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Sánchez sitúa a delegados del Gobierno contrarios a los barones regionales que no le apoyaron

En Andalucía, Valencia y Extremadura nombra a dirigentes que respaldaron a otros candidatos en primarias; en Castilla-La Mancha, a un afín al 'sanchismo', y sólo Lambán impone una persona de su línea, aunque no era el candidato que prefería

Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Pedro Sánchez en una fotografía de archivo. - EUROPA PRESS

MANUEL SÁNCHEZ

No ha pasado inadvertido en las federaciones socialistas de Andalucía, Valencia y Extremadura que las personas designadas como delegados del Gobierno de estas comunidades autónomas han sido dirigentes claramente contrarios a los presidentes autonómicos que las presiden y que, en algunos casos, también respaldaron a otros candidatos frente a los barones en las primarias regionales que se celebraron.

El caso que primero llamó la atención fue en Andalucía, con la designación de Alfonso Gómez de Celis al frente a la Delegación del Gobierno. Gómez de Celis ha jugado casi siempre en el bando contrario de Susana Díaz, la presidenta andaluza, y se han enfrentado en múltiples batallas orgánicas en el PSOE andaluz, además de ser el principal valedor de Sánchez en la campaña de las primarias en esta región.

Aunque algunos lo interpretaron en tono de guasa, Díaz se limitó a decir cuando conoció su nombramiento que sabía de la valía de Gómez de Celis, y recordó que ella lo nombró director general de Puertos. Eso sí, olvidó decir que lo cesó en cuanto supo que apoyaba a Sánchez.

El mismo caso se da en la Comunidad Valenciana con la designación de Juan Carlos Fulgencio, mano derecha del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en esta Comunidad, y claramente distanciado del presidente autonómico, Ximo Puig. De hecho, el rival de Puig en las primarias, Rafael García, fue el primero en felicitarle con entusiasmo, mientras que en la Generalitat no se considera que sea la persona adecuada para estar en este cargo, según fuentes cercanas al president de la Generalitat.

Más rocambolesco ha sido el caso de Extremadura, donde por error o no -hay diferentes versiones de los hechos- el Consejo de Ministros informó del nombramiento de Belén Fernández como delegada del Gobierno en Extremadura. Cincuenta minutos después se informaba de que este puesto lo ocuparía Yolanda García Seco.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha declarado que él no hizo ninguna gestión para que decayera el nombramiento anunciado, pero nadie oculta en en el socialismo extremeño que no se hubiera aceptado de buen grado este nombre. Belén Fernández, secretaria del PSOE local de Cáceres, siempre estuvo a favor de Sánchez y, además, en las primarias regionales hizo campaña por Eva Díaz, un candidata que disputó la secretaría del PSOE extremeño a Vara. También hizo campaña en las primarias provinciales por el candidato crítico con la dirección del PSOE regional.

No obstante, tampoco es del máximo agrado su sustituta, García Seco, declarada defensora del actual presidente del Gobierno en todas las primarias socialistas. A esto hay que sumar que en Castilla-La Mancha se ha nombrado como delegado del Gobierno a Manuel González Ramos, diputado por Albacete, miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y amigo personal de Sánchez. Fuentes del Gobierno de García-Page afirman que no ven con malos ojos este nombramiento, aunque no sería el nombre que hubieran dado si hubieran tenido la opción de proponer. González Ramos siempre ha sido uno de los mayores valedores de Sánchez y artífice fundamental de que ganara en las primarias en esta región el secretario general del PSOE, en contra de todas las previsiones y de la postura que mantenía entonces García-Page.

Sólo el presidente de Aragón, Javier Lambán, ha impedido que un afín a Sánchez o cercano a sus rivales en las primarias estuviera en la Delegación del Gobierno. Lambán negoció el nombre directamente con Ábalos, aunque no consiguió la persona que quería, que apuntaba a un senador. Finalmente se acordó el nombre de Carmen Sánchez Pérez, persona de confianza del presidente autonómico.

Fuentes consultadas de distintas federaciones no ocultan su malestar por algunos de estos nombramientos que entienden como un aviso de que Sánchez sigue haciendo diferenciaciones entre quienes lo apoyaron en las primarias y quienes no lo hicieron. Esto también se ha visto a nivel general en los nombramientos del Gobierno, ya que son excepciones los dirigentes socialistas que apoyaron a Díaz y ahora ocupan cargos en algún gabinete del Ejecutivo.

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