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Yolanda Díaz, Podemos e IU apuntan a primarias para resolver la candidatura de la izquierda en las generales

Todos los actores comparten la necesidad de articular las candidaturas de una forma democrática y con la participación de la ciudadanía, pero la fórmula es una incógnita y, en todo caso, se trataría de una de las últimas fases de la confluencia.

Debate del estado de l nación
Yolanda Díaz, Pablo Echenique y Alberto Garzón, en una imagen de archivo. Chema Moya / EFE

El proceso de reconfiguración en la izquierda genera debates e incógnitas que se superponen sin haber dado ni siquiera tiempo a resolver cuestiones que, formalmente, deben ir antes en el tiempo. De esta manera, se habla de listas, candidaturas y procesos internos sin tener claro todavía cuáles van a ser las primeras fases para lograr la confluencia, sobre todo si se tiene en cuenta que antes de las elecciones generales se celebrarán, en mayo, municipales y autonómicas.

Con todo, los partidos y dirigentes políticos son los que ponen estos asuntos encima de la mesa. Alberto Garzón, coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo, lanzó hace unas semanas una propuesta para tratar de engrasar el proceso de unidad de la izquierda en los próximos meses.

La proposición era doble: una mesa de organizaciones políticas para debatir sobre la definición del proceso de Sumar, que, de momento, y de manera formal, es solo la plataforma que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha puesto en marcha para articular su proceso de escucha; y la celebración de unas primarias proporcionales, con censo específico y por circunscripciones para confeccionar las próximas candidaturas a las elecciones generales.

La idea de las primarias estaba fija en la cabeza de los dirigentes de IU antes de que Garzón la plasmara por escrito en un documento que el coordinador federal llevó a la ejecutiva de su partido; sin embargo, el paso adelante del ministro logró poner de relieve que, al menos, todas las partes que se revelan a día de hoy como fundamentales para el proceso de confluencia de la izquierda estaban de acuerdo en esta cuestión.

Para ser más concretos, a día de hoy se sabe que todos los actores coinciden en el qué (un proceso de primarias democrático y de participación ciudadana para elegir las candidaturas), pero lo que no está tan claro es que el consenso se extienda al cómo.

En Podemos se mostraron rápidamente de acuerdo con la idea expresada por el líder de Izquierda Unida; al igual que sucedía en el partido de Garzón, los de Ione Belarra expresaban desde hace tiempo en privado que las candidaturas a las generales, también la de Yolanda Díaz (a la que Podemos quiere como candidata principal de la confluencia), deberían ser refrendadas por la gente.

Coincidencia en el 'qué', incógnita en el 'cómo'

De hecho, la propia secretaria general del partido y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, lo expresó en una intervención ante el Consejo Ciudadano Estatal antes de que Garzón lanzara su propuesta: "Hemos aprendido que la unidad de la izquierda se entierra en los despachos. La unidad debe construirse desde abajo, los y las militantes, las y los inscritos y todas aquellas personas que deseen sumarse al espacio del cambio no solo deben ser escuchados, además deben ejercer el poder soberano de elegir a quien les representa en las instituciones", dijo.

Aunque su mensaje también se interpretó como un alejamiento radical y decidido del tortuoso proceso de negociación por el que se conformó la candidatura de Por Andalucía en las autonómicas de este territorio. En cualquier caso, Podemos e IU quieren primarias de cara a las generales, y en el equipo de Yolanda Díaz también dejan claro que las decisiones más importantes de este proceso tienen que ser tomadas de forma democrática, y que la gente debe participar: "El proceso de escucha se puso en marcha para reconectar a la ciudadanía con la política, no tiene sentido que les demos voz ahora para quitársela después", comentan fuentes cercanas a Sumar.

La principal incógnita reside ahora en el cómo. En Izquierda Unida han sido los primeros en mover su ficha al pedir primarias "proporcionales, con censo específico y por circunscripciones", aunque esta fórmula deja abiertas varias opciones y no termina de aclarar qué considera IU unas primarias "proporcionales" ni de dónde se tomarían los datos para conformar ese "censo". El asunto de las circunscripciones podría tener que ver con la circunscripción electoral (en el caso de las generales, la provincia), pero tampoco esto ha sido aclarado, de momento.

Los mensajes que se trasladan desde Podemos cuando se habla de primarias apuntan a las militancias de los distintos partidos. En el primer proceso de confluencia entre la formación morada e IU (tras el pacto de los botellines de Garzón y de Pablo Iglesias), cada partido celebró sus propios procesos y los dirigentes de las organizaciones se repartieron las listas en un acuerdo político "de despacho", como se suele decir.

Sin embargo, Izquierda Unida apostó en 2018, de cara a municipales y autonómicas, por un proceso de primarias conjuntas de "radicalidad democrática" cuyo censo estuviera compuesto por las militancias y las personas de todos los partidos, organizaciones y colectivos que conformaban entonces la denominada unidad popular. 

Sumar no se ha constituido como organización política

En el caso de Yolanda Díaz, la incógnita es todavía mayor. Aunque la vicepresidenta ha dejado algunos mensajes velados sobre su candidatura (que previsiblemente anunciará en las próximas semanas), ha procurado alejar todo lo posible su proceso de escucha de los debates orgánicos. Siempre ha dejado claro que cualquier decisión en este sentido será participada por la ciudadanía, pero sin precisar ninguna fórmula.

Sumar no se ha constituido, de momento, como organización política (ni siquiera como agrupación de electores ni bajo ninguna otra fórmula que le permita participar en procesos electorales) y, por lo tanto, no dispone de un censo militante como tal. Sí que hay personas que pueden formar parte de la plataforma, participar y hacer donaciones; y desde Sumar siguen, como es habitual, un recuento de la gente que se involucra de alguna manera.

Además de los actos con Díaz, el equipo de la vicepresidenta también organiza, por ejemplo, encuentros sin ella, con personas que quieren colaborar con el proyecto; el objetivo es el de poner en marcha y activar la plataforma en cada sitio en el que sea posible (ciudades, sobre todo), reuniendo a un número determinado de voluntarios para explicarles la hoja de ruta y para reforzar la implantación territorial del proceso de escucha.

Más allá de las cuestiones orgánicas, en las últimas semanas se ha producido una rebaja de las tensiones y un acercamiento entre la vicepresidenta y las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero (titular de Igualdad). El espacio confederal se reunió para debatir sobre su posición tras el anuncio del ala socialista del Gobierno de que España enviaría tanques Leopard a la guerra de Ucrania, una decisión que Unidas Podemos no compartió.

También han habido conversaciones y trabajo conjunto tras la polémica suscitada por la propuesta de Justicia de modificar la ley del solo sí es sí para recuperar la violencia y la intimidación como agravantes de las penas. Esta postura no es compartida por Unidas Podemos, ya que, denuncian, supondría de facto eliminar el consentimiento como el eje fundamental a la hora de juzgar agresiones sexuales a mujeres.

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