MADRID.- No estuvo el presidente valenciano Ximo Puig y la dirigente andaluza Susana Díaz, como casi siempre que la convocan en Ferraz, llegó tarde. Pero el encuentro de Sánchez con sus barones, a las puertas del Comité Federal y de su acto de proclamación como candidato por el PSOE a la Presidencia del Gobierno, fue un cierre de filas del que tan necesitado están los socialistas.

Sánchez apeló en la reunión a la unidad, al menos por 40 días, y se mostró muy convencido de que si el PSOE se moviliza y aparca divisiones internas puede llegar a ser la primera fuerza política, digan lo que digan las encuestas.

Pese a la difícil semana que han tenido los socialistas, el incombustible Sánchez no decae un ápice en su ánimo de ir a por todas en estas elecciones, y así se lo hizo saber a los secretarios generales a los que dijo que la victoria sólo depende del propio PSOE.
Y es que la dirección del PSOE quiere que a partir de este sábado, en el que se aprobarán las listas y el programa en un Comité Federal de trámite que dará paso al acto de proclamación de Pedro Sánchez, se escenifique la unidad del partido en torno a su candidato.

Para ello, será la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, quien presente a Sánchez en su acto de la aceptación de la candidatura, un gesto más simbólico que real pero que, al menos, debe aguantar cuarenta días. En las anteriores elecciones fue el presidente de Asturias, Javier Fernández, quien lo hizo, pero en esta ocasión el líder socialista ha querido buscar esta imagen.

Luego, Sánchez esbozará esta sábado un discurso con un mensaje muy claro: “El PSOE es la única izquierda posible”, según informaron fuentes socialistas, dando a entender que los socialistas no van a dejar ese espacio que ya no figura en el nombre de la coalición Podemos/Izquierda Unida, que se denominará “Unidos Podemos”.

Además, intentará presentarse con un proyecto progresista, socialdemócrata y creíble, y centrará sus críticas tanto en un PP gastado y acosado por la corrupción, como en unas formaciones de izquierdas que han permitido que Rajoy siga en el Gobierno y que su única obsesión es ganar a los socialistas.

El PSOE cree que las tormentas ya han pasado y que ahora toca ir de lleno a la precampaña y a la campaña, y aseguran que Sánchez para eso está más que preparado. Además, los secretarios generales también saben que se juegan lo suyo, y que es el momento de cerrar filas.

Alguna sorpresa más habrá hoy en el acto de presentación en Móstoles (Madrid), pero lo que el PSOE quiere acabar con las divisiones y empezar a competir con sus adversarios políticos. Sánchez es consciente de que, como dijo Patxi López hace unos días, “el ruido interno nos hace mucho daño”.