Ni derecho a decidir de los catalanes, ni de los españoles en su conjunto. El Gobierno no respetará ninguno de los dos. Así lo ha manifestado hoy el presidente, Mariano Rajoy, quien, en un alarde de su inmovilismo habitual, ha asegurado que no está dispuesto a preguntar a los ciudadanos sobre la independencia de Catalunya.

'No convocaré referendum en ningún caso', sentenció tras ser preguntado al respecto en la rueda de prensa que ofreció tras su primer despacho con el rey Felipe VI en el palacio mallorquín de Marivent. Así, no sólo ha insistido en que la consulta soberanista catalana impulsada por Artur Mas es 'ilegal', porque se trata de un asunto que 'corresponde decidir al conjunto de todos los españoles'.

Pero, a pesar de repetir su mantra habitual, también ha recalcado que ni siquiera contempla convocar un referéndum en todo el país sobre el futuro de la Comunidad. 'No estaría dispuesto a convocar sobre la independencia de Catalunya. No lo voy a hacer, ya lo he dicho muchas veces', zanjó.

Asimismo, Rajoy aseguró que Felipe está 'perfectamente informado' de la postura del Gobierno al respecto y, pese a todo, vendió que continúa 'abierto al diálogo', como ya expresó en su balance de los primeros meses del año. 'Ley y diálogo, esa va a ser la posición que mantenga el Gobierno, que es la única que puede mantener', repitió.

De otro lado, Rajoy se ha comprometido con los ciudadanos baleares a no permitir las prospecciones petrolíferas en el archipiélago si los informes medioambientales las desaconsejan. 'No habrá ninguna prospección petrolífera si hay el más mínimo indicio de que hay problemas en materia de medio ambiente', prometió. En este sentido, aseveró que es un 'tema que va para largo', pero que 'está en contacto permanente' con el presidente del Govern balear, José Ramón Bauzá y con su Ejecutivo autonómico.

Precisamente, Bauzá es uno de sus barones rebeldes en cuanto a financiación autonómica se refiere. Pero, a pesar de sus peticiones, Rajoy incidió de nuevo en su inmovilismo al respecto y concluyó que, a día de hoy, es 'imposible' cambiar el modelo de financiación autonómica hasta que se recupere la economía y aumente la recaudación.