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Rajoy anuncia más reformas para cumplir con las exigencias de la UE

El debate sobre el último Consejo Europeo del pasado mes de marzo aburre hasta los más europeístas de la Cámara baja

JUAN ANTONIO BLAY

Las explicaciones del presidente Rajoy sobre los resultados del pasado Consejo Europeo de los días 14 y 15 de marzo no revelaron grandes novedades; es más, las palabras del propio jefe del Ejecutivo demostraron escasa convicción sobre los resultados del cónclave europeísta. Si acaso, como aquella cita fue previa a la crisis de Chipre, Rajoy empleó una parte de su intervención en insistir que lo ocurrido en la isla mediterránea no tiene nada que ver con España.

Tal vez por los escasos resultados de la reunión de Bruselas, Rajoy utilizó la réplica para anunciar que su Gobierno presentará una batería de reformas estructurales aunque no definió con exactitud su contenido. Todo ello para seguir con la adecuación de la economía española a las exigencias de la UE y con el objetivo de salir de la crisis y procurar el crecimiento económico.

A falta de contenidos, Rajoy quiso ser didáctico con el significado de los consejos europeos, especialmente con el último que le ocupaba. Así, reiteró su compromiso con el proceso de construcción europea y para ello hizo historia como si de una clase de bachiller se tratase: la historia se inició hace 60 años y para ilustrarlo empleó una cita de uno de los padres de la UE, el primer ministro belga Paul Henri Spaak.

El escaso resultado del Consejo Europeo que ha ocupado el debate lo ha justificado Rajoy con la jerga se empleaba en tiempos de la Transición, incluso en el franquismo, sobre las reuniones de los Consejos de Ministros: decisorios, aquellos en los que se adoptaban decisiones, o deliberantes, es decir en los que no se decide nada pero se debatía de todo. Esta división sirven para los Consejos Europeos, en opinión de Rajoy, y en consecuencia el que se explicaba entraba en la categoría de “deliberantes” que para Rajoy fue también de “reflexión” sobre el futuro de la Unión Europea.

En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo aseguró que él fue de los que apostó por seguir avanzando en el proceso de construcción europea, sobre todo para dejar que la UE sea la única región del mundo que se encuentra en estos momentos en recesión. Y se presentó como alumno aventajado para lograr ese objetivo en base a cinco ejes que marcan la acción de su Gobierno: la consolidación fiscal, las reformas estructurales, las reformas en el seno de la UE como la unión bancaria que evite las dos velocidades, la eliminación de la segmentación financiera – esto es facilitar liquidez sobre todo a las pymes – y, finalmente, avanzar hacia una verdadera UE con pasos como la unión fiscal.

La oposición consideró que la cita que centraba el debate no había servido para nada. Rubalcaba la definió como “inane”, vamos que no sirvió para nada. En opinión del líder socialista la cuestión verdaderamente importante es evitar la división “norte-sur que se está consolidando en la UE”. Rubalcaba empleó un buen tono en su intervención, incluso en la contestación a la réplica del presidente en la que lanzó dardos irónicos contra el dirigente socialista con citas al ex presidente socialdemócrata sueco Göran Persson que, en teoría, avalan la rigidez presupuestaria que tanto le critican desde la bancad a socialista.

Rubalcaba le echó en cara que no fuese más exigente ante las instancias de la UE, especialmente con el BCE y su presidente, el italiano Draghi, a quien responsabilizó de los muchos males que padece España. El resto de los portavoces, especialmente Rosa Díez, le responsabilizaron de la situación de parálisis económica y de no hacer nada para recuperar el empleo.

En resumen, fue un debate previsible por lo monótono que alcanzó incluso cotas cercanas al aburrimiento, sensación que asumieron en todas las bancadas dada la escasa asistencia pasada la primera hora cuando hablaron Rajoy y Rubalcaba. Rajoy, en la réplica, se alargó en exceso, incluso más que en su primera intervención, tal vez para tratar de alumbrar luz en un debate bastante oscuro. No lo logró y contribuyó a acentuar esa sensación.

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