 11 de septiembre y del sexto cumpleaños del 1-O.
También hay que tener en cuenta que ERC pretende subir su precio negociador y Junqueras recalca que la amnistía es una condición "necesaria", pero no suficiente para conseguir su "sí" a la investidura, insistiendo que habrá que poner encima la mesa algún tipo de compromiso alrededor de la autodeterminación.
Puigdemont, por su parte, sería partidario de agotar los tiempos de la negociación para subir la presión al máximo y situar a Sánchez y al PSOE en la disyuntiva de ceder -ni que sea parcialmente- en las reclamaciones o verse abocado a unas nuevas elecciones que darían al PP y a Vox una segunda oportunidad para gobernar. El 27 de noviembre será la fecha tope de una negociación que apenas supera los primeros trámites.
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