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El torico, la pequeña estatua que puede arrastrar en su caída a la alcaldesa de Teruel

El equipo de gobierno municipal de PP y Cs se encomienda a un vertiginoso y polémico reemplazo por una réplica y a la inminencia de las fiestas, que comienzan este sábado, para intentar apartar el foco de la concatenación de chapuzas sin supervisión técnica que provocaron el destrozo de la estatua emblemática de la ciudad.

La alcaldesa de Teruel, Emma Buj hace declaraciones tras la instalación de la réplica de bronce del Torico ene la fuente de la Plaza de Teruel, este martes.
La alcaldesa de Teruel, Emma Buj hace declaraciones tras la instalación de la réplica de bronce del Torico ene la fuente de la Plaza de Teruel, este martes. Antonio Garcia / EFE

"El tema es que nadie quiere hacerse responsable, y el problema principal es que la alcaldesa está vendiendo como un accidente lo que es una negligencia, por muchas patadas hacia adelante que le den. Lo tiraron porque hicieron mal las cosas", explica Nicolás López, concejal de IU en Teruel, sobre la crisis desatada hace tres semanas, después de que la mañana del 19 de junio El torico, la pequeña estatua de metal que se tiene por el símbolo emblemático de la ciudad, quedara hecho añicos tras caer al quebrarse la columna de siete metros sobre la que desde finales del siglo pasado preside la principal plaza de Teruel.

La columna no se cayó porque sí

La columna no se cayó porque sí. Se cayó, según concluye un informe oficial, porque se tenía que caer después de haber soportado durante más de un día la presión de 23 sogas colocadas como parte del XVI Congreso Nacional de Toro de Cuerda, celebrado ese fin de semana en la ciudad, y que esa mañana de domingo comenzaron a ser retiradas sin tener en cuenta que soltar vectores de un lado sin hacerlo del opuesto provoca tensiones, en este caso de tal magnitud que la columna, que además tenía deteriorado el nervio central de acero, cedió y El torico se estrelló contra el suelo.

El simbolismo de El Torico vendría a equivaler, salvando magnitudes, al que puedan tener el Oso y el Madroño en Madrid o la estatua de Colón situada al final de las Ramblas de Barcelona.

El equipo de gobierno (PP-Cs con apoyos de Par y Vox) lleva desde entonces enfrascado en una vorágine de reparaciones urgentes que llevó esta semana a la colocación de una réplica de bronce de la estatua en una nueva columna, todo con el objetivo de que este sábado puedan comenzar las fiestas de La Vaquilla con la tradicional colocación (desde hace 40 años) del pañuelico, un acto en el que varios peñistas trepan por el pilar para aupar a las dos encargadas de ponérselo, y con la esperanza de que las celebraciones actúen como bomba de humo y distraigan la atención sobre lo ocurrido.

Sin embargo, por mucho que el ayuntamiento haya anunciado que el acto se celebrará "de la manera tradicional", nada apunta a que eso vaya a ser suficiente como para que el derribo vaya a acabar cayendo en el olvido.

Con la oposición pendiente de conocer qué es lo que ocurrió, especialmente en torno a la gestión de una llamada del obispado que pedía la retirada de algunas sogas porque iban a impedir el paso de una peana de la procesión del Corpus programada para ese domingo, y con el Gobierno de Aragón supervisando la recuperación de la estatua y tramitando una declaración de "bien inmaterial" que regule las celebraciones en ese monumento, las fiestas de este fin de semana serán más una breve tregua que un punto y aparte.

"Claro que se han hecho mal las cosas"

"El torico trasciende la fiesta, es nuestro emblema", asegura Mayte Pérez

"Quedará tiempo de hablar de lo que ha pasado y de por qué ha pasado", advertía Mayte Pérez, la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, que anotaba que "El torico trasciende la fiesta, es nuestro emblema, nuestro icono, no solo emocional sino también material".

"La oposición seguimos en contacto. Queremos saber qué ocurrió, pero no merece la pena que sea antes de las fiestas. Además, se puede interpretar que estamos contra las fiestas, y eso no es así", señala López.

La caída del símbolo dio lugar a una foto del pleno municipal que provoca cierto nerviosismo en la coalición de gobierno que dirige Emma Buj (PP), que no las tiene todas para salir indemne de este asunto, el cual, por otra parte, le garantiza un lugar en la historia de la ciudad como la alcaldesa con la que se cayó El torico.

PSOE, IU, Cha, Espacio Municipalista y Vox, que suman nueve de los 21 concejales del pleno, presentaban en bloque una propuesta de resolución que reclamaba a la alcaldesa la asunción de "responsabilidades políticas pertinentes por las negligencias que han ocasionado la destrucción de la fuente del Torico, símbolo de la ciudad".

Acabó rechazada por los diez votos de PSOE y Cs gracias a la abstención de los dos ediles del Par, socio provincial de los conservadores y autonómico de los socialistas, Cha y Podemos, cuyo peso resultará clave para determinar hacia qué lado se inclina la balanza finalmente en este asunto, algo que no ocurrirá antes de que pasen las fiestas pero sí, probablemente, antes de las elecciones de mayo del año que viene.

"Al final el debate es si es un accidente o es negligencia", señaló el portavoz del Par, Julio Esteban, que considera que "claro que se han hecho las cosas mal. Si no, no habría pasado lo que pasó", algo que atribuyó a "un exceso de confianza" porque "nunca se piden informes" para los actos en los que se utiliza la fuente como estructura.

"Me duele el corazón cada vez que respiro"

La ausencia de informes no es, ni mucho menos, la única arista administrativa que presenta el caso, ya que la información facilitada por el equipo de gobierno a los grupos municipales constata la existencia de varias anomalías, entre ellas algunas de calado como no haber solicitado informes previos internos ni de la Dirección General de Patrimonio de la comunidad antes de colocar las 23 sogas, pese a que se trata de un elemento emblemático de una zona de la ciudad declarada conjunto histórico, o como la aparición de una "memoria de instalación" fechada el 20 de junio, un día después del derrumbe.

Mientras tanto, la oposición estudia pedir las comparecencias de los concejales responsables de Fiestas y de Infraestructuras para que aclaren las incógnitas que rodean el caso, entre las que destaca el hecho de que la retirada de las sogas fuera realizada por empleados de la brigada municipal en lugar de por la empresa local que había sido contratada para instalarlas y para desprenderlas.

"Mi preocupación desde el minuto uno ha sido reponer ese símbolo", asegura la alcaldesa

Buj, por su parte, va combinando las bombas de humo con el melodrama: "Me duele el corazón cada vez que respiro" desde que se cayó El torico, aseguró ante el pleno, al que trató de convencer de que "los accidentes nunca suceden por una sola causa" tras haber intentado quitar hierro al asunto explicando que "lo más importante para un alcalde es la seguridad de las personas, y no ha habido ningún daño personal", y remarcando que "mi preocupación desde el minuto uno ha sido reponer ese símbolo".

No obstante, lo que hay sobre la columna es, en realidad, una réplica de bronce de El torico elaborada a partir de la copia de la estatua original que desde hace unos años se muestra en el Museo de La Vaquilla, y que se apoya sobre un pilar de nueva factura.

Mientras discurre la fiesta, la escultura que se hizo añicos tras precipitarse al vacío se encuentra en el Museo de Teruel, donde va a permanecer una larga temporada durante la que sus técnicos van a realizar varios estudios sobre su estado y su restauración que serán supervisados por el Gobierno de Aragón.

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