Este artículo se publicó hace 11 años.
La vicepresidenta dice que la oposición "sólo trabaja un poquito el fin de semana"
La portavoz socialista echa en cara al Gobierno que no dé la cara ante los ciudadanos para explicar la realidad de la crisis
La sesión de control al Gobierno de este miércoles, como ya ha ocurrido en otras ocasiones, ha estado condicionada por la pesada carga del largo debate previa sobre el Plan de Estabilidad que ha durado cinco horas. Tanto es así que tanto por parte de la oposición como por la del presidente del Gobierno o la vicepresidenta primera no se ha aportado grandes novedades. La mañana ya estaba saturada de argumentos políticos.
No obstante, el enfrentamiento más agreste ha sido el protagonizado por la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. La portavoz del grupo mayoritario de la oposición le ha echado en cara al Gobierno que se oculte ante la opinión pública cuando aparecen datos poco favorables a su gestión, como los parados que ofrece la EPA.
Es más, Rodríguez ha calificado como "irresponsabilidad" e "incapacidad" la actitud de los miembros del Ejecutivo al "esconderse" para no comparecer ante la opinión pública. En su opinión, esta estrategia responde a una decisión calculada de pretender engañar a la sociedad española "aunque los ciudadanos y las ciudadanas conocen la realidad".
La vicepresidenta, en su habitual estilo de recurrir al pasado más reciente, ha vuelto a sacar pecho, en línea con lo que ha hecho su jefe de filas en el debate anterior. "Este Gobierno ha evitado el rescate. Lo que no se acostumbran ustedes es que ahora hay una nueva forma de trabajar, no como la que a ustedes le gustaría y que es a la que estaban ustedes acostumbrados", ha dicho Sáenz de Santamaría.
Coscubiela: "los recortes llevan al desastre económico y más paro"
Y ha ido más allá para asegurar que "lo que no se puede hacer es como la oposición, que trabaja un poquito los fines de semanas para hacer unas propuestas que duran tan poco como tarda Bruselas para echarlas atrás y descalificarlas. Ahora, señora portavoz, se trabaja mejor", ha concluido.
Previamente, el presidente del Gobierno ha tenido una sesión de control limitada a las preguntas formuladas por la portavoz de UPyD, Rosa Díez, y el portavoz adjunto de La Izquierda Plural, Joan Coscubiela. La pregunta que iba a formular el portavoz socialista no se ha formulado por la ausencia de Pérez Rubalcaba que ha abandonado la sede parlamentaria debido a luctuoso suceso que le ha afectado personalmente (el fallecimiento de la hermana de Jaime Lissawetzky).
A Coscubiela, que le ha criticado duramente las medidas de ajuste que "llevan al desastre económico, a más paro y un aumento del empobrecimiento al poner grilletes de por vida a millones de personas", Rajoy le ha contestado con una retahíla de datos y cifras similares a las esgrimidas en el debate previo que calificó como "datos positivos". Un argumento que no convenció al parlamentario catalán: "Debe usted dimitir, se le ha acabado el tiempo y a los ciudadanos la paciencia".
En enfrentamiento con la portavoz del grupo magenta tuvo menos historia. Díez criticó al presidente su actitud poco contundente con el Govern de la Generalitat de Catalunya cuando "siembra el descrédito en el ámbito internacional que afecta a los españoles". Rajoy, que volvió a tener un lapsus al llamarla Díaz, no entró al trapo y argumentó que "no soy sectario ni lo seré jamás" por lo que aseguró que no castigará presupuestariamente a ciudadanos de una comunidad en función del color del gobierno que tenga.
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