Este artículo se publicó hace 16 años.
Rajoy cuestiona el pago del desempleo a los extranjeros
"Hay 180.000 extranjeros cobrando el paro y 20.000 andaluces que solicitan trabajar fuera". El PSOE ve un "tufo xenófobo" en la afirmación del líder del PP
En pleno pulso político por la crisis económica, el presidente del PP, Mariano Rajoy, destapó ayer otra caja de truenos con una declaración que, según los socialistas y asociaciones de inmigrantes, instiga la xenofobia.
"Hay 180.000 extranjeros cobrando seguro de desempleo y ya volvemos a tiempos pasados. Hay 20.000 andaluces que han pedido trabajo en la vendimia francesa, como hace muchos, muchos años", dijo el líder de la oposición ante la Junta Directiva de su partido, según informa Europa press.
La respuesta del PSOE llegó por boca de su secretaria de Integración y Convivencia, Bernarda Jiménez, quien pidió a Rajoy que se retracte, porque sus declaraciones tienen "un tufo xenófobo que recuerda a regímenes y a políticos que no son del todo democráticos".
"Por si no se acuerda -dijo Jiménez- en España todos los trabajadores tienen deberes y derechos, uno de ellos es el de recibir la prestación de desempleo , y este derecho sólo depende de haber cotizado a la Seguridad Social y no de su lugar de nacimiento, como parece defender el señor Rajoy".
La dirigente socialista preguntó a Rajoy si prefiere volver al modelo de "la inmigración ilegal y clandestina" o el que ha permitido que 2,1 millones de trabajadores extranjeros coticen a la Seguridad Social.
El líder de la oposición, que calificó de "fiasco" la comparecencia de la semana pasada del presidente del Gobierno ante el Pleno del Congreso y tildó de "inaceptable" que no presentara medidas nuevas, insistió también en el latiguillo con el que intenta desgastar a José Luis Rodríguez Zapatero: "Hay que actuar y gobernar".
El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, respondió que "Rajoy cree que cuanto peor le vaya a los españoles, mejor le irá a él". Reclamó al presidente del PP "más responsabilidad" y le emplazó a que "arrime el hombro", porque "es necesario un ejercicio de patriotismo", en vez de aprovechar la crisis "como una oportunidad política" para sus aspiraciones de ganar las elecciones generales.
En medio de las andanadas políticas del PP y de la tormenta financiera internacional, el Gobierno y el PSOE se afanan en evitar que cunda el pánico. Así, Blanco destacó que, mientras se producen desplomes de entidades financieras en EEUU o Inglaterra, el sistema en España "está robusto", aunque ayer no sólo habló de crisis, sino de "grave crisis".
Y para contener el bombardeo del PP, Blanco ha convocado sendas reuniones con los secretarios regionales -mañana,- y provinciales -el viernes-, para que el partido arrope al Ejecutivo con una campaña de explicación "sobre la situación económica real y las medidas adoptadas por el Gobierno".
La Ejecutiva del PSOE, en reunión celebrada bajo la dirección de Zapatero, se reafirmó en el principio "irrenunciable" de "distribuir de forma equitativa el coste de la crisis", para evitar que recaiga sobre los trabajadores.
La Ejecutiva socialista se reunió con Zapatero después de que, por tercera vez desde el comienzo de la legislatura, lo hubiera hecho previamente el núcleo duro que congrega cada lunes al Gobierno, el partido y el grupo parlamentario en maitines. A la de ayer asistió, por primera vez, el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que no participó en las dos primeras por "problemas de agenda", según confirmaron varios de los convocados.
A las críticas del Partido Popular por "la descoordinación" del Gobierno respondió José Blanco aconsejando a Rajoy que se preocupe más por lo que ocurre en su partido, ya que "es Esperanza Aguirre quien le corrige a él y, además, era quien quería sustituirlo" como presidente.
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