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La vía Cs para aprobar la reforma laboral gana terreno a dos días de la votación pero todavía sin una mayoría suficiente

El bloque de la investidura sigue rechazando el decreto ley mientras el tiempo se agota. En Trabajo insisten en que Yolanda Díaz seguirá negociando hasta el último momento y en que "hay margen". La denominada 'vía Ciudadanos' no garantiza a día de hoy los votos necesarios y la reforma laboral corre el riesgo de ser tumbada en el Congreso.

27/01/2022.- La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, atiende a los medios de comunicación tras visitar por primera vez las instalaciones de Seat en Martorell, automovilística de la que ha destacado su
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, atiende a los medios de comunicación tras visitar por primera vez las instalaciones de Seat en Martorell. Quique García / EFE

La cuenta atrás para la votación de la reforma laboral en el Congreso corre y el plazo de negociación sigue abierto, pero a dos días de que el decreto ley sea examinado en el hemiciclo (el debate para su convalidación es el jueves por la mañana), los socios del Gobierno dan por sentado que el Ejecutivo sacará adelante el nuevo modelo de relaciones laborales con el apoyo de Ciudadanos, lo que directamente les saca del terreno de juego. No obstante, esta opción sigue siendo insuficiente ante la falta de una mayoría clara que hace peligrar la aprobación de la norma.

A día de hoy, PNV, ERC y EH Bildu siguen en el no a la reforma laboral toda vez que Unidas Podemos sigue apostando por los socios de investidura para sumarlos en el acuerdo. En una entrevista este lunes en La hora de la 1, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, destacaba la importancia de contar con las fuerzas progresistas y nacionalistas, ya que "nadie se lleva a error" cuando se alude a que el PSOE "estaría más cómodo con algún tipo de geometría variable", que le permitiera en "algunas ocasiones pactar con la derecha y en otras con la izquierda".

Lejos de lo que apuntan desde el espacio morado, ERC y EH Bildu insisten en que mantienen su rechazo a la reforma laboral porque consideran que el Gobierno no quiere negociarla, esto es, quiere "imponer un acuerdo sin margen de mejora", como ha apostillado nuevamente ERC en boca de su secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta. "El Gobierno se ha enrocado, no quiere negociar. Pues que no cuenten con ERC", ha sostenido este lunes.

En este sentido, fuentes parlamentarias republicanas y de la coalición abertzale asumen que, ante el rechazo del PSOE a tocar una coma del texto acordado con la patronal y los sindicatos, el Gobierno se apoyará en esta ocasión en Cs y otras fuerzas minoritarias para sacar adelante la reforma laboral en el Congreso, que necesita una mayoría simple (más síes que noes) para recibir el visto bueno.

Dada la complejidad de esta vía, pues los nueve diputados de Cs siguen siendo insuficientes y todavía hay formaciones que tienen que decidir el sentido de su voto (como PDeCAT, Más País y Compromís, aunque han confirmado que no votarán en contra del decreto ley, además de la incógnita abierta del sentido del voto de los dos diputados de UPN), la parte socialista del Ejecutivo apuesta por apelar a la "responsabilidad" de todas las fuerzas políticas, de derechas y de izquierdas.

"El conjunto del Gobierno está trabajando de manera coordinada para que consigamos convalidar la reforma laboral que tan importante es para este país, para los trabajadores y para los empresarios", señala el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, en unas declaraciones recogidas por Europa Press a la entrada a una reunión con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, para presentarle el Plan Anual Normativo del Ejecutivo para 2022.

También, la ministra de Defensa, Margarita Robles, insiste, en su caso en Onda Cero, y en clara alusión a sus socios de Gobierno, en que nadie debería tener "ningún tipo de complejo" en aceptar los votos de todas las formaciones políticas si la iniciativa es buena para los ciudadanos. "No, ¿por qué? Cuantos más votos haya, mejor", ha defendido la titular de Defensa al ser pregunta sobre si a ella le incomodaría que el partido de Inés Arrimadas votara a favor del texto pactado con los agentes sociales.

El PNV ofrece dos vías para apoyar la reforma

Por su parte, el PNV se reunía este lunes con los sindicatos nacionalistas ELA y LAB, un día después de que estas centrales sindicales, Steilas, ESK, Etxalde e Hiru lideraran manifestaciones en las tres capitales de Euskadi y en la de Navarra para mostrar su rechazo a la reforma laboral. La formación jeltzale, que se mantiene en el no, exige la garantía de la prevalencia de los convenios autonómicos para favorecer su aprobación.

Asimismo, para el blindaje de esta propuesta, el PNV ha ofrecido al Gobierno dos opciones: tramitar la norma como proyecto de ley pactando con anterioridad las enmiendas o mediante un decreto, según han confirmado a este medio fuentes del grupo liderado en el Congreso por Aitor Esteban.

En este contexto de negociaciones, cabe destacar el acuerdo alcanzado el pasado viernes entre el Gobierno central y el vasco para desbloquear el traspaso del Ingreso Mínimo Vital (IMV), de forma que sea "íntegro" y "sin limitación temporal", en los términos establecidos por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu. No obstante, sobre lo que podría interpretarse como un guiño del Gobierno, fuentes parlamentarias del Grupo Vasco aseguran que una negociación no tiene que ver con la otra, por lo que este gesto "no incluye" en las conversaciones sobre la reforma laboral. 

Pese al rechazo del bloque de la investidura a la reforma laboral, en el Ministerio de Trabajo apuntan que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, continúa con unas negociaciones que se han intensificado en los últimos días, e insisten en que "todavía hay margen". Durante todo el fin de semana, ambas partes se han intercambiado documentos y propuestas, y esta dinámica va a continuar en las próximas horas.

Una brecha de consecuencias impredecibles

En Unidas Podemos alertan de que esta votación trasciende con mucho a lo que suceda el jueves en el Congreso de los Diputados, y advierten de que habrá "un día después" con importantes consecuencias. La primera es que, si finalmente los socios del Gobierno rechazan la norma y la Cámara no ofrece los apoyos suficientes, la reforma laboral decaerá y se volverá automáticamente al marco laboral del PP (decaerían medidas como la recuperación de la ultraactividad y la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa, además de que se recuperaría el contrato de obra y servicio). 

Pero más allá de las reformas que se suprimen (de una relevancia crucial para el Ministerio de Trabajo), el hecho de que el bloque de la investidura rechace apoyar una de las medidas estrella del Ejecutivo, impulsada además por Unidas Podemos y Yolanda Díaz, abriría una brecha entre el Gobierno y sus aliados que podría hacer tambalear los cimientos sobre los que se ha asentado la legislatura.

Algunas voces ven en el rechazo de ERC a la reforma laboral un ataque preventivo contra una Díaz que ya ha sido aupada por las encuestas y ha levantado enormes expectativas sin lanzarse oficialmente todavía a ninguna aventura política o electoral. La vicepresidenta segunda ha priorizado en numerosas ocasiones y en público la alianza con el bloque de la investidura, llegando a cerrar la puerta a la vía Ciudadanos, incluso aunque el PSOE no la descartara. 

A pocas horas de conocer el futuro de la reforma laboral, la situación no está nada clara, y en la actualidad esa vía Cs es la más factible, aunque en ningún caso garantiza la aprobación de la norma en el Congreso. "Hay que dejar trabajar a Yolanda, ella sabe que el 'culo de hierro' es muy importante en las negociaciones y que no hay que dar nada por perdido hasta el final", concluyen desde Unidas Podemos. 

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