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Rajoy usa al rey como cómplice para ocultar la ejecución de la investidura

El candidato del PP se ha reunido esta tarde con el jefe del Estado sin haber concretado aún si se presentará o no al debate parlamentario para ser reelegido presidente del Gobierno.

El rey Felipe VI (d) conversa con Mariano Rajoy durante un acto en el Palacio de la Zarzuela. EFE

MADRID.- Con todo el secretismo y la excusa oficial de que se trata de un "despacho semanal ordinario", el presidente en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, se ha reunido en La Zarzuela con el rey Felipe VI. Ni el PP ni La Moncloa ni Casa Real han informado de los detalles de la reunión, más allá de que ésta se ha producido en un momento inconcreto de la tarde del miércoles 3 de agosto.

El encuentro, en circunstancias normales, se habría celebrado, además, en Palma de Mallorca, donde el jefe del Estado tiene su residencia de verano y recibe todos los años por estas fechas al ídem del Ejecutivo. En esta ocasión, sin embargo, el monarca ha optado por viajar a la capital, lo que confiere al "despacho" la gravedad que tiene, por tratarse de una reunión entre rey y el presidente en funciones, inmerso éste, además, en un intento de recabar apoyos para ser investido de nuevo.

"Yo he dicho que estoy dispuesto a gobernar con 137 diputados, no que vaya a ir a la investidura con 137 diputados", ha dicho Rajoy

La expectación que ha levantado este "despacho semanal ordinario" entre el rey y Rajoy, además de por ser en Madrid en lugar de en el Palacio de Marivent (Palma) y por el contexto político en el que se produce (en plena negociación de una investidura en el alambre), viene condicionada de forma inédita por la negativa de Rajoy a confirmar si se presentará al debate de investidura si no logra los apoyos parlamentarios y en qué fecha se produciría, algo que tiene a los partidos de la oposición y al propio PP desconcertados.

Con su reunión de hoy con el rey, en la que resulta inevitable que se haya tratado el tema de la investidura, el presidente del Gobierno en funciones hace cómplice al monarca de la falta de transparencia y confusión existentes sobre las intenciones y la agenda de quien tiene la responsabilidad (art 99.2 de la Constitución Española) de exponer "ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar" y solicitar "la confianza de la Cámara"; todo ello, tras dos procesos electorales y con la sombra de una tercera convocatoria planeando sobre el país.

¿Laguna constitucional?

La Carta Magna no plantea la posibilidad de que el candidato que ha recibido el encargo para tratar de formar de Gobierno desista ante la falta de apoyos parlamentarios y, por tanto, tampoco la resuelve. Esa presunta laguna constitucional está siendo aprovechada por Rajoy para extender una sombra de confusión sobre el trámite de la investidura.

De hecho, ni en el propio PP se ponen de acuerdo a la hora de confirmar si su candidato se presentará o no al debate: mientras unos aseguran que lo hará, aunque desconocen cuándo, otros (particularmente del entorno de La Moncloa) mantienen que, si no tiene los apoyos suficientes, Rajoy rechazará presentarse. El propio presidente ha dejado una de sus ambiguas frases para dar cuenta de sus intenciones al respecto: "Yo he dicho que estoy dispuesto a gobernar con 137 diputados, no que vaya a ir a la investidura con 137 diputados".

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