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VENTA DE ARMAMENTO El negocio de la guerra: EEUU gana millones con la venta de armas al régimen saudí

Un informe presentado por Amnistía Internacional destaca que Estados Unidos fue responsable del 36% del gasto militar mundial en 2018. La monarquía árabe, responsable de miles de muertes en Yemen, ha sido su principal cliente.

Niños yemeníes protestan frente a las oficinas de la ONU en Saná tras el ataque de la coalición liderada por Arabia Saudita que mató al menos a 40 menores en agosto de 2018. Khaled Abdullah / REUTERS

Los Kaeed eran una familia gigante. Lo eran cuando escaparon a Hajjah, una localidad situada en el noroeste de Yemen, para tratar de seguir vivos. Desde el pasado 11 de agosto lo son un poco menos: ese fatídico día, los aviones de la coalición encabezada por Arabia Saudí mataron a una decena de sus miembros e hirieron a otros 17. El dolor de la huida se convirtió entonces en exasperante sufrimiento por las salvajes bombas.

Coincidiendo con la reunión de los estados parte del Tratado Internacional para el Control del Comercio de Armas (ATT, por sus siglas en inglés) que se celebró esta semana en Ginebra, Amnistía Internacional (AI) ha difundido un informe titulado “Datos que matan 2019: magnitud del comercio mundial de armas”, en el que dibuja el mapa de un lucrativo negocio a nivel planetario.

“Aunque el Tratado sobre el Comercio de Armas existe desde hace casi cinco años, el comercio mundial de armamento continúa en aumento. Cuando los líderes mundiales se reúnen en Ginebra para debatir sobre el tratado, debemos recordarles que aún queda trabajo por hacer”, señala AI en ese documento, elaborado en base a informaciones recopiladas por el Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (SIPRI), el Estudio sobre Armas Pequeñas y Ligeras, y el Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala, en Suecia.

En esa línea, se destaca que el SIPRI “calcula que el valor total del comercio mundial de armas en 2017 fue de al menos 95.000 millones de dólares”. Ese mismo año, las 100 principales empresas de armamento “hicieron ventas por un valor aproximado de 398.200 millones de dólares”. No en vano, AI destaca que “el volumen de las transferencia internacionales de armas ha crecido de manera sostenida desde 2003, hasta alcanzar su máximo nivel desde el final de la Guerra Fría”.

EEUU es, con diferencia, el mayor exportador de armas del mundo

El negocio tiene acento americano: en 2018, Estados Unidos fue responsable del 36 por ciento del gasto militar mundial. De hecho, ese país es, con diferencia, “el mayor exportador de armas del mundo”. Seguido se explica quién es su cliente favorito: “en el periodo 2014-2018, Arabia Saudí fue el principal receptor, con el 22 por ciento de las exportaciones de Estados Unidos”. Ese periodo comprende los gobiernos de Barack Obama y Donald Trump.

De hecho, el documento señala que los cinco mayores exportadores de armas en 2014-2018 fueron Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y China “responsables del 75% de las exportaciones mundiales”. En cuanto a los compradores, señala que “los cinco mayores importadores de armas en este periodo fueron Arabia Saudí, India, Egipto, Australia y Argelia”. Todos juntos fueron “responsables del 35 por ciento del total de importaciones de armas”.

El documento desgrana también quiénes han sido los principales clientes de los cinco grandes vendedores de armas. En el caso de EEUU, sus armas han sido vendidas –en ese orden– a Arabia Saudí (22% del total de exportaciones), Australia (7,7%) y Emiratos Árabes Unidos (6,7%). Rusia ha priorizado a India (27%), China (14%) y Argelia (14%), mientras que Francia ha hecho negocios principalmente con Egipto (28%), India (9,8%) y Arabia Saudí (7,4%).

Por su parte, Alemania ha vendido armas a Corea del Sur (19%), Grecia (10%) e Israel (8,3%), mientras que China lo ha hecho principalmente a Pakistán (37%), Bangladesh (16%) y Argelia (11%).

Armas para la guerra

Según ha podido establecer este informe, “el flujo de armas a Oriente Medio creció un 87% entre 2009-2013 y 2014-2018”. Precisamente, “más de la mitad de las exportaciones de armas de Estados Unidos tuvieron como destino Oriente Medio en 2014-2018”, mientras que el 59% de las exportaciones de armas británicas también tuvieron como destino esa conflictiva región. “La mayor parte estas operaciones fueron entregas de aviones de combate a Arabia Saudí y Omán”, apunta.

Un yemení posa junto a los escombros de un edificio destruido tras un supuesto ataque de la coalición liderada por Arabia Saudí, en Saná (Yemen), la pasada semana. EFE/ Yahya Arhab

Un yemení posa junto a los escombros de un edificio destruido tras un supuesto ataque de la coalición liderada por Arabia Saudí, en Saná (Yemen). EFE/ Yahya Arhab

En ese mismo periodo, “Arabia Saudí se convirtió en el mayor importador de armas del mundo”, mientras que “Estados Unidos y Reino Unido son con diferencia los mayores proveedores”. Se indica que las importaciones de armas por parte del régimen saudí “aumentaron un 225% en el periodo 2013-2017”. La intervención emprendida por los saudíes contra Yemen comenzó en marzo de 2015, por lo que entra de lleno en el periodo analizado. La ONU calcula que a finales de este año ya se sumarán más de 233 mil muertes en Yemen, provocadas por el régimen saudí.

Asimismo, entre 2014 y 2018 se entregaron más de cuatro mil vehículos blindados a Arabia Saudí “desde Austria, Canadá, Francia, Georgia, Sudáfrica y Turquía”, mientras que hubo 338 tanques que salieron desde Estados Unidos.

Estos datos cobran especial relevancia tras cotejar otra cifra que también vienen en el informe: “2.436.351 personas han muerto en conflictos armados desde 1989 –más de 77.320 en 2018– según el Programa de Datos sobre Conflictos de Uppsala”.

“Crímenes de lesa humanidad”

En ese contexto, el documento recuerda que “tras más de 20 años de campaña de Amnistía Internacional y las demás ONG asociadas en la coalición Armas bajo Control, la Asamblea General de la ONU votó de manera decisiva a favor de aprobar el texto del Tratado sobre el Comercio de Armas en abril de 2013”, mientras que su entrada en vigor tuvo lugar el 24 de diciembre de 2014.

Se destaca en tal sentido que “el Tratado sobre el Comercio de Armas es un tratado mundial que establece, por primera vez, prohibiciones para detener la transferencia internacional entre Estados de armas, municiones y material conexo cuando se sepa que podrían utilizarse para cometer o facilitar genocidios, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra”.

De hecho, “cada año se lleva a cabo una evaluación para analizar si existe un riesgo ‘preponderante’ de que esas exportaciones potenciales de armamento faciliten la comisión de violaciones graves del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos”.

Sin embargo, “a pesar de su compromiso de regular el comercio irresponsable de armas –continúa el documento-, muchos Estados partes clave siguen vendiendo armas a gobiernos que cometen abusos graves contra los derechos humanos”.

En el caso de España, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez hizo saber a representantes de la campaña Armas Bajo Control que no se han autorizado nuevas exportaciones desde septiembre del año pasado. De hecho, la flota de la naviera pública saudí no tiene previsto arribar a puertos españoles al menos hasta después de enero de 2020.

Mil millones de armas

El documento presentado por AI también ofrece las estimaciones del Estudio sobre Armas Pequeñas y Ligeras, según el cual “hay más de 1.000 millones de armas de fuego en el mundo, la impensa mayoría de las cuales están en manos de civiles”. Según ese informe, “hay aproximadamente 21 armas de fuego por cada 100 habitantes en Estados Unidos, 53 en Yemen, 39 en Montenegro y Serbia, y 35 en Canadá y Uruguay”.

Por su parte, Venezuela y El Salvador registraron los índices más altos de muertes violentas por arma de fuego en 2017. A lo largo de ese año se observó un “drástico aumento del número de muertes violentas en el mundo”: aproximadamente 589.000 personas “perdieron la vida de forma violenta”. “Las regiones más afectadas por el aumento de la violencia armada mortal fueron América del Sur y Central y el Caribe”, añade.

El negocio, en cualquier caso, está lejos de terminar: “según estimaciones del Estudio sobre Armas Pequeñas y Ligeras, en el plazo de 50 años la producción mundial de fusiles de asalto militares, carabinas, pistolas y ametralladoras ligeras y pesadas oscilaría entre 36 y 46 millones de unidades”, subraya.

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