Este artículo se publicó hace 2 años.
La reforma laboral deja tocadas pero no rotas las relaciones entre ERC y Unidas Podemos
Pese la tensión de los últimos días y las heridas que ha generado el "no" de los republicanos al proyecto encabezado por Yolanda Díaz, ambas partes admiten que no van a entrar en un escenario de ruptura y que seguirán hablando para aprobar leyes, tanto en el Congreso como en el Parlament.
Barcelona-
Tocadas, pero en ningún caso rotas. A grandes rasgos, así podría resumirse el estado de las relaciones entre ERC y el espacio de Unidas Podemos, articulado en Catalunya por En Comú Podem. El "no" de la formación independentista a la reforma laboral, aprobada por los pelos este jueves en el Congreso, ha tensado la situación entre las formaciones. Pero sólo unas horas después de una votación que salió adelante con unos aliados notablemente distintos de los del bloque de la investidura dirigentes de ambos partidos han dejado claro que seguirán hablando. Se puede decir que las dos partes ya han empezado la operación para sanar las heridas surgidas de una reforma que para Unidas Podemos y En Comú Podem era fundamental para consolidar el proyecto político de Yolanda Díaz.
Ni En Comú Podem se opondrá a partir de ahora a todo lo que proponga el Govern de la Generalitat, pese a lo anunciado antes de la votación de la reforma laboral, ni ERC cortará el contacto con Unidas Podemos ni con el conjunto del Gobierno. Al fin y al cabo, ambas formaciones saben que están condenadas a entenderse si aspiran a que tanto del Parlament como del Congreso salgan medidas en clave progresista. Además, son los que más claramente apuestan por la mesa de diálogo para resolver el conflicto político catalán, con mucha más convicción que sus respectivos aliados gubernamentales -Junts per Catalunya y el PSOE, respectivamente-.
ERC no cortará el contacto con Unidas Podemos ni con el conjunto del Gobierno
Esto no significa que el proceso que ha culminado con la aprobación de la reforma laboral no haya dejado heridas entre Podemos y los comunes y ERC, que el tiempo dirá si quedan en simples rasguños o generan cicatrices más profundas. En este sentido, la líder de En Comú Podem en el Parlament, Jéssica Albiach, ha manifestado este viernes que "hemos venido a hacer una oposición transformadora y es cierto que al president Aragonès lo escuchamos a menudo hablando de transformaciones, pero en el último mes le estamos viendo un comportamiento errático y cada vez más encerrado en los posicionamientos de Junts. Lo hemos visto con los Juegos Olímpicos de Invierno, con una consulta que deja fuera a comarcas importantes. (…) Sabemos que se reunirá con los partidos independentistas y dejará fuera al resto; no está trabajando en una propuesta del sistema de financiación [autonómica], que tan urgente es; y el colofón ha sido el "no" a la reforma laboral".
"Vemos cómo la distancia entre ERC y nosotros se está ensanchando", ha añadido Albiach en declaraciones a TV3, Albiach. Ahora bien, esto no implica ni de lejos una ruptura de relaciones, ya que a partir de ahora En Comú Podem hará "lo que siempre ha hecho". "Nunca damos un cheque en blanco a nadie y miraremos propuesta por propuesta [del Govern] para ver cuáles son realmente transformadoras y conllevan los cambios que el país necesita". "Somos gente de palabra y tenemos un acuerdo con los presupuestos" del Govern que, por lo tanto, se cumplirá, han agregado. De sus palabras se deduce claramente que en ningún caso los comunes cierren la puerta a facilitar la aprobación de leyes en Catalunya, siempre que sean "transformadoras".
Malestar en ERC con Díaz
En el caso de los republicanos, desde la dirección se sienten profundamente molestos por las "duras maniobras de presión" que aseguran ha ejercido la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, para forzar a Esquerra a abandonar el "no" a la reforma laboral. Y no se refieren tanto a las amenazas de los Comuns en relación a retirar los apoyos parlamentarios al Govern, como a la presión ejercida a través de los sindicatos del acuerdo, es decir UGT y CCOO. La semana pasada Díaz pasó por Barcelona para participar en actos de las dos organizaciones -con diferencia, los principales sindicatos en Catalunya-, que sirvieron para lanzar algunos mensajes a ERC.
En Esquerra reconocen que "ha habido un debate interno" al respecto de la votación sobre la reforma laboral. No se puede olvidar que el partido dispone de un buen número de dirigentes y militantes que también forman parte de los dos sindicatos. "ERC es un partido grande, con implantación en muchos sectores diferentes y con sensibilidades diversas. El debate interno resulta lógico y enriquecedor" se defiende desde la cúpula directiva. Pero lo cierto es que no ha gustado que Díaz haya utilizado a los sindicatos, especialmente a UGT, para presionar al partido. Con todo, desde la dirección se muestran satisfechos de que el debate se haya realizado de puertas adentro del partido y la decisión final de votar que "no" a la nueva reforma laboral aseguran que ha sido asumida por todo el partido sin fisuras.
En Esquerra se muestran convencidos que habrá una distensión entre los republicanos y el Gobierno
Respecto a las relaciones parlamentarias, en Esquerra se muestran convencidos de que habrá una distensión entre los republicanos y el Gobierno del PSOE y Unidas Podemos después del alto voltaje vivido en el Congreso este jueves. Entre otras cosas, porque "no vamos a renunciar nunca a votar a favor de todo aquello que consideremos beneficioso para los catalanes y las catalanas", mantienen. Pero los republicanos también alertan que "el PSOE ha intentado una jugada arriesgada intentando sacar a Esquerra de la ecuación y ha estado a punto de quemarse. No hay una mayoría alternativa a la de la investidura en la cual nosotros somos la principal pieza".
En este sentido, ERC considera que para rehacer las relaciones con el Gobierno español hacen falta tres cosas: "Aparcar la prepotencia y ser conscientes de que no se tiene mayoría absoluta ni mayoría alternativa", "negociar de buena fe con el fin de llegar a acuerdos que sean beneficiosos para la gente" y "aparcar de una vez la idea chantajista" de exigir los votos "porque si no viene la ultraderecha". En este escenario ERC siempre estará dispuesto a negociar con la mano tendida, aseguran desde el partido de Oriol Junqueras y Marta Rovira. Y respecto a las relaciones con En Comú Podem en el Parlament, los republicanos evitan vincular las dos cámaras legislativas: "Son dos dinámicas diferentes", aseguran. Y se muestran convencidos de poder rehacer las relaciones.
La importancia de la mesa de negociación
En Esquerra recuerdan que el Gobierno español tiene pendiente el compromiso de avanzar en la mesa de negociación sobre el conflicto político entre Catalunya y el Estado que lleva semanas congelada por decisión de Moncloa. Un tema que sí consideran crucial para poder rehacer las relaciones con el Gobierno de Pedro Sánchez y que puede marcar el resto de la legislatura. "La mesa debe reunirse lo antes posible", exigen los republicanos. Y el propio president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha dejado claro que "la negociación para resolver el conflicto político no depende de ir votando a favor cada ley que presente el Gobierno español en el Congreso", en referencia al "no" de Esquerra de este jueves a la nueva reforma laboral.
Este espacio de diálogo también es defendido con firmeza por En Comú Podem, para quién este 2022 tiene que ser el año "en el que la mesa [de negociación] empezará a dar frutos. Sin diálogo no hay solución política, que es la solución que tenemos que darle [al conflicto]". Jéssica Albiach también ha insistido este viernes en la necesidad de "acabar de una vez por todas con la judicialización del conflicto".
Lo ha hecho pocas horas después de que el Parlament confirmara la retirada del escaño del hasta ahora diputado de la CUP Pau Juvillà. El dirigente anticapitalista fue condenado en diciembre a medio año de inhabilitación por desobediencia, tras negarse en 2019 a retirar lazos amarillos en apoyo a los presos independentistas de las ventanas de su despacho en la Paeria [ayuntamiento] de Lleida cuando era concejal. La Junta Electoral Central (JEC) había ordenado al Parlament la retirada del escaño, pese a que la condena a Juvillà no es firme -el Tribunal Supremo todavía no se ha pronunciado sobre los recursos a la sentencia-, con este viernes como fecha límite para ejecutarla. El mismo jueves el Parlament aprobó un dictamen de defensa simbólica del hasta ahora diputado, que contó con el apoyo de En Comú Podem, además del de ERC y Junts. Un ejemplo claro de que, pese al incendio generado por la reforma laboral, en ningún caso su relación con el independentismo de izquierdas se haya convertido en tierra quemada.
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