Este artículo se publicó hace 3 años.
La restauración, la cultura y el ocio nocturno reciben entre la sorpresa y la indignación las nuevas restricciones en Catalunya
El cierre del ocio nocturno y la reducción de aforos en restaurantes al 50% y salas de cine y teatro al 70% para frenar el avance de la pandemia llega a las puertas de Navidad, una de las épocas de mayor facturación.
Emma Pons Valls
Barcelona-Actualizado a
La cultura, la restauración y el ocio nocturno en Catalunya han recibido con sorpresa, indignación y resignación las medidas anunciadas por el Govern este lunes, que imponen el cierre de discotecas y aforos de entre el 50% y el 70%, además del toque de queda entre 1h y 6h de la madrugada. Unas medidas que deberá aprobar el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) en las próximas horas y que llegan a las puertas de Navidad, uno de los momentos del año con mayor facturación y actividad, y que han provocado las quejas de los sectores afectados y la demanda de ayudas económicas para afrontarlo, según recoge la ACN.
Los sectores afectados piden ayudas económicas
Al ocio nocturno, el nuevo cierre le ha cogido por sorpresa. El presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de Catalunya (ASACC) y gerente de Razzmatzz, Lluís Torrents, ha dicho en declaraciones a la ACN que "esperaban" medidas de "cierre general" pero no las anunciadas por el ejecutivo, y que a su entender sólo afectan a "un sector pequeño de la población" que además es mayoritariamente joven y "menos vulnerable" ante el virus. Torrents avisa además de que, como anteriormente, la población joven "buscará la forma clandestina y sin control" para divertirse de noche.
Torrents ha admitido que están "cabreados y decepcionados", además de "sorprendidos". "Esperábamos medidas, si la situación era complicada, para bajar el ritmo general de vida, como se ha hecho en Portugal o Países Bajos", ha dicho Torrents.
"La medida afecta a la línea de flotación de la cultura, la música, y también a un público como el joven que ya tiene problemas", ha lamentado el responsable de la sala Razzmatazz y presidente de la asociación que las agrupa todas.
Por su parte, las patronales de la restauración y el ocio nocturno reaccionaron con indignación a las nuevas restricciones. En declaraciones a la ACN, Joaquim Boadas, presidente de la patronal del ocio nocturno Fecasarm, ha anunciado que la entidad impugnará las decisiones y que pedirá al TSJC que dicte medidas cautelarísimas para que no se apliquen mientras resuelve el litigio. Por su parte, Fernando Martínez, secretario general de Fecalon, ha lamentado en Catalunya Ràdio que no se haya pensado en otras medidas que a su juicio serían más efectivas, como cerrar los colegios o confinar quince días a toda la población.
Ambas patronales han lamentado unas medidas que se toman en una de las temporadas más importantes del año para los sectores de la restauración y el ocio nocturno. "Un jarrón de agua fría", ha admitido Martínez. Boadas, por su parte, ha lamentado también haberse enterado de las medidas "cuando ya se habían decidido".
Boadas afirma, además, que las medidas se han tomado en función de una "alarma que no existe", y ha subrayado que la incidencia acumulada de los últimos 14 días muestra que los contagios se dan, principalmente, entre los menores de 15 años, "que no son target principal ni de restauración ni de ocio en horario nocturno". También ha apelado a que la tasa de vacunación supera "un 10 por ciento" la de países como Alemania o que en las UCI, nueve de cada 10 pacientes ingresados por Covid no están vacunados. Por tanto, y a su juicio, los datos "no justifican estas medidas tan drásticas".
Por su parte, Martínez ha admitido que el anuncio de nuevas medidas les engancha "con neveras llenas y toda la contratación programada". En este sentido ha subrayado que los 15 días para los que están previstas las medidas en un principio son "fundamentales". Nochevieja es "la mitad de facturación del ocio nocturno" de los últimos días del ejercicio, según los cálculos de la entidad.
La cultura, con las entradas vendidas
La cultura, por su parte, deberá reducir aforos al 70% y en muchos casos el anuncio les ha cogido con todas las entradas ya vendidas. La presidenta de la Asociación de Empresas de Teatro (ADETCA), Isabel Vidal, ha lamentado que es "una noticia dura" y que "no esperaban". De hecho, Vidal ha reconocido que antes que una reducción de aforo esperaban la petición del certificado Covid-19 porque "dentro de los teatros se cumplen las medidas de seguridad con la mascarilla".
Asimismo, Vidal ha pedido ayudas económicas al Departament de Cultura y a las administraciones para "rescabalar esta pérdida de ingresos tan importantes", ya que la Navidad es la mayor época de recaudación en los teatros, según informa Pere Francesch de la ACN. "Seguiremos trabajando y debemos gestionarlo de la mejor manera que podamos", ha añadido.
Piden respetar las ventas anticipadas para las funciones
La presidenta de ADETCA también ha señalado que son conscientes de que "otras actividades sufrirán restricciones más duras y que la situación es muy complicada y deberemos pasarla entre todos".
El presidente del Gremio de Cines de Catalunya, Camilo Tarrazón, ha manifestado que es "una medida dura" que tendrá un "perjuicio importante" para el sector, ya que llega en una época de gran afluencia a las actividades culturales como es la Navidad. Sin embargo, Tarrazón ha admitido que si el Govern ha decidido sacarlo adelante es porque creen que "es necesario".
En este contexto y a la espera de conocer "la letra pequeña" de las medidas, pidió, en declaraciones a la ACN, el salvoconducto cultural (para sortear el toque de queda cuando se sale de una actividad) y que se respeten las ventas anticipadas para las funciones. También reclamó al Govern que acompañe al sector cultural para hacer frente a "las dificultades que estas medidas comportarán".
Por otra parte, las nuevas restricciones han caído como un jarrón de agua fría también a las entidades, muchas de las cuales están preparando estos días funciones clásicas de Navidad como Els Pastorets. El Centre Cultural de Pineda de Mar estaba en pleno ensayo este lunes cuando se supo la decisión. La sala del Centre Cultural, con 290 sillas y prácticamente todas las entradas vendidas para siete días de funciones, deberá recolocar ahora en tiempo récord a cientos de personas, unas 90 por sesión. "Respetaremos las restricciones pero es duro para las entidades culturales. Se nos hace muy difícil trabajar de este modo", ha dicho la presidenta de la entidad, Ester Deprius, en declaraciones a la ACN.
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