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Sánchez ofrecerá su "gobierno a la portuguesa" a los sindicatos con la subida de las pensiones en el aire

El presidente del Gobierno se reúne este jueves con CC00, UGT y con la patronal en el marco de reuniones que mantiene con los agentes sociales de cara a un segundo intento de investidura. El riesgo de congelación de las pensiones será uno de los asuntos más urgentes a tratar.

Pedro Sanchez en un encuentro en el Palacio de la Moncloa con los líderes de los sindicatos / REUTERS

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se reúne este jueves con las principales asociaciones sindicales (UGT y CCOO) y con la patronal (CEO y Cepyme) en el marco de encuentros con los agentes sociales que mantiene el Ejecutivo desde el lunes. Estas reuniones están resultando la antesala de las negociaciones que el PSOE mantendrá con el resto de fuerzas políticas de cara a un segundo intento de investidura, y uno de los principales objetivos de Sánchez es el de reforzar la idea de “gobierno a la portuguesa” que quiere para esta legislatura.

Este Ejecutivo estaría compuesto solo por los socialistas (dejando fuera a los miembros de Unidas Podemos), y se apoyaría en pactos puntuales en el Parlamento para poder gobernar. Esa es la propuesta que ha lanzado el presidente del Gobierno en funciones tras su fracaso en la investidura y tras descartar volver a negociar con los de Pablo Iglesias un gobierno de coalición con un reparto ministerial en función de los resultados electorales.

Sin embargo, convencer a la formación morada de que renuncie a entrar en el Ejecutivo (el gobierno de coalición constituyó uno de los ejes centrales de su campaña electoral) no parece factible en la actualidad. Los de Iglesias defienden que un Ejecutivo basado en un acuerdo programático con el PSOE no es una garantía en sí mismo, dados los incumplimientos que denuncian del acuerdo presupuestario al que llegaron con los socialistas en la pasada legislatura.

Durante las negociaciones entre ambas formaciones, Iglesias se reunió con los sindicatos. Aunque apostaron claramente por la formación de un Gobierno progresista con capacidad para sacar adelante reformas sociales y laborales de calado, no quisieron pronunciarse sobre la forma concreta que debía tener el Ejecutivo, ni sobre si Unidas Podemos debería formar parte del mismo o apoyarlo desde fuera en base a un acuerdo programático.

Sí que destacaron la “sintonía” con la formación morada y definieron a los de Iglesias como un actor “fundamental” para sacar adelante medidas sociales de calado. “Queremos que en este país se reparta la riqueza y esto se puede hacer desde una mayoría que hoy existe en el Congreso. El papel de Unidas Podemos en este sentido es fundamental", manifestó entonces Pepe Álvarez, secretario general de UGT.

Las organizaciones sindicales rechazan de pleno posicionarse sobre su opción preferida para formar gobierno, por lo que su posicionamiento y su papel en general en la investidura dependerá de una cuestión muy concreta: el acuerdo programático. Tanto desde CCOO como desde UGT han insistido siempre en que lo importante son las medidas que se pueden llevar a cabo con la mayoría progresista que hay actualmente en el Congreso.

Reforma laboral y Estatuto de los Trabajadores

Por esto, la “baza” de Sánchez a la hora de reunirse con los sindicatos este jueves será el plan económico y laboral que esboce ante los agentes sociales. En este sentido, el presidente ya avanzó durante el debate de investidura algunas de las medidas que piensa llevar a cabo si repite como líder del Ejecutivo, entre las que están la derogación de los aspectos “más lesivos” de la reforma laboral o la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores que haga frente a retos como la digitalización o la robotización del trabajo.

Habrá que esperar hasta el final de la reunión para saber cuál es la propuesta concreta de Sánchez y cómo la han recibido desde CCOO y UGT, sindicatos que defienden la derogación completa de la reforma laboral. Álvarez manifestó este miércoles en una entrevista radiofónica estar de acuerdo con el Estatuto de los Trabajadores necesita una "reforma integral" que vaya más allá de derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral.

  Sin embargo, es el asunto de las pensiones el que más puede decantar cualquier posicionamiento de los sindicatos. La reforma que aprobó el Gobierno de Rajoy en 2014 limita el crecimiento de las pensiones al 0,25%, por lo que, si no se forma un Ejecutivo antes de que acabe el año, existe el riesgo de que no se actualicen respecto al IPC.

Aunque un Gobierno en funciones puede aprobar decretos si justifica la urgente necesidad de la medida en concreto, una segunda investidura fallida, con la consiguiente repetición electoral, complicaría mucho el sacar adelante una reforma en este sentido. Desde los sindicatos apremian a llevar a cabo una reforma que garantice el poder adquisitivo de los pensionistas y que sea estable, lo que necesariamente pasa por un acuerdo en el seno de la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo. El tiempo corre en contra de la subida de las pensiones, y la reunión entre Sánchez, sindicatos y patronal, con la investidura de fondo, podría ser el primer paso para resolver esta cuestión.

La ministra de Hacienda, Maria Jesús Montero, expicó este miércoles que para poder revalorizar las pensiones y el salario de los funcionarios es necesario contar con un Gobierno en pleno rendimiento, si bien ha apuntado que "evidentemente hay que respetar escrupulosamente los compromisos con los pensionistas. "Con los pensionistas y los empleados públicos hay una hoja ruta y un calendario a cumplir de actualización, pero para ello necesitamos un proyecto de PGE. En caso de que no lo tengamos, tenemos que enfrentarnos a ver cómo asumimos una segunda prórroga presupuestaria, que se hace más complicado", ha advertido.

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