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Urkullu acusa al PP de “autoexpulsarse del diálogo y del acuerdo” en Euskadi

Tal como estaba previsto, el lehendakari no consigue los votos suficientes para gobernar con mayoría absoluta. La votación decisiva tendrá lugar este jueves, cuando será investido gracias a los votos del PSE. EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP mostraron, con distintos argumentos, sus diferencias con ese pacto.

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, conversa en el Parlamento Vasco con el presidente del PP regional, Alfonso Alonso / EFE

VITORIA. - Iñigo Urkullu ya está más cerca de convertirse en el jefe del gobierno de coalición entre PNV y PSE. El lehendakari ha abierto esta mañana el pleno de investidura, que tiene mucho de protocolar y poco de sorpresivo: siguiendo el guion previsto, este vizcaíno de 55 años será votado en el Parlamento por sus 28 compañeros de partido, a los que se sumarán los nueve representantes del PSE. Esas 37 manos levantadas son suficientes para gobernar, aunque no por mayoría. Por tanto, Urkullu tendrá que esperar otras 24 horas. A cambio, gobernará otros cuatro años.

La sesión de este miércoles ha servido para que el lehendakari exponga las líneas maestras de su segundo periodo como mandatario vasco. Su voz es la misma que aquel 13 de diciembre de 2012, cuando fue investido en el cargo por primera vez. Sin embargo, sus palabras no son iguales: en esta ocasión, la noticia estrella –y la foto más valorada- es el acuerdo alcanzado con el PSE. “El acuerdo alcanzado crea un núcleo que dota de estabilidad a la acción del gobierno, aunque va a ser necesario un trabajo permanente de búsqueda de acuerdos y apoyos para avanzar en la gobernabilidad de Euskadi”, afirmó. Aludía así a la falta de una mayoría absoluta que respalde su reelección: los nueve parlamentarios socialistas, sumados a los 28 nacionalistas, no consiguen sobrepasar la mitad de la Cámara. En cualquier caso, aseguró que el programa de gobierno que desarrollará en coalición con el PSE permitirá “garantizar la gobernabilidad y estabilidad de las instituciones públicas”.

Urkullu había llegado al Parlamento Vasco sobre las 9.15 de la mañana bajo una intensa lluvia que luego se convertiría en una inesperada nevada, la primera del año en Vitoria. La portavoz y candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, había entrado por la puerta principal apenas unos minutos antes. De hecho, los medios recogían declaraciones de la parlamentaria independentista cuando el lehendakari, prácticamente sin que nadie se diera cuenta, pasó por detrás de los periodistas. Fueron las primeras carreras de una mañana en la que, quitando esta anécdota, no hubo grandes sorpresas.

Ya en el hemiciclo, Urkullu se acercó al portavoz del PP, Alfonso Alonso. Hacía poco menos de una hora que se había conocido la noticia del fallecimiento de Rita Barberá. “Lo siento”, dijo el lehendakari al dirigente popular. A su lado estaba José Antonio Pastor, portavoz de la bancada socialista. En ese mismo momento, las dos pantallas del salón de plenos proyectaban la imagen de Santi Brouard, el parlamentario de Herri Batasuna que fue asesinado por el GAL hace 32 años. Coincidiendo con el aniversario de este crimen –perpetrado el 20 de noviembre de 1984-, el Parlamento rindió un minuto de silencio en su memoria.

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

En su intervención, Urkullu pronunció varias veces la palabra “convivencia”, lo que incluye un “compromiso con las víctimas”, lo que englobaría tanto a las personas que sufrieron la violencia de ETA como de otras organizaciones, incluyendo las propiciadas por el Estado. “Creo firmemente que la sociedad, los partidos e instituciones vascas, tenemos el deber, la responsabilidad y la capacidad de afrontar una vía para concluir definitivamente, de forma ordenada y justa, con la violencia y el terrorismo”.

Tal como viene incluido en el acuerdo con el PSE, también planteó la “reorientación de la política penitenciaria”. “Así se lo he trasladado estos cuatros años al presidente del gobierno español, y así lo seguiré haciendo”, subrayó. También pidió la “disolución de ETA”, calificada por el mandatario vasco como “el paso más importante” que aún debe darse.

En otro tramo de su discurso, sostuvo que su acción política durante la nueva legislatura “se va a desarrollar en un entorno global de incertidumbre”, debido a que “la realidad económica, social y política es compleja”. Frente a ello, mostró a la oposición –término que engloba a EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP- su “mano tendida” para tratar de “avanzar, desde el consenso, en la respuesta a los grandes retos de nuestro país”.

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu (abajo), expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

El lehendakari también miró más allá del Ebro. “En cuanto al ámbito del Estado –señaló- la realidad viene marcada por la inestabilidad y la necesaria redefinición de su propio proyecto”. Ante la atenta mirada de los nueve parlamentarios del PP, señaló que “la conformación del nuevo gobierno español no ha despejado las dudas e incertidumbres” e incluso señaló que “a falta de diálogo y de entendimiento marca el futuro político de España”.

Su interpelación al gobierno de Rajoy incluyó otra frase: “es necesario afrontar con determinación la actualización del modelo de Estado, asumiendo su carácter plurinacional”. No olvidó los problemas generados durante los últimos cuatro años por la “recentralización” llevada a cabo por el PP. “Esta situación afecta a Euskadi –destacó-. Por ello, planteamos que el Estado avance por un camino en el que las naciones encontremos nuestro reconocimiento y se asiente un nuevo modelo económico y social de futuro”.

El autogobierno –uno de los términos más delicados del pacto alcanzado con el PSE- fue uno de los temas más destacados de su discurso. En tal sentido, Urkullu propuso evitar los “regates en corto” y propuso una “punto de encuentro respetuoso de la pluralidad de sentimientos de pertenencia nacional” que existen en la sociedad vasca. “Ninguna solución es mejor que una solución acordada”, remarcó. Por si quedaban dudas sobre sus intenciones, reiteró su “respeto al principio de legalidad y al principio democrático”, lo que se traduce en “capacidad de decidir y obligación de pactar”.

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

El lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, expone su proyecto en el pleno de investidura del Parlamento Vasco, al que también se presenta la candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

De hecho, el lehendakari defendió la “colaboración” con distintas instituciones –entre las que incluyó al Estado- para alcanzar una serie de objetivos, entre los que situó la reducción de la tasa de pobreza en un 20%, bajar el paro en un 10%, “consolidar definitivamente la paz y la convivencia” o “acordar un nuevo marco de actualización del pacto estatutario”. Eso sí, siempre desde la legalidad. “Ni he caído ni voy a caer en planteamientos irrealizables o insostenibles, tampoco en ofrecimientos inconsistentes o discursos carentes de una base firme”, aclaró.

No queremos vivir sometidos”

Por su parte, Maddalen Iriarte –la otra candidata que ha sido presentada para el pleno de investidura, en este caso por EH Bildu- aprovechó sus noventa minutos de discurso para explicar cuáles serían las claves de un gobierno encabezado por la coalición abertzale. Fue, principalmente, una declaración de intenciones, ya que solo contaba con el apoyo de su grupo parlamentario. En cualquier caso, la ex presentadora de ETB realizó un pormenorizado repaso a las propuestas de gobierno que mantiene su formación. El histórico dirigente independentista Arnaldo Otegi –cuya candidatura a la presidencia del Gobierno Vasco fue vetada por los tribunales españoles- siguió su intervención desde el palco de invitados.

Iriarte defendió un salario mínimo de 1200 euros al mes, así como la aplicación de políticas que garanticen “empleos dignos”. La candidata también habló sobre el proceso de paz en Euskadi. En ese ámbito, reafirmó la apuesta de la coalición independentista “por las vías pacíficas y democráticas para el desarrollo de su actividad política”. “En EH Bildu encontrarán políticos que han conseguido terminar con la actuación violenta de ETA y algunos han pagado un precio por ello”, afirmó. Frente a ello, criticó la postura del gobierno de Mariano Rajoy por no favorecer el desarme de ETA.

La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, escucha la intervención del lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, durante el pleno de investidura del Parlamento Vasco al que ambos se han presentado. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte, escucha la intervención del lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu, durante el pleno de investidura del Parlamento Vasco al que ambos se han presentado. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

En su discurso, Iriarte repitió en al menos tres ocasiones que EH Bildu es la única fuerza política del Parlamento Vasco que apuesta abiertamente por la independencia. En ese contexto, planteó que desde esta institución se den los pasos necesarios para que sea posible “realizar una consulta vinculante en 2018 sobre el estatus político”, algo que enmarcó en los procesos soberanistas que se desarrollan actualmente en Escocia y Cataluña. Su mensaje era claro: Euskal Herria también puede organizar su propio referéndum. No en vano, recordó que el 75% de la Cámara Vasca –lo que supone la suma de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos- reconocen el derecho a decidir. “Euskal Herria quiere ser libre, y EH Bildu es la única garantía de ello. Actuaremos con determinación hasta conseguir esos objetivos, porque no queremos vivir sometidos a nadie”, remarcó.

La sonrisa de Otegi

Los grupos políticos hablaron por la tarde. El primero fue el PP, con el ex ministro Alfonso Alonso como portavoz. Su media hora estuvo dedicada a repartir culpas entre PNV y PSE. Al primero, por seguir defendiendo postulados nacionalistas. Al segundo –según palabras del parlamentario derechista-, por aceptarlos. De hecho, el presidente de los populares vascos “felicitó” a Urkullu “por el pacto alcanzado” con los socialistas. “Pocas veces alguien obtuvo tanto a cambio de tan poco –ironizó-. Se dejan ustedes tres viceconsejerías de escaso peso político y consiguen que su socio acepte el pensamiento único nacionalista”. También les acusó de “eludir cuidadosamente de hacer figurar a ETA como una organización terrorista” en el acuerdo del gobierno de coalición “para poner el acento, con reiteración, en la situación de sus presos”.

El secretario general de Sortu y líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, conversa con la portavoz del PSOE-EE, Idoia Mendia durante el pleno de investidura a Lehendakari en la Cámara Vasca. EFE/ADRIÁN RUIZ DE HIERRO

El secretario general de Sortu y líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, conversa con la portavoz del PSOE-EE, Idoia Mendia durante el pleno de investidura a Lehendakari en la Cámara Vasca. EFE/ADRIÁN RUIZ DE HIERRO

Otegi también estuvo presente en el discurso de Alonso. “Si no está en estos escaños es como consecuencia de haber sido condenado por formar parte de una organización terrorista”, afirmó. Además, acusó al dirigente abertale –que escuchaba su discurso desde la tribuna de invitados- de “seguir negándose a condenar a ETA” y de “promover activamente su legitimación”. Otegi, en silencio, sonrió. Volvió a hacerlo cuando estaba por terminar el debate y Joseba Egibar, parlamentario del PNV, sacó a relucir una antigua entrevista al líder independentista en la que aseguraba que prefería un gobierno del PSOE. La sonrisa esta vez, se pareció más a una carcajada.

Los que faltan

Elkarrekin Podemos también mostró sus críticas al pacto de coalición, pero por unos motivos bastante distintos a los manifestados por Alonso. La ex candidata a lehendakari de esa formación, Pilar Zabala, quiso recordar a quienes “faltan” en el acuerdo entre PNV y PSE. Mencionó a los jóvenes que se han visto obligados a marcharse del país, a las personas en paro, a quienes tienen un empleo precario o aquellas personas inmigrantes que se ven “criminalizadas y estigmatizadas”.

Zabala también habló de la situación de este país tras cuatro años de gobierno de Urkullu: la Comunidad Autónoma Vasca, aseguró, “es hoy más desigual” que al comienzo de la anterior legislatura. “Las personas jóvenes, pero también los mayores de 55 años, sienten en primera persona que en Euskadi existen hoy menos oportunidades que hace una década”, apuntó. En ese marco, aseguró que el PNV “hará insignificante al PSE a cambio de unos pocos cargos”.

El Parlamento Vasco guarda un minuto de silencio en recuerdo del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, asesinado por los GAL el 20 de noviembre de 1984 / EFE

El Parlamento Vasco guarda un minuto de silencio en recuerdo del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard, asesinado por los GAL el 20 de noviembre de 1984 / EFE

La representante de Elkarrekin Podemos no sólo se refirió a los puntos de desacuerdo, sino que también recordó que existe una clara mayoría “a favor del derecho a decidir”, un ámbito que Zabala pidió no limitar exclusivamente al “modelo de país”, sino que también incluya “servicios públicos, derechos sociales o fiscalidad”. En cualquier caso, anticipó que tanto los nueve parlamentarios en Euskadi como los 71 representantes de Unidos Podemos en el Congreso trabajarán para “avanzar en el derecho a decidir y en el desarrollo del autogobierno de Euskadi”. “¿Hará el PSE lo mismo?”, preguntó.

Durante el turno de intervenciones de Elkarrekin Podemos también hablaron Lander Martínez –responsable del grupo parlamentario- y Jon Hernández, parlamentario de esta coalición en representación de Ezker Anitza-IU. “En Madrid facilitan el gobierno al PP y en Euskadi respaldan al Partido Nacionalista Vasco… Permitan que dude de que sea eso lo que quieren los votantes socialistas y obreros”, señaló Hernández en alusión al PSE. Mientras tanto, Martínez bautizó el acuerdo de gobierno de coalición como “Bueno, Bonito y Barato, sólo que sin el bueno ni el bonito”.

Víctimas y presos


Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Miren Larrion, afirmó que el acuerdo de gobierno entre peneuvistas y socialistas “no tiene como objetivo ofrecer soluciones nuevas” que permitan “salir del estancamiento”. Alertó además que “no será un gobierno estable” por su situación de minoría, tras lo cual se preguntó “qué gana la ciudadanía con este tipo de pactos”. Tras plantear esa interrogante, pronosticó que el nuevo gobierno de Urkullu junto al PSE “traerá más recortes”.

La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte (d), conversa en el Parlamento Vasco con la diputada de su mismo grupo, Jone Goirizelaia (i), momentos antes de exponer su proyecto en el pleno de investidura, al que también se presenta el Lehendakari en funcion

La candidata de EH Bildu, Maddalen Iriarte (d), conversa en el Parlamento Vasco con la diputada de su mismo grupo, Jone Goirizelaia (i), momentos antes de exponer su proyecto en el pleno de investidura, al que también se presenta el Lehendakari en funciones, Iñigo Urkullu. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

Tal como había hecho Maddalen Iriarte durante la mañana, Miren Larrion también incidió en los avances que deben producirse en torno al proceso de paz. La parlamentaria abertzale habló del reconocimiento de todas las víctimas, entre las que incluyó a las 16 personas que murieron en accidentes de carretera a causa de la dispersión aplicada contra los presos de ETA y de otras organizaciones de la izquierda abertzale.

En la tribuna había alguien que seguía muy atentamente sus palabras: el portavoz de Etxerat (asociación de familiares de presos vascos), Urtzi Errazkin, acudió al pleno como miembro de esa organización. En el intervalo del mediodía, comentó a Público que confía que la nueva legislatura contribuya a conseguir un cambio en la política penitenciaria del gobierno, lo que implicaría, básicamente, el fin de la dispersión y la puesta en libertad de los presos gravemente enfermos.

Aquí no hay leones

Tras escuchar las críticas de la oposición, el lehendakari volvió a tomar la palabra para salir en defensa de su pacto. Respondió a todos, aunque fue especialmente contundente con el PP. “Vuelve usted a un discurso antiguo sobre victoria o derrota”, le indicó a Alonso, a quien también recriminó la negativa del PP a “hablar en este Parlamento sobre cuestiones que tienen un gran respaldo social”. En esa línea, aseguró que el partido de Rajoy “mantiene un discurso anclado en el pasado”. “Ustedes se autoexpulsaron del diálogo y del acuerdo en Euskadi”, remarcó. En cuanto a la posición del Gobierno Vasco en torno al terrorismo, el lehendakari recurrió a una comparación entre el Congreso y el Parlamento de Vitoria. “En el exterior de esta Cámara –apuntó- no hay dos leones, sino una escultura en homenaje a las víctimas del terrorismo y de la violencia”.

En su intervención vespertina, el líder nacionalista también rechazó las críticas de EH Bildu. Luego de distintas alusiones a las rotondas –una de las características de Vitoria-, Urkullu acusó a la izquierda abertzale de haber estado dando vueltas en una de ellas “durante treinta años”. También rechazó el “modelo CUP” que, a su criterio, comparte la coalición abertzale. “No lo comparto ni en el diagnóstico, ni en la estrategia, ni en la actitud. Es tensión permanente”. No fue la única alusión al proceso catalán: en su respuesta a Larrion, el lehendakari recordó que el anterior portavoz de EH Bildu, Hasier Arraiz, le invitaba a “ser como (Artur) Mas”. “Ya le dije que no sabía dónde iba a quedar Mas”, apuntó.

Maneras de sentirse vasco

Como era de esperar, sólo PSE y PNV salieron en defensa del acuerdo alcanzado entre ambas formaciones políticas. La secretaria general del Partido Socialista, Idoia Mendia, dijo que quedaban atrás “siete semanas intensas” en las que habían logrado consensuar con el PNV “unas bases que van a permitir enderezar el país y ponerlo mirando a todos los retos del futuro”. Negó también que se trate de una alianza “coja” por carecer de una mayoría absoluta. “La cuestión es si quienes lo respaldamos somos capaces de trabajarnos la confianza y el apoyo de otros grupos de la Cámara para tejer espacios de acuerdo”, indicó.

El lehendakari Iñigo Urkullu se vota a sí mismo en la primera votación en el pleno de investidura en el Parlamento vasco. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

El lehendakari Iñigo Urkullu se vota a sí mismo en la primera votación en el pleno de investidura en el Parlamento vasco. EFE/Adrián Ruiz De Hierro

En cuanto a lo pacto en materia de autogobierno, Mendia se pronunció a favor de una “actualización” del Estatuto de Autonomía que reconozca las “diferentes formas de sentirnos vascos que tenemos todos”. También se refirió a las cuestiones relacionadas con la convivencia en Euskadi. Sobre este punto, Mendia mencionó a las víctimas de ETA, pero también del Batallón Vasco Español, la Triple A o el GAL, así como a quienes sufrieron “abuso policial” o torturas. “Víctimas iguales en sufrimiento, distintas en las causas, todas igual de injustas”, subrayó.

Mientras tanto, el portavoz del PNV, Joseba Egibar, centró buena parte de sus treinta minutos de discurso en torno a la fiscalidad en el País Vasco, lo que le sirvió para defender las políticas desarrolladas hasta ahora por su partido desde el gobierno. El veterano parlamentario nacionalista no logró convencer a la oposición. Léase –por orden de votos- EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP. El PSE, que ya estaba convencido, es ahora parte del gobierno.

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