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La rebelión de Cayetana: la voz (y voto) disonante del PP que critica la "hipocresía" de Feijóo

Álvarez de Toledo ejerce de azote interno del proyecto de Núñez Feijóo. "Hay quienes no quieren mostrarse con Vox ni manifestarse con Vox ni votar con Vox, pero en cambio están encantados de gobernar gracias a Vox", aseguró.

Cayetana Álvarez de Toledo
El portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros (i), con Cayetana Álvarez de Toledo, exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo. EFE/Fernando Villar

En menos de una semana, Cayetana Álvarez de Toledo ha roto la disciplina de voto del PP en el Congreso y criticado la "hipocresía" con la que Núñez Feijóo y otros dirigentes de su partido manejan sus relaciones con Vox. La que fuera portavoz nacional de los populares en la Cámara Baja no se doblega ante el liderazgo de Feijóo y ejerce de azote interno de un proyecto para el PP, el del expresidente de la Xunta de Galicia, con menos carga ideológica de la que a ella le gustaría.

"Hay quienes no quieren mostrarse con Vox ni manifestarse con Vox ni votar con Vox, pero en cambio están encantados de gobernar gracias a Vox. Eso se llama hipocresía y la hipocresía es un feo vicio político". La contundencia de estas palabras, pronunciadas la pasada semana por Álvarez de Toledo, resonó en todo el Partido Popular. Era una alusión tan clara al presidente del PP que no hizo falta mencionarlo.

La crítica cobraba más relevancia aún si se tiene en cuenta cuándo se produjo y dónde. Álvarez de Toledo lanzó ese dardo a Feijóo el mismo día en el que saltó a los medios de comunicación la reunión secreta que mantuvo con Santiago Abascal, para la que se garantizó la más absoluta privacidad. La exportavoz del PP censuró que Feijóo busque "concordia" con los partidos nacionalistas, como el PNV o ERC, "pero prohibido con Vox". "Si acaso, solo en secreto, de incógnito", remató.

Y no solo eso; la política catalana lo hizo sentada al lado del portavoz nacional de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. Su participación en el acto, un coloquio organizado en Madrid, ya era, en sí misma, un mensaje claro al PP porque ejercía de presentadora de su "amigo" Espinosa de los Monteros. Si Feijóo trata de alejarse públicamente de la ultraderecha, su diputada más disidente se acerca sin reparos.

También con su voto. Porque el pasado 22 de septiembre Álvarez de Toledo desoyó las directrices de Génova y votó a favor del '155 educativo', esto es, de aplicar el artículo 155 de la Constitución para garantizar la enseñanza en castellano en Catalunya. Fue Vox quien presentó la iniciativa y el PP decidió votar en contra, pero la exportavoz hizo caso omiso y sumó su voto a la ultraderecha y a Ciudadanos, que también votó a favor.

Cuestión de "coherencia"

Cayetana Álvarez de Toledo explicó después, en declaraciones a la agencia Europa Press, que lo hizo por "coherencia" porque no podía votar en el Congreso "lo contrario" de lo que defendió en la manifestación que se había celebrado en Barcelona solo cuatro días antes, el domingo 18. Una protesta que tampoco estuvo exenta de polémica entre la dirección nacional y la que fuera cabeza de lista del partido por Barcelona.

La cuestión lingüística es un escollo en la relación entre Feijóo y Álvarez de Toledo que la diputada no se esfuerza en esconder. Antes de desoír sus directrices en el Parlamento y de reprochar su "hipocresía", la exportavoz del PP con Pablo Casado criticó al presidente de su partido por hacer del 'bilingüismo cordial' el eje de su política lingüística. Según Álvarez de Toledo, "es una gallegada".

Por eso sorprendió verla encabezando la comitiva del PP en la manifestación en contra de la inmersión lingüística en Catalunya junto a miembros de la dirección nacional como Cuca Gamarra, secretaria general, o Dolors Montserrat, portavoz en el Parlamento Europeo.

"No me voy a ir a Vox"

En cualquier caso, Cayetana Álvarez de Toledo parece dispuesta a dinamitar todos los ejercicios de equilibrismo del PP de Feijóo. Sea con su relación con Vox, distante en público pero sostenida en privado, o con el manejo del nacionalismo catalán, una cuestión capital para el presidente del PP, que sabe que para llegar a Moncloa tiene que remontar sus resultados en Catalunya

Eso sí, Álvarez de Toledo ha salido al paso de los rumores que apuntaban a un posible salto del PP a Vox. Elucubraciones que hacen incluso sus compañeros de partido. "No me voy a ir a Vox", zanjó el pasado miércoles.

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