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La sanción de la CNMV al ministro Borrell, la habilidad para conseguir lo más difícil y caer después en un escándalo

El ministro ya dimitió como candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno en 1999 tras verse salpicado por el denominado caso de Aguiar y Huguet y entonces dijo: “El cumplimiento estricto de la legalidad no puede ser un refugio para la duda sobre mi comportamiento ético o moral". Sánchez no le va a pedir la dimisión y sólo se irá si así él mismo lo decide.

El ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, habla por su móvil en Cuba, durante la reciente visita al país del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Al ministro Josep Borrell se la ha vuelto a repetir la historia veinte años después, cuando en aquella ocasión consiguió hacer lo más difícil: vencer a Joaquín Almunia en unas primarias para elegir al candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, para luego quedar atrapado en un escándalo que le llevó a presentar su dimisión.

Casi cuatro lustros después, Borrell había vuelto a la cresta de la ola como flamante ministro de Asuntos Exteriores, referente de los constitucionalistas frente al independentismo catalán y hacedor del acuerdo del Brexit sobre Gibraltar que el Gobierno considera un éxito. Y, de nuevo, se ve a atrapado en otro escándalo, aunque de momento no ha presentado su dimisión.

En aquella ocasión. Borrell dimitió al conocerse que dos colaboradores suyos en el Ministerio de Hacienda, Ernesto de Aguiar y José María Huguet, estaban siendo investigados por un fraude fiscal de 460 millones de las antiguas pesetas. Además, también se supo que su exmujer, Carolina Mayeur, había invertido un millón de pesetas en un fondo de inversión de Huguet y en la compra de un apartamento en Lleida.

Borrell defendió la legalidad de sus actuaciones en todo momento, aunque admitió haber cometido errores, y esto le llevó a presentar su dimisión irrevocable como candidato socialista el 15 de mayo de 1999.

En aquella comparecencia, Borrell dijo frases tan ilustrativas como: “El cumplimiento estricto de la legalidad no puede ser un refugio para la duda sobre mi comportamiento ético y legal” o “he dicho que soy un corredor de fondo, lo soy, pero no se trata de mantener la carrera a cualquier precio y creo que el cumplimiento estricto de la legalidad no basta”.

Ahora, también Borrell defiende que ha actuado dentro de la legalidad y niega haber vendido acciones de Abengoa valiéndose de información privilegiada como consejero de esta empresa, por lo que ha sido sancionado con una multa de 30.000 euros por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Pero, en esta ocasión, cree que el hecho de no poder defenderse (tendría que recurrir la sanción al Ministerio de Economía que forma parte del Gobierno al que pertenece) es suficiente gesto para no tener que dimitir. Además, niega haber actuado irregularmente.

El Gobierno se apresuró el martes a darle su pleno respaldo y, aunque esto ha ocurrido en otras ocasiones con ministros que finalmente dimitieron, no parece que vaya a ser el caso.

Según fuentes consultadas, Pedro Sánchez, en esta ocasión, ni le va a insinuar que dimita ni se va a plantear su cese, por lo que la continuidad de Borrell como ministro de Asuntos Exteriores dependerá exclusivamente de su decisión personal que, por ahora, es mantenerse en el puesto.

No obstante, la oposición no va a soltar este tema, y ya ha pedido su comparecencia parlamentaria para que dé explicaciones y también lo utilizará en las sesiones de control al Gobierno, por lo que el asunto está lejos de acabar y va ser utilizado permanentemente para desgastar al Gobierno.

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