Este artículo se publicó hace 2 años.
Unidas Podemos batalla con Vox por el tercer puesto en las encuestas, clave para decantar el Gobierno a la izquierda
PSOE y PP compiten en las encuestas por ser el partido con mejores estimaciones, pero en un escenario multipartidista como el actual, el tercer puesto, disputado entre Vox y las izquierdas, es clave para decantar la victoria de un bloque u otro.
Madrid-Actualizado a
Las mayorías absolutas están enterradas, el bipartidismo, prácticamente extinto y la política de bloques parece haber llegado para quedarse. En este escenario la pugna política, que en periodo no electoral solo puede atisbarse en las encuestas, se libra en dos frentes o escenarios, y ambos son igual de importantes a la hora de conformar un gobierno.
No vale con llevarse el triunfo en uno de los dos niveles, sino que solo ganará el bloque que logre imponerse en estas dos batallas. Se trata del primer y del tercer puesto en el Congreso de los Diputados. El bloque que quiera hacerse con el Ejecutivo está obligado a ganar en estos dos escenarios si quiere tener alguna opción de vencer electoralmente a su contrario.
Por un lado, los dos partidos mayoritarios, el PSOE y el PP, compiten por ser la primera fuerza política del hemiciclo. Este frente no es nuevo, y en la era bipartidista fue, por definición, la principal y más importante batalla electoral, ya que lo habitual era que una de las dos fuerzas lograse un resultado superior o cercano a la mayoría absoluta, sin necesidad de tener que agregarse muchos apoyos para sostener a un Gobierno.
En este frente pugnan ahora los de Pedro Sánchez y los de Alberto Núñez Feijóo, líderes de las dos formaciones mayoritarias de los bloques de la izquierda y de la derecha. Hasta la llegada del dirigente gallego a la dirección del PP, los socialistas disfrutaban de una cómoda ventaja en las encuestas respecto a los conservadores, entonces liderados por Pablo Casado.
Sin embargo, en los estudios de los últimos meses se recoge un cambio de tendencia por el que los populares son ahora los que lideran prácticamente todos los sondeos. Al principio, el impacto de la llegada del expresidente de la Xunta de Galicia se denominó el 'efecto Feijóo', pero con el tiempo este 'fenómeno' se ha ido difuminando y el PSOE ha logrado recortar distancias.
La otra batalla se libra en el tercer puesto, entre las izquierdas y la ultraderecha. En la actualidad, Vox es la tercera fuerza del Parlamento con 52 escaños, pero el mal resultado del PP de Casado y su debilitamiento en las elecciones de diciembre de 2019 provocaron que el bloque de derechas no lograra sumar lo suficiente para conformar un gobierno.
Vox y la izquierda
Con un Feijóo por encima de los 100 escaños, que los de Santiago Abascal queden terceros resultará clave para lograr una mayoría absoluta. Esto se debe, en parte, a que el bloque conservador no tiene, a priori, a muchos socios parlamentarios de los que disponer en caso de tener una mayoría ajustada; ni la derecha catalana ni la vasca (independentistas y nacionalistas) estarían dispuestas a dar su apoyo a un ejecutivo que incluyera a la ultraderecha, que reniega del Estado de las autonomías y apuesta abiertamente por una recentralización política y territorial.
En los últimos meses la política de bloques ha mostrado una derivada que repercute directamente en Vox. A medida que el PP crecía en las encuestas (y fagocitaba los restos de un Ciudadanos al que la demoscopia no garantiza ningún diputado), la ultraderecha perdía fuelle y empeoraba sus proyecciones en todas las encuestas.
Esto se debe, principalmente, a que los bloques ideológicos, aunque no cerrados, si están bastante definidos, y los mayores trasvases de voto se dan dentro y no entre los bloques (de la izquierda a la derecha o viceversa, aunque también lo hay, en menor medida, sobre todo entre PP y PSOE). Habrá que ver cuál es la fortaleza real de la ultraderecha a las puertas de las elecciones, lo que dependerá en gran medida de las estimaciones que en ese momento tenga Feijóo.
El 'rival' de Vox en esa pugna por el tercer puesto es la izquierda alternativa. En la actualidad la cuarta fuerza política en el Congreso es Unidas Podemos, pero este espacio se encuentra inmerso en un proceso de reconfiguración que, casi con total certeza, se llevará por delante estas siglas en las próximas elecciones generales.
Los partidos progresistas (en especial Podemos, Izquierda Unida, los comuns y Alianza Verde, pero también otras formaciones como Compromís o Más País) están a la espera de ver cuál es la apuesta electoral de la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, que actualmente está volcada en el proceso de escucha de Sumar.
Díaz es uno de los miembros del Gobierno mejor valorado en las encuestas, y su previsión electoral real es todavía una incógnita, ya que en realidad no tiene ningún proyecto político detrás ni ha desvelado cuáles son sus planes de cara a las elecciones generales de 2023. La ministra de Trabajo sí que ha asegurado en varias ocasiones que su objetivo es el de revalidar el Gobierno de coalición progresista con el PSOE, que, junto a las izquierdas independentistas (ERC, EH Bildu, BNG...) conforma el bloque de izquierdas que se opone al de las derechas.
Solo ganando el primer y el tercer puesto parece posible alcanzar el Ejecutivo, por lo que la partida se juega en dos tableros, y solo vale una victoria en ambos frentes para lograr un triunfo real.
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