Este artículo se publicó hace 15 años.
Rajoy niega chantajes por parte de su tesorero
El líder del PP dice no tener constancia de que Bárcenas se llevara cajas de documentos de la sede del partido. Apuesta por "no ponerse nervioso" y "no tomar decisiones precipitadas"
Rajoy rompió este miércoles el silencio sepulcral que se ha impuesto sobre el caso Gürtel para lanzar varios mensajes sobre la forma en la que está gestionando la vinculación de su tesorero, Luis Bárcenas, con este escándalo. Uno: que el responsable de las finanzas de su partido “no le ha chantajeado”. Y dos: que la “clave” es “no ponerse nervioso” y no tomar “decisiones precipitadas”.
Con estas declaraciones, el líder del PP intentaba salir al paso de las informaciones que apuntan a que Rajoy no se ha decidido a dar un paso al frente y destituir a su tesorero por la gran cantidad de información sensible y comprometedora sobre el partido que éste maneja. Sus palabras fueron vertidas en el transcurso de un almuerzo informativo organizado en Málaga por el diario ABC, en el transcurso del cual manifestó no tener constancia de que Bárcenas se haya llevado del partido nueve cajas con información.
Consciente del desconcierto reinante en las filas conservadoras por la forma en la que está gestionando el caso Bárcenas, el presidente de los conservadores fue insistente en la idea de que sabe perfectamente lo que está haciendo al respecto y en la de que su círculo más próximo, la dirección de su partido al completo, respeta y comparte su modo de proceder. “Sé dónde estoy y sé lo que estoy haciendo”, recalcó.
Dos bandosSu declaración se produce en un momento en el que su entorno inmediato no se muestra precisamente muy unido en lo que al futuro de Bárcenas se refiere. En el partido señalan que mientras que la número dos, María Dolores de Cospedal, y Esteban González Pons, vicesecretario de Comunidación, son partidarios de que Bárcenas se aparte cuanto antes, los vicesecretarios Ana Mato y Javier Arenas se inclinan por que sea él quien decida el momento adecuado para renunciar a su cargo de tesorero.
La intención del también senador por Cantabria es la de continuar al frente de la tesorería del partido hasta que el Tribunal Supremo solicite el suplicatorio. Así se lo ha hecho saber a Rajoy y así lo ha manifestado públicamente.
Declaración de intencionesEn un intento más de poner paz puertas adentro del partido, Rajoy inició su intervención con toda una declaración de intenciones, la que define perfectamente su forma de actuar en los últimos meses. Dijo desconocer “si el que resiste gana”, pero a renglón seguido añadió que “la clave es no ponerse nervioso, pensar en el medio y largo plazo, no tomar decisiones precipitadas, escuchar a todos y hacer caso a los que proceda”. De aquí se deduce su intención de no forzar la marcha del tesorero.
Al respecto, la presidenta de la Comunidad de Madrid, volvió a echar sobre su jefe todo el peso del caso: “El señor Rajoy es el que tiene más elementos de juicio que yo, el que tiene todos los datos”.
El futuro político de Francisco Camps, presidente de la Generalitat Valenciana, también estuvo sobre la mesa del almuerzo informativo celebrado en Málaga. Preguntado sobre si el president ha sido juzgado por la opinión pública antes de que se resuelva el asunto judicial, Rajoy se aferró a la escasa cuantía de la multa con que, a su juicio, está castigado el delito de cohecho impropio: “Es evidente que la pena de banquillo que lleva pagando desde hace cuatro meses el señor Camps es mucho mayor que la pena de los 2.500 euros”, espetó.
Rajoy sigue empeñado en que su barón regional pagó su ropa y en que va contra el sentido común que se venda “por tres trajes”. No obstante, no quiso aventurarse sobre la forma en la que acabará la rama valenciana del caso Gürtel. “Soy hijo de juez y creo en la justicia”, sentenció.
Esperar al final de la películaIgual de cauto se mostró cuando fue cuestionado sobre el coste político que para el PP podría tener el caso Gürtel. Tras reconocer que su partido tiene “problemas judiciales” instó a esperar a ver “como terminan”. En este momento, recurrió a un símil cinematográfico: “Una película dura hora y media, y los españoles tienen la buena costumbre de esperar al final”. Huyendo de menciones al futuro, el líder conservador tiró de las victorias electorales en Galicia y las europeas para vender que están “animados y contentos”.
Pocos en el PP muestran dudas del desgaste que para Rajoy están suponiendo estos escándalos judiciales, algo que arrastra al resto de dirigentes del partido. “La situación es incómoda, no nos permite llevar la iniciativa política. Cualquier líder autonómico o local que pretende dar una rueda de prensa se ve sorprendido por una avalancha de preguntas sobre estos casos”, se lamenta un diputado.
La ventaja con la que juega Rajoy en el caso Bárcenas es, según otras fuentes, que su desgaste tiene fecha de caducidad, ya que acabará cuando sea llamado a declarar y el tesorero presente su dimisión, algo que muchos ubican en septiembre.
Una de las principales preocupaciones ahora en el partido es la del daño que puede hacer a Rajoy que el comité de dirección tenga diferentes opiniones sobre la forma de proceder con Bárcenas. “Esto puede ser más peligroso”, alerta otro parlamentario.
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