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La xenofobia de Vox amenaza la estabilidad del Gobierno andaluz

El Ejecutivo de Juanma Moreno acoge a trece menores procedentes de Ceuta y provoca la ira de su socio parlamentario.

El portavoz de Vox, Manuel Gavira, en un Pleno del Parlamento de Andalucía. E.P./María José López
El portavoz de Vox, Manuel Gavira, en un Pleno del Parlamento de Andalucía. María José López / EUROPA PRESS

El nuevo portavoz de Vox en Andalucía, Manuel Gavira, el tercero en tres años, ha decidido hacer bandera de la xenofobia y poner en jaque al Gobierno andaluz, formado por una coalición de PP y Ciudadanos, con los menores de edad que están en España, a quienes se niega a acoger, una exigencia que pone los pelos de punta a las asociaciones que trabajan con ellos, y que el Ejecutivo que preside Juanma Moreno, no va a aceptar.

En un tuit publicado este jueves, el partido de ultraderecha escribía: "¡ÚLTIMA HORA! Vox deja de apoyar al Gobierno andaluz tras la irresponsable decisión de acoger 13 menas procedentes de Ceuta. No apoyaremos NINGUNA iniciativa de la Junta de Andalucía que no tenga nuestra firma. El Gobierno de Juanma Moreno es absolutamente frágil".

El tuit tiene algo de entelequia –cosa irreal–. Así, la amenaza es no apoyar "ninguna iniciativa que no tenga" la firma de Vox. Por tanto, para no incumplir con lo expresado, bastaría a Gavira con poner su firma en cualquier iniciativa de la Junta de Andalucía.

Dicho de otra manera, la realidad es que Vox ha amenazado ya en otras ocasiones al Ejecutivo de Moreno, unas amenazas que hasta ahora nunca ha llevado hasta el final. La realidad es que el PP –y Ciudadanos– siempre han tenido el apoyo de la ultraderecha cada vez que les ha hecho falta para implementar el giro ideológico hacia la derecha que han dado a la legislación en Andalucía en el terreno de la igualdad, en el educativo, en el urbanístico y en el fiscal. ¿Será esta vez diferente? ¿Será el nombramiento de Gavira un mensaje que, más allá de colar su discurso en todos los informativos, anticipe un cambio de rumbo en la estrategia de Vox? 

La hora de la verdad, cuando se sabrá lo que realmente quiere Santiago Abascal –elecciones anticipadas o no en Andalucía– llegará a la vuelta del verano, cuando tengan que presentarse las cuentas autonómicas del año 2022 y Vox tenga que decidir si las aprueba y, con ello, llevar la legislatura llega hasta su final natural, o elige tumbarlas y, con ello, forzar al PP a adelantar los comicios, algo que, en este momento, el presidente, Juanma Moreno, no quiere.

Todas las encuestas recientes aseguran que el PP va a necesitar a Vox –si la izquierda no se recupera– para gobernar Andalucía en cualquier escenario. Por tanto, Moreno está condenado a entenderse con la ultraderecha si quiere repetir como presidente. Tal vez por ello, ha evitado hasta ahora una censura directa y contundente de las actitudes y discursos xenófobos de su socio parlamentario, más allá de cumplir con su cometido institucional, al que está obligado por la ley, que es atender a los menores migrantes que estén en Andalucía.

Esta actitud de Moreno contrasta sobremanera con la de Ciudadanos, el socio de Gobierno del PP, cuyos portavoces sí han cargado con toda dureza contra Vox por estos comportamientos xenófobos, que criminalizan a menores de edad. Desde Ciudadanos lo han tachado de "barbaridad", "inhumano", "deleznable" e "insensible". 

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