'Es normal, sensato y razonable que ambos partidos [PP y PSOE] estén de acuerdo en temas importantes como el modelo de Estado'. Así se ha expresado hoy Mariano Rajoy en su primera rueda de prensa ofrecida en Moncloa desde hace casi cinco meses.

La última vez, en enero, el presidente del Gobierno compareció junto al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso,en una rueda en la que el debate soberanista en Catalunya centró el interés de los periodistas. Ahora ha sido en compañía del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, que en su visita oficial a España en pleno proceso de abdicación del rey se ha deshecho en alabanzas al monarca, cuando a Rajoy le ha tocado responder sobre la ley de sucesión que se votará mañana en el Congreso.

El presidente aseguró no estar preocupado ni por las voces republicanas que se han hecho oir en los últimos días en el PSOE ni por la inestabilidad del partido de la oposición a la que ha contribuido el anuncio de Susana Díaz de que no se presentará a la Secretaría General. Al contrario, Rajoy se mostró seguro de que la maquinaria bipartidista volverá a funcionar mañana:'Estoy convencido de que una amplia mayoría votará a favor' del proyecto de ley presentado por su Ejecutivo. 'Y eso coincide con la inmensa mayoría de los ciudadanos, como sabemos por todos los sondeos que hemos conocido en los últimos días', añadió, citando a las últimas encuestas mediáticas.

Rajoy tampoco teme que el debate de mañana se convierta en una discusión sobre monarquía o república. Obviando las peticiones que miles de manifestantes y algunos grupos de la oposición han realizado en favor de un referendum, el presidente insistió en que la votación de mañana tiene 'un objetivo único: la abdicación' de Juan Carlos. Un proceso, dijo, que se desarrollará 'dentro de la normalidad', como es propio de un 'un país serio que cumple sus leyes'. 

Respecto a la posible dimisión de Josep Antoni Duran Lleida, así como de la decisión de la presidenta de Andalucía, Rajoy prefirió no responder. 'no me corresponde a mí opinar sobre cómose organizan otras fuerzas políticas', zanjó. Y se mostró convencido de que no se producirá 'ningún período de inestabilidad' hasta que en julio se celebre el congreso del PSOE. Tampoco considera que el debate interno en el principal partido de la oposición vaya a afectar en los futuros pactos bipartidistas como, por ejemplo, a la hora de blindar al rey como aforado una vez que Felipe VI haya heredado su privilegio de inviolabilidad. 'No tiene por qué haber ningún período de inestabilidad ni tiene por qué afectar a las relaciones entre ambos partidos', concluyó el presidente. 

Sobre los últimos informes conocidos del caso Bárcenas, en los que la propia Agencia Tributaria confirma que el PP pagó en B la reforma de su sede nacional, en la madrileña calle de Génova, Rajoy prefirió seguir la línea de sus compañeros de partido y Gobierno y no responder a la pregunta. 'Estamos, como ya hemos señalado en otras ocasiones, a lo que digan los tribunales, que son los que tienen la última palabra sobre este asunto', se limitó a decir.