Sánchez viaja a Davos para traer empresas de microchips a España con el señuelo de 11.000 millones de los fondos europeos

La captación de empresas tecnológicas para armar el Perte (Proyecto Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) de microchips dotado con 11.000 millones de euros de financiación pública que este martes aprobará el Consejo de Ministros es el principal objetivo que se ha marcado la delegación española que entre el lunes y el miércoles participará en el Foro Económico Mundial de Davos (Suiza), una de las principales reuniones del ámbito económico y productivo del mundo occidental que, al mismo tiempo, suele adolecer de una escasa presencia de representantes políticos y empresariales de Asia, desde donde ahora operan los principales fabricante de ese tipo de componentes industriales.

El Perte, financiado con fondos Next Generation de la UE, tiene como objetivo crear en España un tejido de diseño y producción de este tipo de componentes, el estrangulamiento de cuya comercialización a partir de mediados de 2020 ha provocado el gripado de varios sectores productivos a nivel tanto global como local, con especial impacto en España en la automoción, en la que siguen dándose ERTE y suspensiones de turnos por la falta de estos materiales.

"Los semiconductores son el elemento básico de todos los sectores tecnológicos y por tanto adquieren una importancia geoestratégica mundial en un contexto de transformación digital", explicó hace unas semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al anunciar el próximo lanzamiento del programa en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

¿Cuánto dinero puede movilizar un plan de reindustrialización y modernización tecnológica este tipo? Habrá que esperar al martes para conocer las estimaciones del Gobierno, aunque si éstas van en una línea similar a la de los ocho Perte aprobados hasta la fecha superaría los 34.000.

El proyecto, en cualquier caso, se encuentra en una fase embrionaria y va a comenzar por la atracción de firmas centradas en el diseño de los microchips. Lo referente a la fabricación quedaría pospuesto a más largo plazo; entre otras cosas, por la necesidad de resolver antes algunos aspectos fundamentales como los planes para garantizar el suministro de los escasos materiales que se utilizan en su fabricación, normalmente procedentes de las llamadas 'tierras raras' y cuyos principales yacimientos se encuentran en Asia, África y Latinoamérica.

Reuniones con los jefes de cuatro 'big tech'

Dentro de este objetivo, Sánchez tiene previsto mantener durante las 48 horas que permanecerá en Davos entrevistas con los CEO (máximo responsable) de Intel, Qualcomm, Cisco y Nicron, cuatro de las principales empresas mundiales del ámbito tecnológico, 'big tech' en la jerga económica, cuyas facturaciones suman más de 140.000 millones de euros anuales.

Las dos primeras han mostrado especial interés por sondear las posibilidades de instalar en España plantas de producción, explicaron fuentes de Moncloa, que destacaron que el presidente será el invitado central de un acto con otras 50 firmas tecnológicas que Qualcomm organiza en Davos.

Paralelamente, la agenda de Sánchez incluye otros dos encuentros destacados en el ámbito empresarial, aunque de tonos muy diferentes: con los responsables de Temasec, el fondo soberano de Singapur, se trata de sondear la posibilidad de atraer sus inversiones; con ArcelorMittal, de estudiar las opciones de facilitar el proceso de descarbonización y electrificación de las once plantas del ramo del metal que explota en España para evitar deslocalizaciones, máxime después de haberse producido ya algunas suspensiones de la producción en factorías como la de Sestao por los elevados costes energéticos.

La parte política de la agenda

La agenda del presidente incluye la participación en varios paneles, tanto públicos como privados, sobre seguridad energética y sobre el papel global de Europa. En este último intervendrá junto con el presidente de Grecia, Kyriakos Mitsotakis, y con la presidenta del Banco Central Europeo, Cristine Lagarde.

También tiene previsto entrevistarse con los presidentes de Suiza y de Ruanda, Ignazio Cassis y Paul Kagame, y mantener un encuentro con Maia Sandu, presidenta de Moldavia uno de los países afectados por la tensión bélica en al este de Europa a cuenta de la región prorrusa de Transnitria, aunque no hay previsto ningún contacto con la nutrida representación de Ucrania que visitará el Foro de Davos.

La delegación española se ha marcado como tarea pulsar las posiciones de países que están mostrando indiferencia ante la invasión de Ucrania, un conflicto que está teniendo intensos efectos secundarios para las estructuras económicas de la globalización y los equilibrios geopolíticos que se fueron estableciendo tras el fin oficial de la 'guerra fría'.