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La unidad de España no logra el apoyo mayoritario del Congreso en su primer pleno

El debate de las primeras iniciativas parlamentarias de la nueva Cámara baja pone más de acuerdo a las formaciones de izquierda que a las de derecha, aunque el cruce de apoyos en más de una docena de votaciones ha sido variado.

El líder socialista Pedro Sánchezal término del primer pleno ordinario del Congreso de la legislatura que debate dos proposiciones no de ley del PP y de Ciudadanos que defienden la unidad de España.- Fernando Villar (EFE)

JUAN ANTONIO BLAY

MADRID.- Ninguna de las dos proclamas en torno a la unidad de España –ambas iniciativas en contra del proceso independentista puesto en marcha en Catalunya planteadas por el PP y Ciudadanos– lograron aunar la mayoría absoluta de la cámara y fueron apoyadas gracias a sendas abstenciones de socialistas y populares. Enfrente, el resto de los grupos criticaron la “ofensiva nacionalista españolista”, como denunciaron tanto desde el PNV – su portavoz, Aitor Esteban estuvo particularmente clarividente – como desde DiLL y ERC; también Xavier Domènech, de En Comú Podem.

Las dos proposiciones no de ley presentadas de populares y Ciudadanos generaron una controversia política que recordaba otros tiempos. Producto de esa situación ha sido una variada miscelánea de votaciones tras no pocas intervenciones cargadas de alto contenido político

Los acuerdos entre grupos – una moneda corriente en esta legislatura, dure lo que dure – se han gestionado mientras se desarrollaba la sesión plenaria. Así, finalmente, la PNL sobre la “unidad de España” del PP se ha aprobado con el apoyo de Ciudadanos, mientras que la de Ciudadanos se ha aprobado con el voto favorable socialistas que ha introducido una enmienda que sugiere un reforma constitucional para adecuar la estructura territorial a un modelo federal.

Sin embargo, el PP se ha negado a dar el voto favorable a la iniciativa de Ciudadanos por el hecho de que incorporaba la enmienda socialista. Finalmente, la formación de Rivera ha negociado en pleno salón de los Pasos Perdidos la abstención de los populares. Una foto entre Rafael Hernando, del PP, y Miguel Gutiérrez, de C´s, reproducía una imagen de la Transición, un tiempo tantas veces rememorado.

Las dos proposiciones no de ley presentadas de populares y Ciudadanos generaron una controversia política que recordaba otros tiempos

Finalmente, la PNL del PP se ha aprobado por 147 votos a favor, 79 en contra y 101 abstenciones. Esta votación ha estado rodeada de anécdotas al no poder votar unos pocos diputados, mientras que otros lo han hecho de forma equivocada, entre ellos el portavoz de Podemos, Íñigo Errejón. El líder de la formación morada, Pablo Iglesias, ha solicitado que se pudiese cambiar el sentido de voto, cosa que el presidente, según marca el reglamento, no ha aceptado.

La segunda PNL, la de Ciudadanos, ha recibido todavía menos votos: 131 a favor, 95 en contra y 114 abstenciones. Sin embargo, las votaciones de iniciativas de la izquierda, del PSOE y Podemos, han tenido más apoyos de la cámara. Así, los socialistas se han visto respaldados por Podemos y otros grupos a su PNL para revitalizar el Pacto de Toledo para garantizar el futuro de las pensiones. Las PNL de Podemos en defensa de los trabajadores domésticos, con el respaldo del PSOE y otros, ha recibido224 votos a favor, 1 en contra y 114 abstenciones.

Este primer pleno ordinario del Congreso de los Diputados de la XI Legislatura ha reflejado el resultado electoral del 20 de diciembre pasado y el momento político actual: acuerdos variados e incluso cruzados entre los grupos más diversos y el clima de enfrentamiento entre derecha e izquierda, fundamentalmente entre el PP y el PSOE. Pero sobre todo con un grupo parlamentario popular bastante marginado en medio de la diversidad presente en el hemiciclo.

Y eso ha quedado reflejado en el resultado de las primeras votaciones de la legislatura – sesión de investidura al margen -, en las que la izquierda en su conjunto ha salido mejor parada que la derecha; al menos esa ha sido la sensación que ha quedado tras acabar la sesión, muy tarde como comienza a ser costumbre, una mala costumbre que no se producía desde hace años.

El grupo parlamentario socialista y el e Podemos se han respaldado mutuamente y sus respectivas PNL y han concitado, además, el respaldo de otros grupos

El grupo parlamentario socialista y el grupo parlamentario de Podemos se han respaldado mutuamente y sus respectivas PNL (proposiciones no de ley, iniciativas que tan solo “instan” al Gobierno de turno a poner en marcha una determinada medida o acción, pero sin otro obligación legal ) y han concitado, además, el respaldo de otros grupos más. El PP no se ha apuntado a ese consenso y Ciudadanos, al ver rechazadas sus enmiendas, tampoco. PSOE, junto con Compromís e IU, y Podemos han fusionado sus propuestas para crear una comisión permanente no legislativa para luchar contra la corrupción. Ha sido otra “victoria” que ha sumado a otros grupos como ERC y DiLL, quienes se han presentado en el debate sin “cuernos ni rabos”, como ha dicho una parlamentaria veterana de la bancada de la izquierda.

El PP, con portavoces como Carolina España y José Ignacio Echániz, se han presentado en el debate como si no hubieran cambiado de legislatura. Ambos han actuado como si en su bancada siguiesen ocupados 185 escaños por correligionarios y no los 119 reales. España se ha dedicado a denunciar la “herencia recibida” del Gobierno de Zapatero con la letanía del paro para justificar las quitas de la caja de resistencia de la Seguridad Social, mientras que Echániz ha defendido los convenios de la OIT ratificados por el Gobierno de Rajoy.
“Todo nuestro apoyo y reconocimiento a este colectivo – los trabajadores domésticos – por el que este Gobierno va seguir trabajando”, ha dicho el portavoz popular. No se ha enterado que es el actual es un Gobierno en funciones y que se encuentra de salida, como esta misma mañana se han encargado de repetir desde el mismo Ejecutivo y su propio grupo para declararse en rebeldía y no someterse al control de la cámara.

La sesión fue el marco para las primeras intervenciones de no pocos diputados. El portavoz de Podemos, Íñigo Errejón, fue uno de ellos y en su parlamento se mostró particularmente conciliador con el grupo socialista. Otros pusieron de manifiesto el hecho de ser la primera vez que intervenían, como Elena Ribera, de Dill, e Irene Montero, de Podemos, una con un discurso espontáneo y otra leyendo aplicadamente un texto. Pilar Ardanza, del PNV, se estrenó bastante envarada y con papeles en las manos.

El jefe de filas de Podemos, Pablo Iglesias, que intervino en defensa de la propuesta de creación de una comisión contra la corrupción de su grupo, realizó un discurso, breve por lo demás, un tanto sorprendente: se sorprendió de que Rajoy y Sánchez no estuviesen presentes en la sesión, así como las abundantes ausencias en el hemiciclo. “El puesto de trabajo de un diputado es su escaño”, sentenció. Tal vez lanzó un desafío que le pasará factura ya que van a faltar quienes cuenten las tardes de los martes que ocupará su escaño.

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