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Sede PP El anuncio del cambio de sede no acalla la crítica en el PP tras el fracaso en Catalunya

La sede de Génova 13 ha sido testigo de mayorías absolutas, celebraciones multitudinarias, surgimiento de líderes y negociaciones de altos vuelos, pero también de amargas derrotas, coches estrellados, plasmas, y corruptelas.

La fachada de la sede de la dirección nacional del PP con la cara de Pablo Casado en la calle Génova, Madrid.
La fachada de la sede de la dirección nacional del PP con la cara de Pablo Casado en la calle Génova, Madrid. Jon Nazca/Reuters

El anuncio de Pablo Casado del cambio de sede nacional consiguió lo que la dirección del PP pretendía: eclipsar su fracaso en Catalunya. El presidente del Partido Popular informó el pasado martes de que había tomado la decisión de dejar atrás la que ha sido la casa de su partido durante décadas, Génova 13. Testigo de mayorías absolutas, celebraciones multitudinarias, surgimiento de líderes y negociaciones de altos vuelos, pero también de coches estrellados, plasmas, y corruptelas —en forma de contabilidad en B y escuchas ilegales—. Una sede en la que Casado ha vivido muchas más derrotas que victorias. 

Los barones y dirigentes convocados telemáticamente en el Comité Ejecutivo Nacional del partido, en el que —en principio— se iba a abordar el resultado de las elecciones catalanas, no conocían previamente la noticia. "Cambiaremos la sede nacional del PP de ubicación, pues no debemos seguir en esta sede, cuya reforma está siendo investigada en los tribunales", reveló Casado ante sus colegas del PP, en una intervención abierta a los medios de comunicación. Tras el sorpresivo anuncio, únicamente la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y el presidente del PP extremeño José Antonio Monago, tomaron la palabra. Ella para alabar el cambio de sede; él para hacer un apunte sobre las elecciones.

Los barones y dirigentes territoriales del PP no reaccionaron ante el anuncio

Los barones populares "se quedaron todos de piedra" asegura una fuente de la dirección del grupo, que prefiere mantenerse en el anonimato, a Público. Algunos de ellos demandaban cambios en la cúpula directiva, otros de ellos querían, al menos, forzar un debate sobre el resultado catalán, después de que el PP lograra otro fracaso histórico tras pasar de cuatro a tres diputados, de los 135 que se reparten, sin arañar ni un escaño de la debacle de Ciudadanos. La lectura interna que se hizo es que Casado no acertó con la estrategia ni tampoco dejó lucirse a su candidato, Alejandro Fernández, bien valorado por propios y ajenos.

La decisión del cambio de sede no ha gustado a los dirigentes más veteranos, ni por las formas ni por el mensaje. "Antes de que se produzca el juicio han dado por verídico que todo lo que dice Bárcenas. Es como mínimo apresurado", señala un veterano senador a este medio, en referencia al reciente escrito que el extesorero del PP envió a la Fiscalía Anticorrupción. Pero lo cierto es que la Audiencia Nacional ya concluyó en el año 2013 que se habían producido pagos por valor de 1.552.000 euros de dinero negro para su reforma

Fotografía facilitada por el PP de su líder y presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (2d), que besa a su mujer, Elvira Fernández, ante la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal (d); la vicepresidenta del Gobierno en funcion
Fotografía facilitada por el PP del expresidente Mariano Rajoy (2d), que besa a su mujer, Elvira Fernández, ante la exsecretaria general del partido, María Dolores de Cospedal (d); la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (3i), y su cúpula directiva.

Sin embargo, Casado dejó muy claro que no podían permitirse continuar en ese 'maldito' edificio con el calendario judicial que se les avecina. La supuesta corrupción de algunos de sus anteriores dirigentes nacionales y autonómicos, diputados y cargos -algunos dados de baja como militantes- se juzgará a lo largo de este 2021, en media docena de vistas en las que incluso tendrán que acudir a declarar como testigos los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy. Un diputado 'marianista opina' que, con su marcha, Casado da la razón a todos aquellos que les llaman "corruptos" de manera recurrente.

Casado no hace autocrítica y Feijóo le anima a "aceptar los malos resultados"

La mudanza de la sede era un secreto a voces desde hace meses, pero las fuentes consultadas aseguran que el momento escogido para anunciarlo no es casual. "Lo sueltan ayer para que el humo creado por el incendio tape el lío de Cataluña", asegura una tercera voz, con puestos de responsabilidad en el partido. Casado no supo explicar cuales habían sido, a su juicio, los errores que  habían llevado al PP a ese mal resultado. Un ejercicio de autocrítica que sí esperaban en el partido. Pero Casado, que ya acumula unas cuantas derrotas electorales a sus espaldas, se escudó en causas externas para justificar la debacle.

Casado defendió que el PP se vio atrapado "en la tormenta perfecta" porque el 'caso Bárcenas' ocupó "ocho días" en la campaña electoral. El conservador también hizo responsable al Gobierno de Pedro Sánchez y a los medios de comunicación del descalabro. "Nunca antes se había visto tal despliegue de ataques en plena campaña electoral y la tergiversación de nuestras declaraciones, ni la implicación de la Fiscalía General del Estado, el CIS y los medios públicos al servicio de un partido", esgrimió.

El barón con más galones del PP, Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia, no ha entrado a valorar públicamente el cambio de sede, pues ha dicho que es una decisión de "carácter interno", pero sí ha señalado que para hacer un buen diagnóstico de la situación que atraviesa el PP lo primero es "aceptar los malos resultados". "El PP lo que necesita es ganar. Todos los partidos que vamos a unas elecciones lo que queremos es ganar. Y si no ganamos, mejorar los resultados", ha manifestado este miércoles.

Edurne Uriarte: "El PP tiene un electorado envejecido que no ha ido a votar por la pandemia"

Edurne Uriarte es diputada y secretaria de Estudios y Programas del PP y ofrece a Público algunos motivos del resultado en Catalunya. La 'número tres' del Congreso por Madrid cree que los potenciales votantes del PP han caído en un estado "depresivo" y de "desanimo" porque han visto como el Gobierno de Sánchez ha legitimado a las formaciones independentistas como un actor político más. A su juicio, los partidos "constitucionalistas" —aunque ella prefiere tildarlos de "patriotas españoles"— no han sabido ofrecer una alternativa. "Los nuestros se han quedado en casa, aunque sí ha habido un electorado más enfadado por la situación y ha votado a Vox".

Asimismo, Uriarte apunta a que su formación tiene un electorado envejecido que, con la pandemia, no ha acudido a votar por temor a exponerse a un contagio. "Hay un elemento que hay que analizar y es que estamos en una pandemia: el miedo ha dejado a gente en casa y eso afecta a los votantes del PP", analiza. Sin embargo, la diputada no comparte la opinión de algunos de sus colegas, y no cree que el PP necesite hacer cambios de posicionamiento, renovaciones o refundaciones. La política remarca que nadie le pidió a Sánchez explicaciones tras ser sorpassado por el BNG en Galicia.

Para la secretaria de Estudios y Programas lo relevante es que las encuestas a nivel nacional les igualan al PSOE. "El resultado de Galicia representa mejor las tendencias de España que los comicios en Cataluña", asegura. "Todas las encuestas dan al PP una gran subida y, en algunos casos, un empate técnico", apunta. Al contrario que algunas voces críticas, la diputada está convencida de que Casado sí llegará a La Moncloa, pese al mal resultado catalán.

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