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Rajoy mete a Iglesias y a Rivera en el mismo saco

El candidato del PP aboga en Guadalajara por instaurar unos horarios que permitan conciliar la vida familiar y la laboral. “No podemos estar todo el día trabajando”, cree el presidente del Gobierno, para quien votar a Ciudadanos es hacerlo al PSOE o a Podemos

Mariano Rajoy, durante su intervención en el acto electoral del PP en Guadalajara. / PEPE ZAMORA (EFE)

GUADALAJARA.- Aprovechando que la caravana electoral pasa por Guadalajara, Mariano Rajoy ha soltado que un voto a Ciudadanos es un voto perdido. O, lo que es peor, un voto al PSOE o a Podemos. El líder del PP ha puesto como ejemplo a Castilla-La Mancha para explicar que los apoyos en las pasadas elecciones autonómicas a Ciudadanos, que no logró ningún diputado, sólo sirvieron para aupar al socialista Emiliano García-Page a la Junta, previo respaldo de los dos parlamentarios del partido de Pablo Iglesias.

El pacto permitió poner fin a cuatro años de gobierno de María Dolores de Cospedal, los mismos que podría echar el propio Rajoy en la Moncloa si prosperasen los acuerdos para desbancarlo. Para ello, claro, sería necesaria la colaboración de Ciudadanos, al que antes de la campaña tenía previsto ignorar y ahora cita entre líneas para transmitir la idea de que votarlo el 26-J equivale a malgastar una papeleta, pues mina a la derecha y refuerza a las restantes formaciones.

El candidato del PP recordó que Cospedal no revalidó su mandato en las urnas por un solo escaño, aunque se olvidó de señalar que la Junta, previamente, había reformado la ley electoral, sin la cual sus resultados hubiesen sido peores. “Aquí empezó el cambio y la recuperación cuando en 2011 ganamos con mayoría absoluta por primera vez en la historia”, afirmó Rajoy, quien calificó de “referente” a la expresidenta autonómica, “la mejor gobernante que ha tenido nunca Castilla-La Mancha”.

En su primera visita en campaña a la región, el presidente del Gobierno en funciones insistió en el llamamiento que viene haciendo a los electores que confiaron el 20-D en el partido de Albert Rivera para que vuelvan al redil del PP, porque si ha pasado en varios pueblos y ciudades que visitó estos días, así como en la tierra que pisaba, también podría ocurrir en España a partir del 26-J. "Es una lección importante para el futuro", advirtió.

Así las cosas, el día de las elecciones generales sólo habrá dos opciones, según Rajoy: por un parte, el PP; y por otra, Ciudadanos, PSOE y Podemos, “que ya lo intentaron el 20-D y no pudieron”. Aun sin mencionarlos expresamente, cargó contra todos ellos. “La irresponsabilidad del PSOE ha dado lugar a que Podemos asuma la responsabilidad, por llamarla de alguna forma, de gobernar”, criticó el líder del PP, que reprochó a Manuela Carmena ser “incapaz de hacer nada por los ciudadanos” y a Ada Colau impedir la construcción de hoteles de lujo.

Pero la jornada, en realidad, estaba dedicada a las mujeres. La secretaria general del PP afirmó que su partido trabaja por la "igualdad real" entre ellas y los hombres, mientras que otras formaciones simplemente "se pasan el día hablando” de ello. “Dos de cada tres" emprendedores son mujeres, subrayó Cospedal, quien defendió una protección especial para las víctimas de violencia machista.

Las risas no se escucharon en el recogido jardín del hotel donde se desarrolló el acto, al que acudieron contados simpatizantes, aunque también es cierto que no cogían más. Pero la propuesta −o reflexión en voz alta− de Rajoy suscitó las chanzas en el salón destinado a la prensa. El presidente del Gobierno, con varias candidatas populares a su espalda y la todavía presidenta del PP castellano-manchego sentada frente a él, soñó con una España irreal, como pueden atestiguar tantas y tantas trabajadoras: “No puede haber una jornada laboral que termine más allá de las seis de la tarde”.

Rajoy abogó por instaurar unos horarios que permitan conciliar la vida familiar y la laboral, porque considera “ineficientes” las jornadas maratonianas. “No podemos estar todo el día trabajando”, insistió el líder conservador, para quien “es fundamental que no haya que elegir entre la vida personal, familiar o laboral”. Tras el mitin, puso rumbo a Canarias, donde mañana participará en dos actos. Fuentes del partido afirman que “el PP ve con satisfacción esta primera parte de la campaña”, aunque matizan que se trata de “una satisfacción nada parecida a la euforia”. Una forma de sentirlo muy de Rajoy.

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