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Día de Extremadura El día de Extremadura se lo dieron a una virgen toledana

Mientras que otras regiones fijaron el día de la comunidad en homenaje a revueltas populares o a la fecha de aprobación del estatuto autonómico, la festividad de Extremadura está ligada a un símbolo religioso.

Manifestación de extremeños en Madrid, por un tren digno./EFE

Existe otro día en la historia de Extremadura que no debe caer en el olvido: el 25 de marzo de 1936. Este año se cumplen 35 años de la aprobación del estatuto extremeño y la emigración, el paro y la calidad de las infraestructuras siguen siendo los principales problemas de la región.

"No entiendo por qué el 8 de septiembre es el día de Extremadura". Así de contundente se muestra Víctor Chamorro, un historiador y escritor cuyo nombre está ligado a las letras de Extremadura. Mientras que otras comunidades -como Castilla y León- fijaron el día de la comunidad en homenaje a revueltas populares o a la fecha de aprobación del estatuto autonómico, la festividad de Extremadura está ligada a un símbolo religioso. El día 8 de septiembre coincide con la celebración del día de patrona de la comunidad, la Virgen de Guadalupe.

Sin embargo, tenemos un día en historia de Extremadura que no debe caer en el olvido, y no es el 8 de septiembre. Se trata del 25 de marzo, explica Chamorro, para muchos, “el verdadero día de Extremadura”. “Hasta el 25 de marzo de 1936 el pueblo extremeño nunca tuvo voz y fue ese día cuando surge el sentimiento identitario”. Ocurrió un fenómeno extraordinario en la región que atrajo la atención del mundo entero: “La primera revolución agraria de una manera pacífica”. Hace 81 años, 80.000 campesinos ocuparon 3.000 fincas de latifundio ubicadas en la provincia más grande de España, Badajoz. Un acontecimiento que “no se ha enseñado en la escuela y que debería hacerse para conocer la historia de nuestro pueblo”.

Campesinos extremeños levantan el puño a lomos de sus caballos

Campesinos extremeños levantan el puño a lomos de sus caballos./IU

“La jornada gloriosa y pacífica del 25 de marzo provocó que vinieran los mejores reporteros de periódicos europeos y americanos”. Yunteros, jornaleros y braceros extremeños, apoyados por líderes sindicales, se organizaron para huir de la hambruna y revelarse contra la concentración de tierra “en mano de unos pocos”. No solamente fue una revolución del campesinado, sino que también contó con la adhesión de los comerciantes y el mundo del gremio. “Esta unidad creo un sentimiento identitario”.

“La jornada gloriosa y pacífica del 25 de marzo provocó que vinieran los mejores reporteros de periódicos europeos y americanos”

Pero, ¿qué pasó después del 25 de marzo? “Pues que ese sentimiento identitario fue arrasado con el golpe franquista”. Y Luego vino la venganza: la matanza en la Plaza de Toros de Badajoz, el plan para exterminar a los participantes de las ocupaciones, donde se mataron entre 1.800 y 4.000 personas, una cifra que alcanzó el 10% de la población pacense de la época.

Chamorro, una de las personalidades extremeñas que mejor conoce la realidad de la región, a sus 85 años sigue sin encontrar la explicación sobre la elección de este día como festivo. "Es extraño que se optara en una tierra, ya democrática, donde ya había personas agnósticas y de otras religiones. Se trata de un símbolo que no aglutina a todos los extremeños". A esto se le suma que esta virgen no pertenece a la diócesis extremeña. "Y para colmo la virgen de Guadalupe se encuentra en la diócesis de Toledo", relata con indignación Chamorro.

Justo este año, la fiesta del día de Extremadura asocia con los 35 años de autonomía. El día de la aprobación del estatuto, según recuerda el autor de la "Historia de Extremadura" en ocho volúmenes, “los extremeños no sabían en qué consistía eso (sic) de la autonomía”, pero poco a poco, al adquirir competencias, “la palabra se fue traduciendo en hechos” y la región comenzó a dar los primeros pasos de transformación y modernización, aunque todavía con muchas asignaturas pendientes que le impiden competir con el resto de comunidades.

“Extremadura tiene un problema por resolver: el terrible paro”, señala Chamorro. Con datos de junio de 2018, Extremadura es la Comunidad Autónoma con una mayor tasa de paro, solo superada por las dos ciudades autónomas: Ceuta y Melilla. A ello se le suma el éxodo de miles de jóvenes. Entre 1950 y 1977 emigró el 45% de la población extremeña, la mayor parte tenía entre 20 y 40 años. La brecha sigue abierta: ahora Extremadura pierde al mes doscientos jóvenes por la emigración. O lo que es lo mismo, casi siete cada día.

“Hay que frenar la hemorragia migratoria”, insiste Chamorro. El historiador propone que se lleve a cabo, “de una vez por todas”, una reforma agrícola que lleve consigo, explica, el impulso de la cooperativización en la agricultura y la intensificación de cultivos, así como la creación de una industria que transformase los productos de la tierra “para que el valor añadido se quede en Extremadura”.

La reivindicación que ha despertado al pueblo extremeño

Más de 20.000 extremeños tiñeron de verde, blanco y negro la plaza de España de Madrid el pasado 18 de noviembre para reclamar un tren propio del siglo XXI. Una protesta, que, sin duda, se ha convertido en otro gran hecho identitario de Extremadura. Parte de este éxito se debió a la plataforma ciudadana Milana Bonita.

“Vimos necesario que el pueblo extremeño levantase la voz”. Con ese propósito, según explica Valen Rodríguez -uno de los impulsores de la plataforma- nace Milana Bonita, que justo hace un año inició la ola de reivindicaciones: “El día de Extremadura de 2017 llegamos a Madrid con la performance de la película ‘Los santos inocentes’ para reivindicar un tren digno. Conseguimos nuestro objetivo: salir en los medios de comunicación”. Después, con el 18N los políticos “montaron la fiesta”. Y así es porque “es bochornoso que ninguno de los tres presidentes, hasta ese momento, no se preocuparan por la cuestión”.

Protesta de 'Milana Bonita' en la estación de Atocha el Día de Extremadura./EFE

Protesta de 'Milana Bonita' en la estación de Atocha el Día de Extremadura./EFE

La plataforma insiste en que ellos reclaman un tren digno, no el AVE: “A ver quién en Extremadura se puede permitir el lujo de pagar un billete de AVE”. Nosotros, explica, “lo que pedimos es un tren decente que llegue a su hora, que haya máquinas para saciar la sed y que las puertas de los servicios funcionen”.

El tren extremeño, que circula aún por vías del XIX y no cuenta con un solo kilómetro de vía electrificada, ha tenido más de 100 incidencias durante este verano. Por eso, la plataforma ha vuelto a convocar a los extremeños en Madrid este 8 de septiembre el metro Nuevos Ministerios por “una cuestión de dignidad”. “Es una lucha del pueblo extremeño”, insiste Rodríguez que quiere el pueblo extremeño despierte de la mansedumbre que siempre le ha caracterizado.

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