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Ximo Puig Ximo Puig: "Ni en el PSOE estábamos en la absoluta depresión, ni ahora tenemos que estar en la absoluta euforia"

El presidente de la Comunitat Valenciana dice que "hay que resetear la situación política española y acabar con el maniqueísmo", y apuesta por los pactos: "En estos momentos, España necesita grandes acuerdos"

Ximo Puig, presidente de la Generalitat Valenciana y Marta Nebot, durante la entrevista

Ximo Puig, el presidente de la Generalitat valenciana, vino ayer a Madrid a dar una conferencia en el Club Siglo XXI -que no es progresista, precisamente- arropado por tres ministros socialistas, recién nombrados: Carmen Montón, ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y exconsejera de Sanidad valenciana; José Luis Ábalos, ministro de Fomento, y Meritxell Batet, ministra de Administraciones públicas. El presidente valenciano se lució ante un auditorio de socios de este viejo club, que siempre ha hecho gala de tolerancia invitando a dar charlas ante sus socios a todos los bandos, incluidos los independentistas.
Puig, ni defraudó ni levantó ampollas, en su línea habitual. Antes, nos concedió esta entrevista con la sentencia de la Gürtel valenciana recién salida y la euforia fruto de la suma de factores.

President, acaba de salir la sentencia de la Gürtel valenciana, le tengo que preguntar lo primero sobre eso. ¿Cómo valora esta sentencia?

Bueno, esto es parte del rosario de sentencias que esperemos pongan punto y final a lo que fue una época nefasta de la comunidad valenciana; que estuvo bajo el paradigma de la corrupción. La sentencia lo que dice es que el PP fue dopado a las elecciones, hizo trampas en las elecciones y algunas personas, de las que estuvieron directamente implicadas, van a tener que pagar […]. Pero es cierto que otros que no van a pagar, en términos jurídicos, deberían asumir su responsabilidad política porque esa responsabilidad es bien evidente.

¿Me está hablando de Camps?

Sí, por supuesto. El principal responsable en aquel momento era Camps.

La sentencia a él ni le salpica, de hecho no estaba ni sentado en el banquillo. ¿Por qué cree usted que Francisco Camps sale ileso de tantas cosas?

Bueno, es una cuestión procedimental. En este caso, cuando hubo confesiones, como es el caso de Ricardo Costa, cuando despeja quién es la X en este proceso, ya es tarde, desde un punto de vista procesal. Nosotros, afortunadamente, estamos en un estado garantista y yo no quiero interpelar a la justicia, a lo que interpelo es a la responsabilidad política del PP y del señor Camps, y no solo de él, de los sucesores del señor Camps.

Sobre si van a recurrir esta sentencia, dado que ven tan clara la implicación del señor Camps, me dice que eso dependerá de la abogacía, que de eso no sabe nada, que para él “lo importante” es que haya “esa respuesta política que aún no se ha dado en la comunidad valenciana”. Es decir, que Ximo Puig pide al PP más dimisiones en Valencia.

Sobre las penas que marca la sentencia, inferiores a las que pedía el fiscal, Puig no se moja ni un poco. “Yo creo en la justicia”, “lo importante es que recuperemos el dinero público” y vuelve al argumento de inicio: a él lo que le compete es pedir las responsabilidades políticas. Ni siquiera critica que la sentencia haya perdonado la cárcel a los empresarios que financiaron ilegalmente al PP y a los que sólo condena a pagar multas. “No tengo esa visión de la cuestión penitenciaria vengativa”, afirma. “Quiero leerme bien la sentencia para ver si hay algún tipo de inhabilitación para ser contratados de nuevo por el sector público”.

President, Valencia ha sido, quizás, el principio del fin del PP. ¿Usted cree que estaban allí los peores del reino o que allí se han descubierto cosas que del resto no sabemos?

Vamos a ver. Yo creo que había una sistémica general del PP, como se ha visto en la sentencia de al Gürtel, y en la Comunidad Valenciana, además, hubo un despropósito enorme ligado al despilfarro, en cuestiones con una gran proyección pública: la Fórmula Uno, la visita del Papa… Todo esto tiene un morbo añadido y ha generado una hipoteca reputacional para nosotros enorme. Demasiadas veces cuando se ha hablado de la Comunidad Valenciana, se ha hablado de le cuna de la corrupción y yo creo que no ha sido especialmente la cuna, ha habido una metástasis bastante importante, pero es verdad que hubo un momento en que parecía que era ilimitado el poder que podían tener en nuestra tierra. Tenían todas las instituciones y estaban anclados en una atmósfera de opacidad.

Ximo Puig, presidente de la Generalitar y Marta Nebot

Ximo Puig explicando porqué la financiación ilegal del PP no es igual que la que se está investigando en el PSPV 

Y dicho todo esto, President, el PSOE valenciano está siendo investigado por lo mismo, por financiación ilegal…¿Por qué lo suyo es distinto a lo del PP?

Lo primero es que el PSPV no está imputado por financiación ilegal. Están imputadas algunas personas….

Diecisiete, President

Sí, pero la mayoría son funcionarios. En política activa creo que hay una persona solo. Pero, oiga, yo lo que digo con total claridad es: si en el transcurso de estas investigaciones, que el propio auto de la juez dice que no hay conectividad, que no hay trama, que son situaciones puntuales en dos municipios y, aquí en Madrid, en dos ministerios, si hay algún tipo de responsabilidad, que estamos hablando de 2007 cuando yo no tenía ninguna, en aquel momento, en el partido, pero es igual… Nosotros llegaremos hasta el final y tomaremos todas las decisiones que se deban tomar. Porque esto afecta a la credibilidad del sistema, por eso es tan grave. No hay ningún tipo de paralelismo con el partido popular porque ni reaccionamos igual, ni actuamos igual. El PP fue contra los jueces, contra los periodistas, contra los fiscales, contra la policía… Nosotros no hemos dicho nada ni de los jueces, ni de los fiscales, ni de los periodistas… Se han publicado unas informaciones, hay unas acciones judiciales en marcha y, desde luego, nosotros vamos a ver hasta el último extremo y, si al margen de la responsabilidad jurídica, acabado el proceso, en cualquier caso, si algo si hizo mal, nosotros asumiremos las responsabilidades, por supuesto.

Cambiemos de tercio, usted decidió unirse a Compromís para gobernar y Pedro Sánchez ha decidido gobernar solo ¿quién de los dos se equivoca?

Son circunstancias políticas absolutamente diferentes. La diferencia es de inicio.

Y entonces me cuenta que lo que hicieron PSPV- Compromís y Podemos, firmando el Pacto del Botanic, formando gobierno con Compromís y  con un acuerdo con un tercero que “nos ha apoyado en todo este tiempo, que es Podemos” “es el modelo del futuro. El modelo europeo de gobiernos de coalición que, con una mayoría sólida, pueden establecer un proyecto para cuatro años. Creo que ése es el camino”, afirma tajante. Y, luego, justifica a Pedro Sánchez, por las circunstancias: “él es Presidente, después de una moción de censura, en un momento determinado de una gran atomización y en el que se necesitaba un revulsivo y, cuando se propone como candidato, dice claramente que va a hacer un Gobierno monocolor porque piensa que, en este momento, es lo razonable para este momento político y se aprueba la moción de censura con esas condiciones previas. Por tanto, no ha engañado a nadie”. Y remacha: “ha demostrado audacia y que era posible desatascar la situación política española”.

Se lo pregunto de otra manera: ¿Quién cree usted que va a apoyar más a Pedro Sánchez, en esta legislatura: Pablo Iglesias o Albert Rivera?

Yo creo que lo que hay es una base de la moción, una serie de grupos parlamentarios que votaron a favor de esa moción y creo que debe de haber un trato preferencial con esa base.

Es decir, con Pablo Iglesias.

Sí, claro. Debe haber un diálogo con Podemos, que ha sido un grupo decisivo en este momento político, y con el que, por supuesto, debe haber una relación fluida, con el resto de grupos que han apoyado la moción de censura y también, desde luego, hablando con Ciudadanos y con el Partido Popular. El momento político que vivimos exige cambiar el chip. Hay que resetear la situación política española. Hay que acabar con el maniqueísmo y creo que el Gobierno que ha hecho Pedro Sánchez va en esa dirección. […]

Y me cuenta que cree que tenemos una oportunidad única para ser influyentes en Europa y para cambiar cosas importantes en España (el modelo económico, el tema territorial, la reforma de la Constitución…) y que todo eso “no se puede hacer solo con una parte del país” y que cree que “todos, tanto los que han apoyado la moción de censura como los que no, tenemos una enorme responsabilidad” y que “el partido popular no se tiene que tirar al monte, que tiene que entender que es un partido de Gobierno y que para eso tiene que ser responsable”. Porque, dice, “nos estamos jugando que lo de Cataluña se cronifique de tal manera que acabe siendo insuperable y eso no podemos permitirlo”.

¿De verdad usted cree que el PP no se va a tirar al monte?

Creo que se juegan también mucho ellos y que después de ese enrabietamiento, que existe, deberá haber un espacio de reflexión. En el PP también hay mucha gente que reflexiona y que sabe que había que buscar una solución a este atasco que había y que podía haber habido otras, como la propia dimisión del Presidente Rajoy, la regeneración del partido, anticipadas… Y ahora lo que no se puede es intentar dinamitarlo todo porque no tiene ningún sentido. La oposición del PP de los últimos veinte años ha sido muy negativa, en muchos sentidos,[...] pero yo soy posibilista y optimista y creo que tienen que ganar los que no son los halcones. Los sectores moderados muchas veces lo tienen difícil en los partidos pero creo que es mucho mejor. Pactar, acordar no es traicionar y creo que, en estos momentos, España necesita grandes acuerdos.

¿Y con 84 diputados que se puede hacer?

Hay una agenda de urgencias que se puede abordar porque había consenso en la mayoría de la cámara y que ha sido el PP el que las ha frenado desde el Gobierno. Al menos ese paquete de medidas se pueden aprobar ya. Y, después, hay que empezar a hablar de grandes cuestiones, que, evidentemente, no van a dar tiempo en esta legislatura pero que ya se empiecen a abordar en serio porque si no siempre llegamos tarde.

Y entonces me cuenta porqué cree que es el momento de cambiar la Constitución, los mil motivos para hacerlo, empezando por la igualdad entre hombres y mujeres que no está suficientemente definida y que, como Gobierno valenciano, han presentado una propuesta, “para incorporarnos al debate”. En su opinión, “ahora hay más actores, no solo los partidos, están las comunidades, la sociedad civil…”. Dice que “basándonos en los valores del republicanismo cívico (libertad, igualdad y fraternidad que incluye), hay que actualizarla."

¿El peligro de este Gobierno es el exceso de expectativas?

Como usted sabe aquí somos muy ciclotímicos, y en el partido socialista especialmente. En general, se pasa de la euforia, al fracaso, a la depresión. Yo creo que ni estábamos en la absoluta depresión, ni ahora tenemos que estar en la absoluta euforia. Creo que éste es un Gobierno que ha superado con mucho todas las expectativas, que ha demostrado que se puede conseguir una confianza, incluso desde esa debilidad parlamentaria, y, a partir de ahora, por sus hechos les conoceréis. Y no se trata de agotar la legislatura por agotarla: de lo que se trata es de que podamos, después de mucho tiempo en el inmovilismo absoluto, abrir ventanas y abrir espacios de esperanza.

¿Qué tendría que pasar para que el nuevo Gobierno no agote la legislatura?

No sé. (Y se sonríe) No voy a dar ninguna idea al enemigo, al adversario. En este momento, yo creo que tenemos unos cuantos meses por delante y que tenemos la posibilidad de darnos un respiro como país. Hemos tenido muchas elecciones en muy poco tiempo.

Ximo Puig, presidente de la Generalitar y Marta Nebot

Ximo Puig y Marta Nebot en otro momento de la entrevista.

Y no me puedo despedir sin preguntarle por su relación con Pedro Sánchez, que la hemeroteca dice que no siempre fue buena…

Bueno, ha habido de todo, pero nunca he tenido una ruptura absoluta con él. Yo le apoyé, después no le apoyé; estas cosas son así en política, hay que distinguir la cuestión personal de la cuestión política. Una vez que somos elegidos somos de todos; no hay una bandería permanente. Creo que Sánchez es un líder que ha demostrado su capacidad y su audacia y que era fundamental, y no solo para el partido socialista, que también, sino para España”.

Y luego me cuenta que se emocionó cuando le llamó el viernes, siendo ya presidente, que saltó en su despacho de alegría, cuando anunció que José Luis Ábalos -quién le puso un candidato contrincante- sería ministro de Fomento, etc. A la pregunta de si cree que este nuevo Gobierno, con miembros de todas las facciones, coserá el partido o solo logrará remendarlo, contesta: “yo lo que veo es una enorme emoción, alegría y ganas de que esto salga bien y estoy absolutamente convencido de que todo el mundo va a estar remando en la misma dirección” y me explica que cree que el partido no es de nadie, “ni de los militantes”, que “es de la sociedad”, que “es un instrumento para cambiar las cosas, no para ver quién es secretaria general” y que “el PSOE ha sido el que ha tenido la mayor responsabilidad” en la democracia y que ahora llega una nueva etapa, tras la de Felipe y la de Zapatero, que cree que Pedro Sánchez, marcará como “presidente del Siglo XXI”.

¿Qué cree usted que no vieron en Pedro Sánchez todos los que no le apoyaron, incluido usted?

Bueno, pues, probablemente, en ese momento, se pensó que no era la persona oportuna pero eso forma parte del pasado. […] El papel fundamental del PSOE no está mirándose el ombligo; es ver cómo es posible suturar la fractura económica, que ha creado la crisis, y suturar también la fractura territorial.

Y  si le hubieran dicho, hace un mes, que Pedro Sánchez llegaría a la Moncloa, ¿se lo habría creído?

Creérmelo sí, pero no hubiera dicho cuándo. (RISAS)

En la despedida, un asesor nos interrumpe porque el Presidente de la Genaralitat tiene una llamada de la vicepresidenta del Gobierno. Cuando cuelga está visiblemente contento: le acaban de comunicar que el Gobierno se propone acoger en el puerto de Valencia al Aquarius, el barco que lleva a 629 migrados  rescatados de dos pateras en la costa de Libia, por Médicos sin Fronteras y SOS Mediterranée, en la noche del sábado al domingo y que Italia y Malta se niegan a recibir. Se va sin decirme más, como dejando que hablen los hechos. 

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