Esta campaña electoral y las elecciones del 2 de diciembre en Andalucía pueden significar para Ciudadanos un golpe de efecto para desbancar al Partido Popular de su cómoda posición en la derecha parlamentaria desde hace varias décadas, cuya estrategia pasa por utilizar a Catalunya para ganar simpatías en el sur.

Fuentes de la dirección nacional del partido confían en conquistar un amplio espacio del mapa político andaluz y suena cada vez con más fuerza el ‘sorpasso’ al PP. Esto serviría de condicionante para el año próximo, en el que se celebrarán el resto de procesos electorales: municipales, autonómicas y europeas. Y quizás también generales si los presupuestos del Gobierno no salen adelante.

Albert Rivera y especialmente, Inés Arrimadas, que apela a su “orgullo gaditano y español”, tienen un gran filón entre los votantes andaluces por su papel en el ‘procés’ catalán y su defensa a ultranza de la unidad de España. El objetivo natural de Ciudadanos es conquistar "el espacio de centro-derecha", pero también buscan hacerse con ese electorado desencantado con el PSOE.

Sus expectativas son altas, pues esperan "como mínimo" multiplicar por dos el resultado de las elecciones de 2015, en las que obtuvieron 9 diputados y, en el mejor de los casos, incrementar su presencia "en un 250%" según fuentes de la Ejecutiva nacional.

Su campaña, al igual que la del PP, está muy centrada en sus líderes nacionales, pues sus candidatos no tienen un perfil tan potente como el de Teresa Rodríguez o Susana Díaz, y sus argumentos durante esta precampaña han estado repletos de referencias a la política estatal: Catalunya, la unidad de España y las banderas rojigualdas, sin apenas nombrar las propuestas concretas para Andalucía.

Ciudadanos repite también como un mantra la importancia de “la regeneración democrática”, pero este discurso puede chirriar en algunos oídos, pues fueron los socios de Gobierno de Díaz durante la pasada legislatura. 

Juanma Marín, su candidato a la Junta de Andalucía, afirmó al inicio de la precampaña que no respaldarían a Susana Díaz de nuevo. En una entrevista con Público, sostuvo: “Ahora recuperar la confianza es imposible. Al menos con este PSOE y con esta presidenta. Por eso, los votos de Ciudadanos no van a servir para hacer ni al PSOE ni a Susana Díaz presidenta de la Junta de Andalucía otra vez”.

Rivera y Arrimadas, siempre con su candidato

La intención Ciudadanos es que Rivera, Marín y Arrimadas coincidan en todos o casi todos los actos posibles y cuadrarse para estar presente en las ocho provincias. La dirección nacional del partido asegura que quieren hacer una campaña “muy pegada a la calle” y que por ese motivo la imagen de campaña es un ‘selfie’.

El presidente de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera (3i); junto a la portavoz nacional de Ciudadanos, Inés Arrimadas (3d); el líder de la formación en Andalucía, Juan Marín (2i), y la secretaria de Política Municipal de Ciudadanos, Begoña Villacís (i), entre otros, juntan sus manos durante el acto 'Los liberales de Cádiz'. EFE/Román Ríos

En la dirección se muestran “orgullosos” de contar con un gran número de voluntarios para hacerlo posible. “Ahora tenemos 30.000 escritos entre simpatizantes y afiliados, hace cuatro años teníamos 1.500”.

Rivera asistirá a los tres actos centrales, empezado por este fin de semana; el sábado estará en Sevilla y el domingo en Cádiz; fuentes del partido ya han asegurado que pasará la noche electoral en Sevilla. El partido naranja dice que cuenta con un bastión de votantes amplio en estas dos ciudades y también en Málaga, por lo que intentarán afianzar sus posiciones allí.

Según la estimación de Ciudadanos, Rivera recorrerá unos 10.000 kilómetros durante la campaña, aunque alternará su presencia allí con actos también en Madrid, como el de ‘España Ciudadana’, que se celebrará el día 24.

En medio de la campaña quizá no se entienda este acto en la capital, pero en realidad, seguirá contribuyendo a ella, pues se trata de la misma plataforma con la que ya fue a Altsasu hace unas semanas y en la que propone “crear una barrera del 3% del voto en todo el país para entrar en el Congreso” —lo que limitaría el acceso de las fuerzas nacionalistas e independentistas al Parlamento—.

Durante un acto de la plataforma en Sevilla también cargó contra el cupo vasco y planteó, entre otras cosas, una educación igualitaria en todo el país y la eliminación de barreras lingüísticas para llegar a el "fin del adoctrinamiento”. Así pues, este discurso podría serle útil en las elecciones andaluzas.