Público
Público

Sánchez se ancla en reprochar a Podemos que no haya un 'gobierno de cambio'

Acusa a Pablo Iglesias de anteponer el derecho a la autodeterminación a los derechos sociales por defender el derecho a decidir

El presidente del Gobierno en funciones y del PP, Mariano Rajoy (i) saluda al líder del PSOE, Pedro Sánchez (d), ante uno de los moderadores del programa, Pedro Piqueras (c), en el plató momentos antes de iniciar el único debate a cuatro de la campaña electoral, organizado por la Academia de cara a las elecciones generales del 26J, hoy en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. EFE/Mariscal

MANUEL SÁNCHEZ

MADRID.- Más de diez veces lo dijo de formas distintas pero parecidas, y reiteradamente durante la primera parte del debate. El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, parece que fue al debate “a cuatro” con un propósito claro: poner de manifiesto que fue Podemos el culpable de que no hubiera ya en España un Gobierno de cambio y progresista.

Con toda la intención, en cada intervención temática, fuese del tema que fuese, Sánchez colgaba la coletilla con ese reproche: “Podríamos haber luchado ya contra la explotación laboral, reducir las cuotas de autónomos, subir el salario mínimo interprofesional, pero desgraciadamente el señor Iglesias con el señor Rajoy votaron que no”.

Sánchez, además, introdujo un nuevo elemento para reprochar a Podemos su investidura fallida, “el señor Iglesias prefirió el derecho a la autodeterminación que a los derechos sociales”, dijo. Y recordó que la coalición de Iglesias defiende el derecho a decidir no sólo en Catalunya, sino también Galicia y en Euskadi.

El líder del PSOE, además, en un principio quiso dirigirse sobre todo a Mariano Rajoy. Pero el presidente en funciones ni siquiera lo miraba cuando relataba datos económicos, datos de empleo y ni siquiera cuando quería provocarle: “Aquí señor Rajoy ha impuesto el modelo de Díaz Ferrán, hay que trabajar más, y cobrar menos”, dijo. Ni aún así Rajoy se dignó en mirarle.

Pero Sánchez no dejó de bombardear al candidato del PP, a quien acusó de “revanchismo ideológico” por subir el IVA cultural o imponer un impuesto al sol, y también colocó sus propuestas, “si yo Gobierno, los que le votan a usted, señor Rajoy, van a pagar más impuestos”.

El tono subió a mayores con las acusaciones sobre corrupción al PP, donde Sánchez volvió a recordar el “caso Bárcenas” y los SMS enviados al ex tesorero del Partido Popular por el presidente en funciones. Ahí, sí, Rajoy torció el gesto.

Con Iglesias, una y otra vez el reproche de lo que pudo ser y no fue, pero tampoco buscó el cuerpo al cuerpo con el líder de Podemos. Más allá de acusarle de haber querido ser “el jefe de los espías” o de recordare algunos presuntos casos de corrupción.

En ningún momento se dirigió a Ciudadanos ni a Rivera, y se negó a revelar los pactos después de las elecciones, “haremos lo mismo quedemos primeros, segundos, terceros, o cuartos”. Pero no aclaró nada más.

Sánchez también hizo sus propuestas y colocó sus principales menajes políticos en defensa del Estado de Bienestar. Pero sin arriesgar. Fue a mantener un tono moderado y sin llevar ninguna carta bajo la manga.

En Ferraz están satisfechos. La posición oficial es que Sánchez se ha impuesto “ante un Iglesias cabreado y un Rajoy arrinconado” y que ha logrado romper la estrategia de bipolarización de PP y Podemos. Sánchez llegó más allá de la una de la madrugada a Ferraz y fue recibido con una gran ovación. Habló poco. Y, como hizo en el debate, pidió el voto al PSOE como “el único útil para un cambio posible”.

Sánchez parece que salió satisfecho en un debate que quiso jugarlo en tono bajo, aunque parece que le va a pasar un alta factura.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias