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La vicepresidenta responde a Mas: "Quien no puede perder es la ley"

PAULA DÍAZ

Con un nuevo portazo al diálogo. Así ha reaccionado hoy la vicepresidenta del Gobierno a las declaraciones del presidente de la Generalitat instando al Ejecutivo central a dialogar sobre la independencia de Catalunya para buscar una solución en la que 'ambos' equipos puedan 'ganar'.  'Sería absurdo que todos perdiéramos pudiendo ganar ambos', declaró Artur Mas en una entrevista. 'Quien no puede perder es la ley', le contestó Soraya Sáenz de Santamaría desde la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La vicepresidenta volvió a defender la negativa del presidente, Mariano Rajoy, y de todo el equipo de Gobierno a sentarse a negociar sobre la consulta soberanista prevista para el 9 de noviembre porque el referendum 'no lo permite ni el Tribunal Constitucional ni el 85% de los diputados del Congreso', insistió. Además, afeó la insistencia del president del Govern, instándole a 'seguir gobernando para consolidar la recuperación económica' y atendiendo a 'otras necesidades' de los ciudadanos, 'más allá de las que plantea el señor Mas'.

En este sentido defendió, con gesto de sorpresa, no haberse encontrado con ningún miembro del Ejecutivo catalán durante su visita a Barcelona el pasado miércoles 'Se informa a las delegaciones de Gobierno cuando viajamos a otras comunidades y en ocasiones nuestras agendas [las de los miembros del Ejecutivo] coinciden o no otros representantes de otras administraciones', zanjó. Y, siguiendo con el mantra del 'Somos el Gobierno de todos los españoles', Sáenz de Santamaría insistió en que había viajado a Catalunya a reunirse con editores en el Día del Libro 'porque Barcelona es la capital de la edición' y quería tratar con ellos la mejora de la fiscalidad de la cultura, la lucha contra la piratería y la atención a la edición en todas las lenguas oficiales del Estado. 'Era una reunión importante, con un sector importante que crea mucho empleo y que podemos internacionalizar mucho más', zanjó.

Por otra parte, la vicepresidenta -que responde a preguntas sobre el Gobierno pero no sobre el partido que lo sustenta, el PP- eludió contestar sobre el auto que el juez Ruz emitió recientemente sobre la caja B de los conservadores y se limitó, como siempre, a 'respetar los procesos judiciales'. Lo que sí recibió como 'bienvenidas' fueron las recomendaciones anticorrupción que el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, esgrimió ante la Comisión Constitucional del Congreso. Entre ellas, denunció que la legislación al respecto es 'insuficiente y enrevesada', que la actuación de la justicia es 'lenta, se mostrócontrario a ciertas absoluciones, prescripciones e indultos a corruptos y denunció que 'la Justicia favorece al poder'. Lejos de ruborizarse, Santamaría presumió sobre las medidas anticorrupción impulsadas por el Ejecutivo ('los cambios en la financiación de partidos y la ley de transparencia') y aseguró que el Gobierno fue el impulsor, junto con los grupos parlamentarios, de esas intervenciones de  expertos en la Cámara Baja. 'Esas comparecencias las hemos buscado nosotros, así que bienvenidas sean esas aportaciones y esas reflexiones', respondió.


En cuanto a la pregunta más repetida en los últimos días sobre cuándo se producirá el relevo del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, Sáenz de Santamaría tampoco quiso ejercer de portavoz del Ejecutivo. 'Eso le corresponde decidirlo a una única persona, que es el presidente del Gobierno', respondió entre risas. Aseguró no tener 'una fecha' para que se produzca la esperada crisis de Gobierno y recordó que el propio Cañete, número uno de la lista del PP para las elecciones europeas, 'no ve posible seguir siendo ministro y candidato más allá del 9 de mayo' (día en el que da comienzo oficialmente la campaña electoral). 'A mí, como vicepresidenta, me interesa que sean los ministerios los que continúen con sus proyectos y no se va a demorar ningún proyecto como consecuencia de la campaña electoral', prometió.

No obstante, aprovechó la ocasión para arremeter contra el PSOE y desechar las críticas de la oposición a la posible incompatibilidad de ser ministro y candidato. 'Antes de hablar, deberían repasar sus propios antecedentes', sentenció Sáenz de Santamaría, en alusión a Alfredo Pérez Rubalcaba, que fue propuesto candidato del PSOE a la presidencia siendo vicepresidente y portavoz del Gobierno con José Luis Rodríguez Zapatero. 'Cañete acaba de ser designado hace dos semanas y no ha pasado ni con mucho el tiempo de otros casos', concluyó.

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