La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que se embargue la mansión que Francisco Granados estaba construyéndose en Valdemoro. Sospechan que formaba parte del patrimonio oculto de Granados, supuesto cabecilla de la trama Púnica, según informa El Mundo. 

Según la investigación de la Guardia Civil, que recoge el medio citado, la obra estaba en poder del constructor Ramiro Cid Sicluna, pero podría provenir de la trama de presuntos sobornos a cambio de contratos públicos amañados que mantuvo el ex político. 

La licencia para la construcción fue otorgada en 2005 a la sociedad Vicfidem Proyectos, que se encuentra entre las mercantiles del grupo Obras y Vías, la sociedad matriz de Ramiro Cid. 

Las pesquisas de la UCO y Anticorrupción establecieron después que la vivienda podría ser en realidad un pago por parte de Ramiro Cid a cambio de adjudicaciones de contratos públicos facilitadas por Granados, dentro del entramado de Púnica.

Decenas de miles de metros cuadrados de suelo en Valdemoro pasaron por las manos tanto de Ramiro Cid como de David Marjaliza, durante los años en que fue alcalde Francisco Granados.

Granados, al que se le imputan los delitos de cohecho, tráfico de influencias, blanqueo, malversación y organización criminal, entre otros, fue alcalde de la localidad madrileña de Valdemoro desde 1999 hasta 2003. 

El ex número 2 de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, condenado recientemente a dos años de prisión, se estaba construyendo esta casa, que ocupa una gran parcela en la calle Chequia y está valorada en unos seis millones de euros, pero la obra quedó interrumpida tras el comienzo de la operación de la UCO.

La mansión cuenta con sauna, una piscina forrada de cuarcita dorada, ducha con cromoterapia y aromaterapia e incluso un "chorro de niebla" como efecto ambiental.

Además, se estaban instalando tres chimeneas, un vestidor automatizado con mando a distancia, una cocina en maderas de nogal y, por ejemplo, un frigorífico valorado en 7.000 euros.

Además, la casa, con tres plantas de algo más de 300 metros cuadrados cada una, sobre una parcela en la que en un principio se iban a construir seis adosados, iba a estar equipada con 20.000 euros en electrodomésticos y en ella se iban a gastar 9.000 euros sólo en las encimeras.

Según cuenta El Mundo, los datos proceden de los emails que constan en el sumario entre la mujer de Francisco Granados y la empresa que estaba construyendo y dotando la vivienda.