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​Rajoy tacha de "broma" un Gobierno de PSOE y Podemos​

El presidente en funciones pide a sus senadores que sean "combativos" para defender la opción "más democrática", un Ejecutivo presidido por el PP.

El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy, acompañado por la presidenta del PP en Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, y del presidente del Senado, Pío García-Escudero, al inicio de la reunión del grupo parlamentario popular en la Cámara Alta. EFE/Javier Lizón

MADRID.- "Todo lo hecho en estos cuatro años, que han sido muy duros, podría no servir para nada". Así abrió esta mañana el presidente del Gobierno en funciones la primera reunión del Grupo Parlamentario Popular encabezada por él en el Senado. De hecho, Mariano Rajoy ha insistido una y otra vez en su propuesta inicial tras celebrarse las elecciones generales del 20 de diciembre, un Ejecutivo presidido por el PP y con el apoyo del PSOE y Ciudadanos; una gran coalición.

El presidente del PP, a 24 horas de reunirse con Albert Rivera, líder de C's, y 48 de hacerlo con Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, ha insistido una y otra vez en lo "imposible" de los pactos que está tratando de alcanzar el líder socialista, bien sea con Ciudadanos (sumarían 130 escaños), bien sea con Podemos (sumarían 159 más los dos escaños previsibles de IU-UP, que Rajoy ha obviado). "Una broma de Gobierno es lo que están apoyando algunos", ha concluido Rajoy.

El presidente del Gobierno en funciones ha echado mano de la mayoría de escaños del PP (123) obtenida el 20-D, de los logros económicos que se atribuye en estos cuatro años y de la Comisión Europea y su preocupación por "la incertidumbre que rodea a la formación de un nuevo Gobierno" para justificar que la única opción de Ejecutivo que contempla es una coalición presidida por él mismo.

Menos contundencia contra la corrupción

Rajoy no aportó ninguna novedad respecto a las intervenciones que está teniendo estos días en actos del PP, organizados precipitadamente para llenar su agenda y contraprogramar el protagonismo de quien ha sido señalado por el rey para intentar formar Gobierno, el candidato del PSOE. El jefe del Ejecutivo ni siquiera fue tan contundente como la semana pasada en el Congreso al hablar de la corrupción, el quinto objetivo de los que va a plantear a Rivera y a Sánchez esta semana.

Si en la reunión con sus diputados el presidente dijo que no se pasaría "ninguna más", porque "esto se acabó", esta mañana y en ausencia de la exalcadesa de Valencia y ahora senadora, Rita Barberá, Rajoy reivindicó lo mucho que había hecho el PP contra los corruptos con "decisiones internas muy difíciles", pero se mostró abierto a aceptar y escuchar "cualquier idea o propuesta planteadas con buena fe" para luchar contra esta lacra.

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