La tesorera actual del PP, Carmen Navarro, se ha negado en redondo a facilitar los nombres de los altos cargos de la formación conservadora que perciben actualmente sobresueldos. Tampoco ha querido facilitar ni el número de altos cargos ni la cuantía de esas prestaciones. “No creo que eso sea materia de esta comisión”, ha dicho.

Se ha expresado así a preguntas de la portavoz del grupo de Unidos Podemos, Carolina Bescansa, durante su comparecencia este jueves ante la comisión parlamentaria de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP. Esta alta funcionaria de la formación conservadora es la tercera tesorera del PP que comparece en esta sesión tras haberlo hecho Rosendo Naseiro y Ángel Sanchís Perales.

Con esa actitud la tesorera del PP no ha negado, ni matizado, la existencia de sobresueldos a un determinado número de altos cargos del partido. Tampoco ha querido concretar si son cargos institucionales con responsabilidades en el organigrama de la formación conservadora.

El interrogatorio de la portavoz de la formación morada ha logrado, literalmente, sacar de sus casillas a la compareciente, que en todo momento se ha mostrado muy tensa en las preguntas realizadas por los diferentes portavoces de la oposición.

Desde un principio, se ha negado a responder a las preguntas del portavoz socialista, Artemi Rallo, por entender que afecta a su derecho de defensa (Navarro está procesada por la destrucción de los ordenadores de Bárcenas en la sede nacional del PP).

Sobre este punto se ha negado en redondo a dar respuesta alguna, aunque en ocasiones ha respondido con displicencia a algunas preguntas. “¿Se llamó a un cerrajero para abrir el despacho de Bárcenas?”, le ha preguntó el diputado Joan Baldoví. “Se abrió con una llave”, ha respondido. “Con una llave…, y una llave es una llave”, ha añadido de forma retadora.

También se ha negado a responder a otras preguntas, como a las del portavoz de ERC, Joan Tardá, alegando que se le pedían opiniones. “No estoy aquí para hacer valoraciones”, ha dicho varias veces con gesto contrariado.

Una de las pocas licencias de distensión que se ha permitido ha sido en respuesta a una pregunta del portavoz republicano: “Mi trabajo, señoría,  es tan ingrato como venir aquí para que todos me riñan”, ha icho con cierta ironía. Momentos antes, Tardá le había reprochado su actitud: “Usted se va a ir de aquí de rositas y sin aportar nada para conocer la verdad”.

Los único datos que ha facilitado a los comisionados son los relativos a los balances económicos del PP, publicados en la página web oficial del PP. Los ingresos en 2016 fueron de 42,6 millones de euros, algo más de la mitad que en 2012 “por el descenso de las subvenciones oficiales que han disminuido un 40% y la bajada de las donaciones particulares”, que suponen el 13% de los ingresos.

Su negativa a realizar juicios de valor a preguntas de los comisionados ha cambiado radicalmente cuando las preguntas se las formulaba la portavoz del PP, Begoña Escudero, quien se ha interesado por conocer su opinión sobre el sistema de financiación de otros partidos mediante el crowfounding – en clara alusión a Podemos – o por la condonación de créditos al PSOE. En ambos casos ha descalificado esas prácticas.

La portavoz popular, como habían hecho en las anteriores comparecencias sus compañeros de ancada, ha descalificado los trabajos de la comisión de investigación para definirla como “un caso de corrupción por hacer un mal uso de uno de los poderes del Estado. Se está pervirtiendo el parlamentarismo para perseguir a un partido”, ha dicho Escudero.