Actualmente, hay 1.100.000 inmigrantes sin regularizar en España y si el PP gana las elecciones, seguirán vagando por sus calles, porque Mariano Rajoy no va a regularizarlos.

A pesar de la insistencia de Iñaki Gabilondo, ayer en Cuatro, por saber qué hará el líder del PP con ese millón largo de personas si llega a presidente del Gobierno, el periodista sólo obtuvo una respuesta: 'No voy a regularizarlos'.Y no lo hará, explicó, porque el país necesita 'orden' en ese ámbito, encaminado como va hacia 'un problema muy grave' con las políticas 'de regularización masiva' del Gobierno y 'su efecto llamada': los inmigrantes no vienen a España en busca de trabajo, sino a donde 'sea más fácil la regularización'.

El líder del PP acudió ayer a su entrevista en Cuatro con la imagen perfectamente estudiada -traje azul, corbata roja y camisa gris, huyendo de las blancas que saturan a la cámara- y los mensajes muy claros: sobre política antiterrorista -no se negocia y hay que decirlo-; economía -las herencias se acaban-; trasvase -el agua sobrante se reparte- ; matrimonio homosexual o aborto -no habrá derogación de estas leyes-; estado laico -no habrá reforma del Concordato-, o educación -inglés obligatorio a los tres años y libre elección entre el castellano y las lenguas autonómicas-.

El líder conservador sorteó a la gallega, y el periodista no lo evitó, los temas polémicos, como la familia o las sedaciones en el hospital de Leganés. Sobre la primera se confesó, algo sentimental, defensor de la tradicional, tal vez recordando su entrevista de este mes en una revista del corazón. Aclaró, sin embargo, que no está 'en contra de nada'. Sobre las sedaciones, abogó por luchar por la vida y dijo no conocer bien el tema, pese a todo lo publicado.

Su muletilla: 'No le quepa la más mínima duda'.