El PP ya ha dado varios bandazos sobre la huelga feminista del 8-M, y hoy el  presidente del Gobierno se ha visto obligado a desautorizar a varios de los suyos por este motivo. Mariano Rajoy ha rechazado este martes la "huelga a la japonesa" que ha defendido estos días varios cargos públicos de su partido, de cara a la huelga feminista del 8 de Marzo.

"No me reconozco en la afirmación de huelga a la japonesa que ha hecho algún miembro de mi partido", afirmaba este martes Rajoy, en respuesta a una pregunta de la senadora María José López Santana, de Nueva Canarias, en la sesión de control al Ejecutivo en esta cámara. 

Rajoy se posiciona así en contra del planteamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Monserrat; la titular de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina; e incluso el ministro de Cultura y portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo.

"Lo mejor es seguir haciendo cosas", sostuvo Méndez de Vigo el pasado viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, cuando también afirmó que tanto él mismo como el presidente trabajarían el próximo 8 de marzo.

Paradójicamente, la presidenta de la Comunidad de Madrid también trabajará este jueves, día de la huelga feminista, para participar en la entrega de los nuevos premios Reconocimientos 8 de marzo, galardones que otorgará a media docena de mujeres que trabajan en distintos sectores.

De la "huelga elitista e insolidaria" al "respeto"

Con todo, la desautorización de Rajoy se suma así a la lista de giros por parte del Partido Popular con respecto al 8 de Marzo. Así, y mientras que el vicesecretario de Sectorial, Javier Maroto, llegó a afirmar que esta jornada es "la manifestación de Podemos" y "de Pablo Iglesias", un reciente argumentario de la formación conservadora tildaba esta huelga de "insolidaria" y "elitista", además de afirmar que "apuesta por el enfrentamiento entre hombres y mujeres".

Antes de las palabras de Rajoy, el último ejemplo de estos vaivenes llegó el lunes, en la rueda de prensa de Maroto tras la reunión del Comité de Dirección del partido, en su sede de la calle Génova. Entonces, el dirigente conservador defendió que tan "respetable" es no querer trabajar ese día como hacerlo, como plantea su formación, antes de insistir en su "compromiso" con la "igualdad de oportunidades".