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Rueda y Feijóo se arriesgan a vestir las autonómicas gallegas con el disfraz de carnaval de la política estatal

El PP aboca a celebrar la campaña del 18F en pleno 'entroido' e intenta trasladar a Galicia la polarización madrileña, pero pone en peligro su mayoría si PSOE y BNG monopolizan el relato del "orgullo de ser gallego" que despierta esa celebración.

15/8/23 Feijóo y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el pasado domingo en la Festa do Albariño de Cambados (Pontevedra).
Feijóo y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el pasado domingo en la Festa do Albariño de Cambados (Pontevedra). Salvador Sas / EFE

El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que estará en funciones en cuanto el Diario Oficial de Galicia (DOG) publique la convocatoria de elecciones al Parlamento de la comunidad, se arriesga mucho al elegir el 18 de febrero como el día D, en el que debe constatar si los gallegos le otorgan a él por primera vez la confianza mayoritaria que entregaron a Alberto Núñez Feijóo en los cuatro comicios anteriores.

La fecha elegida hará que la última semana de campaña coincida con la de los carnavales, una de las festividades más celebradas y popularmente reverenciadas en un territorio donde la participación en las autonómicas acostumbra a desplomarse con respecto a las generales -un 41% en los últimos comicios gallegos frente al 27% del 23J-.

De la elección de Rueda cabría intuir que el presidente busca una escasa movilización ciudadana, o que al menos la abstención no le preocupa tanto como debiera.

Si aciertan los analistas que creen que al PP le conviene trasladar a Galicia el ruido de la política estatal, para así activar al votante de derechas y desanimar al de izquierdas, entonces sí puede aventurarse que el candidato popular ha sido plenamente consciente de su decisión.

Nacionalismo español

Claro que si quienes tienen razón son los que piensan que es un error de bulto trasladar a Galicia un debate que sólo encabeza las principales preocupaciones ciudadanas en Catalunya, en Madrid y en las comunidades con mayor presencia del nacionalismo español, entonces cabe pensar que Rueda puede haber metido la pata.

Porque en Galicia, y no se entienda como broma ni como recurso fácil, el Carnaval se celebra con orgullo nacional. Como una festividad ancestral y distinguida propia de la cultura milenaria del país. De hecho, aquí no se habla tanto de carnavales sino de Entroido, una palabra que no existe en castellano. De ahí el riesgo de disfrazar el concepto y vestir las fiestas y la campaña con un exceso de madricentrismo.

Cuando anunció el adelanto electoral este jueves, el presidente gallego reconoció que había hablado con Feijóo esa misma mañana, aunque negó que su antecesor le hubiera impuesto la convocatoria. "La decisión la tomé yo pensando en los intereses generales de Galicia", dijo.

20/12/23 La portavoz nacional y candidata del BNG, Ana Pontón, el jueves tras conocer el adelanto electoral.
La portavoz nacional y candidata del BNG, Ana Pontón, el jueves tras conocer el adelanto electoral. BNG

No se quitó el disfraz de politico cauto y sensato, sin embargo, para explicar por qué a Galicia le interesa precisamente votar con resaca de antifaces, trasnoches y laconadas. Ni si una campaña electoral entre festivos, puentes y entierros de la sardina es lo más adecuado para que los ciudadanos puedan atender con rigor a los mensajes de cada opción política, y para decidir la suya propia con la serenidad y capacidad de reflexión que se presupone en una democracia seria.

El ruido de la ley de amnistía

A nadie se le escapa que es el propio Feijóo quien cree que lo que más  conviene a sus intereses es que no se apague el ruido de la ley de amnistía y la estridencia pagana de las manifestaciones anti Sánchez.

Pero si Galicia le da la espalda y el PP pierde la mayoría absoluta en su tierra a menos de cuatro meses de las elecciones europeas, el rol de vencedor moral que intenta seguir interpretando en Madrid el presidente del PP podría empezar a hacer aguas. Y con él toda la estrategia de crispación y desaires a todo volumen con la que ha planteado la previa y el inicio de la legislatura.

Si el PP pierde Galicia a cuatro meses de las  europeas, el rol de vencedor moral de Feijóo se pondrá en entredicho

El liderazgo de Feijoo entraría en un peligroso período de cuaresma, si se permite la metáfora: ese mes y pico en el que Roma y los sectores más ortodoxos de su Iglesia vetan la ingesta de carne, y en el que es habitual que aumente el consumo de de pescado y vegetales. Y fruta. Como la que llena las cestas que Ayuso regala estos días a la militancia del PP para mantener viva la dinámica de ocurrentes agravios hacia al presidente del Gobierno.

De las reacciones de los aspirantes a sustituir a Rueda, paradójicamene, puede deducirse que asumen la data con ánimo, fortalecido, incluso.

Pontón celebra el adelanto electoral como "una gran noticia"

La líder de la oposición, Ana Pontón, del BNG, la candidata mejor posicionada entre ellos, celebró el adelanto electoral como "una gran noticia" y ni siquiera quiso valorar ese efecto carnaval con el que parece que Rueda pretende camuflar las elecciones. "Estoy más preparada que nunca", dijo.

El Bloque lleva meses de lleno en campaña, argumentando que el Gobierno del PP en Galicia "está agotado" y que hay una mayoría social que quiere cambio, tirando, precisamente, del "orgullo de sentirse gallego y gallega" para votar nacionalismo con independencia de que se sea conservador o progresista.

Esa mayoría también sería electoral si se tiene en cuenta que las izquierdas y el nacionalismo de la comunidad superaron en voto a la derecha y la ultraderecha el 23J. En el BNG están convencidos de que hay opciones reales de que Pontón sea la primera mujer presidenta en 40 años de autonomía de Galicia, y de que hacer coincidir la campaña con el entroido no sólo no les perjudica, sino que les beneficia.

El socialista José Ramón Gómez Besteiro, por su parte, parece compartir una sensación parecida, y el jueves, tras conocer el anuncio  de Rueda, enarboló un mensaje similar: "Estamos preparados para liderar el cambio".

Besteiro y el apoyo pleno del PSOE

Exdelegado del Gobierno en la comunidad, presidente de la Comisión de Transportes del Congreso y en primera línea de los comparsas de Sánchez -entiéndase de nuevo como irónica metáfora, ahora en referencia a los hombres del círculo de confianza del presidente-, Besteiro sabe que no sólo cuenta con el apoyo y la complicidad personal de éste, sino que el PSOE se volcará en sostener su asalto a la Xunta.

Moncloa parece consciente de que la dispar mayoría parlamentaria que sustenta al Gobierno de coalición se cohesionará de manera inversamente proporcional a la fortaleza o fragilidad en la que quede la posición interna de de Feijóo en el PP tras el 18F. Y por ello cabe esperar una implicación mayor de la que disfrutaron en ocasiones anteriores los candidatos que precedieron a Besteiro, como Gonzalo Caballero. 

20/12/23 Besteiro y Sánchez, el pasado sábado en la convención política del PSdeG.
Besteiro y Sánchez, el pasado sábado en la convención política del PSdeG. PSdeG

Las mayores dudas están a la izquierda del PSOE, donde no es sólo que exista una enorme fractura entre sus actores y actrices más relevantes tanto en Madrid como en Galicia y una imagen demasiado nítida, por ajustada a la realidad, de enfrentamientos y división. Sino porque ninguno de ellos cuenta de momento con un candidato o candidata que llevarse a las urnas. Disfrazar a uno o a otra, lleva tiempo, y la verdad es que no lo hay.

Ni Sumar, ni las mareas, ni Esquerda Unida, ni Anova, ni Podemos han designado aún cabeza de cartel. Aunque es cierto que todos cuentan con candidatables en sus respectivos liderazgos: Paulo Carlos López, Marta Lois y Juan Díaz Villoslada en el movimiento de Yolanda Díaz; Eva Solla en EU; Martiño Noriega por los nacionalisas de Beiras vinculados a las mareas; Borja San Ramón por la formación de Ione Beltarra e Irene montero...

Procesos de escucha en la izquierda alternativa

Sucede sin embargo, que sus procesos de escucha, sus primarias, sus mesas de diálogo, coordinadoras y convenciones podrían llegar demasiado tarde. Porque de aquí al Carnaval, pasando por las fiestas navideñas y la cuesta de enero, se llega en menos de sesenta días.

El espacio de la izquierda alternativa en Galicia está habituado a tensar los tiempos, pero quizá en esta ocasión los han forzado demasiado. Tras conocer la convocatoria, la dirección federal de Izquierda Unida pidió a todos los actores y actrices que estén "a la altura", limen sus diferencias y logren armar una candidatura unida y de consenso, informa Europa Press.

Curiosamente, el más carnavalero de los partidos que aspiran a entrar en O Horreo -la sede del Parlamento de Galicia- ha sido el que más ha denostado la fecha elegida por Rueda. El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que presenta a las autonómicas a su mano derecha en Democracia Ourensana (DO), Armando Ojea, la considera "un desprecio" a la provincia donde más tradición, más duración y más impacto social tiene el Entroido gallego.

Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense, disfrazado de Joker el pasado 31 de octubre.
Gonzalo Pérez Jácome, alcalde de Ourense, disfrazado de Joker el pasado 31 de octubre junto a una colabooradora en el Ayuntamiento de la ciudad. X de Gonzalo Pérez Jácome,

Muchos piensan que lo de Jácome, es decir sus problemas con la justicia, sus corruptelas y su recalcitrante comportamiento histriónico, agresivo y lenguaraz, son sólo una careta construida por los medios. Son esos, probablemente, los que le han votado el 28M. Y si se repitiesen ahora esos resultados, que le dieron a DO la Alcaldía de la capital, Jácome arrebataría un escaño al PP y se quedaría a menos de 1.200 votos de sacarle el segundo.

Puede que Rueda y Feijóo intuyan también que Jácome puede acabar convertido al día siguiente del 19J en una especie de malévolo Puigdemont disfrazado de gallego, armado, como él, con la única llave que puede abrir o cerrar la puerta a la mayoría que el PP necesita para seguir gobernando en Galicia, y para que no sea el presidente del PP quien se despierte en plena cuaresma con una terrible resaca..

Otro argumento para pensar que la decisión de señalar las autonómicas para el 18 de febrero tiene un riesgo muy elevado si lo que se pretende es que se hable del carnaval, y no del entroido.

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