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Juicio independencia Santamaría niega que la independencia fuera simbólica y afirma que hubo "actuaciones violentas" en el 'procés'

La exvicepresidenta del Ejecutivo comparece como testigo en el juicio al procés y asegura que siempre rechazaron dialogar sobre el referéndum de autodeterminación que la Generalitat quería pactar. Defiende la gestión de su Gobierno, la misma que ha enmendado el líder de su partido, Pablo Casado, y rebate varias premisas incluidas en las premisas de Vox.

Soraya Sáenz de Santamaría, durante su declaración en el juicio al 'procés'.

La declaración unilateral de independencia (DUI) del Parlament de Cataluna "no fue simbólica", como han mantenido todos los acusados en el juicio al procés, "por eso aplicamos el 155". Soraya Sáenz de Santamaría recibió el encargo de Mariano Rajoy de encauzar la situación en Catalunya en nombre de su Gobierno, pero además se vio derrotada por Pablo Casado en su carrera hacia la Presidencia del Partido Popular con la enmienda del actual líder del PP a su gestión en Catalunya.

Santamaría reconoce que tres reuniones con Junqueras, y siempre rechazó hablar del referéndum: "Si eso se quiere hacer hay que reformar la Constitución"

La exvicepresidenta del Gobierno ha comparecido este miércoles como testigo ante el Tribunal Supremo, en el juicio al procés catalán. En su intervención ha ido adoptando un tono cada vez más acerado pero tranquilo, similar al que usó en sus tiempos como portavoz parlamentaria del PP o del Ejecutivo: Ha defendido su gestión y recordado a quienes hoy opinan sobre su aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya, un saco en el que puede meterse al propio Casado, que "a toro pasado" es fácil dar lecciones, pero también ha rebatido los argumentos del partido ultraderechista Vox, que la interrogaba como acusación popular, al que también ha lanzado algunos dardos.

Santamaría ha reconocido que, en el marco de la llamada Operación Diálogo, mantuvo tres reuniones con el exvicepresident de la Generalitat, Oriol Junqueras, hoy procesado y en prisión preventiva desde noviembre de 2017, y que siempre rechazó la propuesta de pactar un referéndum de autodeterminación, al estar esta "fuera de la Constitución". "Ningún Gobierno puede disponer de la soberanía nacional, es que no le corresponde". "Si eso se quiere hacer hay que reformar la Constitución", incidía, poco después, en respuesta al fiscal Javier Zaragoza.

Además, la exvicepresidenta del Gobierno ha defendido que era "mucho más oportuno" aplicar el 155 en Catalunya, que declarar el estado de sitio o de alarma, que implican suprimir derechos fundamentales. "Era mucho más oportuno actuar contra los que habían incumplido gravemente la Constitución que perjudicar a los ciudadanos de Catalunya para preservar su convivencia", zanjaba.

Alineada con la Fiscalía: la violencia del 1-O es culpa del Govern

Por otro lado, Santamaría se ha mostrado totalmente alineada con las tesis de la supuesta violencia que la Fiscalía aprecia en el procés. Ha defendido a capa y espada las actuaciones de policías y guardias civiles el 1-O, pese a la virulencia de las cargas policiales de ese día, y ha señalado como culpable de esta violencia al Govern. Hasta la fecha, y sobre todo durante su etapa en Moncloa, el Ejecutivo de Rajoy acostumbraba a ponerse de perfil, no así a denunciar el supuesto carácter violento del procés.

Santamaría, sobre la violencia del 1-O: "Si no se hubiese convocado a la gente para actuar como murallas a lo mejor alguna de las imágenes no se hubiese producido"

Según Santamaría, en la protesta del 20 de septiembre de 2017 ante la Consellería de Economía de la Generalitat habría habido "actuaciones violentas" -"Lo que vi fueron murallas humanas y agresiones y lanzamientos de objetos que todos pudimos ver por televisión"-,  y en otros días previos al 1-O se habría producido un "acoso masivo. generalizado y sistemático" a los agentes. Incluso ha afeado al Govern que mantuviera su "estrategia concertada" hacia la independencia, pese a que "la violencia del 20-S" se podía repetir.​ "Si no se hubiese convocado a la gente para actuar como murallas e impedir a quienes estaban mandatados judicialmente para impedir el referéndum, a lo mejor alguna de las imágenes no se hubiese producido", incidía. "Yo sé lo que es vivir un escrache, y lo que ocurrió en Catalunya no fue un escrache, fue un acoso violento", apostillaba.

Apenas ha tenido palabras sobre las "imágenes desagradables" del 1-O, ha incidido en que sólo fueron hospitalizadas cuatro personas tras las cargas policiales -una por un infarto, puntalizaba-, y por contra ha insistido en que hubo entre 93 y 95 policías atendidos en esta jornada.  

Estos números entran en contradicción con los que en su día divulgó el Ministerio del Interior, entonces bajo la batuta de Juan Ignacio Zoido, que estimó en 431 el número de agentes heridos. "¿Los otros 300 de dónde salieron?", le preguntó el letrado Andreu Van den Eynde, a cargo de la defensa de Junqueras y Raül Romeva. Santamaría respondió entonces que no era "información que tuviera de primera mano", sin dar más detalles.

Tampoco ha profundizado en otras cuestiones, como ocurre con la operación policial Copérnico, pensada para impedir el referéndum. "He leído sobre ella". "No me sentía capacitada ni competente para ello", zanjaba.

Repaso a Vox y repetición: no hubo referéndum el 1-O

En sus respuestas al letrado Javier Ortega Smith, número dos de Vox, Santamaría ha querido rebatir todas sus premisas. Sirva el ejemplo la pregunta sobre si sigue manteniendo que efectivamente nunca se celebró la consulta del 1-O, a la que respondía que la Junta Electoral Central, el "órgano encargado de la vigilancia en relación con los procesos electorales", "dijo que no se había producido".

Con similar contundencia respondía a las preguntas sobre su despacho en Barcelona, en la sede de la Delegación del Gobierno, o a las cuestiones sobre si recibió informes de los servicios de inteligencia que condicionaran la actuación del Ejercutivo para bloquear la hoja de ruta independentista: "Ya se encargaban los independentistas de publicitar lo que buscaban", zanjaba.

En suma, Santamaría ha protagonizado algunos rifirrafes con los abogados de Joaquim Forn, Xavier Melero, o el letrado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, Jordi Pina, a cuenta, fundamentalmente, del operativo policial. Quien ha logrado arrancarle un "no lo sé" ha sido la abogada de Carme Forcadell, Olga Arderiu, a cuenta de la publicación de la DUI y los efectos jurídicos de ésta. 


 

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