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Yolanda Díaz marca el inicio del curso político: diálogo social, plan para abaratar los alimentos y empujón a Sumar

La vicepresidenta apuesta por un acuerdo con las grandes distribuidoras para contener el precio de alimentos básicos. Díaz trata de reactivar varias mesas con patronales y sindicatos, y multiplica los actos de su proceso de escucha.

Yolanda Díaz
Yolanda Díaz el pasado miércoles en el Ministerio de Trabajo. Luis Millan / EFE

El curso político ya se ha iniciado tras las vacaciones de verano y Yolanda Díaz parece tener claro cuál va a ser su agenda en septiembre. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo ha irrumpido en el escenario con una actividad frenética que contrasta con el parón veraniego, tanto en su faceta de miembro del Ejecutivo como en la de dirigente que busca configurar un espacio.

Una de las principales cuestiones con las que Díaz se ha relanzado en septiembre es el impulso a uno de los fortines del Ministerio de Trabajo en esta legislatura: el diálogo social. Tras el fracaso a la hora de lograr el denominado pacto de rentas en un contexto de inflación, el Gobierno optó por respetar las competencias de patronales y sindicatos para establecer los salarios de los trabajadores a través de la negociación de los convenios colectivos.

Sin embargo, el empresariado ha optado por bloquear la mayoría de estas negociaciones (solo se han cerrado 450 convenios) y los trabajadores están sufriendo una pérdida importante de poder adquisitivo como consecuencia de la inflación.

La vicepresidenta segunda ha mandado dos mensajes claros en este sentido: el primero, un aviso a las patronales para que desbloqueen las negociaciones y arrimen el hombro en la actualización de los convenios; el segundo, aunque el Gobierno no tiene competencias en la actualización de los salarios, sí que le corresponde la del salario mínimo, y Díaz ha dejado claro que subirán el SMI e, incluso, ha abierto la puerta a hacerlo por encima del 60% del salario medio (un compromiso del acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos) para combatir los altos precios.

La titular de Trabajo también ha anunciado la creación de una mesa de diálogo para hacer un seguimiento de la implementación de la Estrategia Nacional de impulso del Trabajo Autónomo en materias como la formación, el seguimiento y acompañamiento en el emprendimiento, la prevención de riesgos laborales y la perspectiva de género.

Trabajo ha reactivado además la mesa para aprobar el denominado Estatuto del Becario, que tiene el objetivo principal de acabar con los falsos becarios y establecer una serie de derechos y obligaciones para que los estudiantes puedan desarrollar su formación en las empresas sin perder dinero (financiando los costes de desplazamiento al lugar de trabajo e impidiendo que asuman las tareas productivas de un trabajador asalariado, entre otras medidas).

La cesta de la compra de Díaz irrita al PSOE

Aunque en un principio la patronal parecía haberse borrado de esta mesa, el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, anunció el miércoles que daría a la CEOE una "oportunidad" para volver a las negociaciones. El jueves se mantuvo una reunión y se acordó trasladar un borrador sobre el que continuar trabajando para regular cuanto antes las prácticas extracurriculares de los estudiantes.

El asunto que más ha impactado en la agenda es, quizá, la propuesta de Díaz para alcanzar un acuerdo con las grandes distribuidoras de alimentación que permita rebajar los precios de algunos productos. El objetivo es el de elaborar una cesta de productos básicos que vieran su coste rebajado para que las familias puedan acceder a ellos en un contexto de inflación desbordada.

El jueves, Díaz se reunió con la empresa francesa Carrefour, que en 2011implementó en Francia, junto a otras distribuidoras, una lista de alimentos con precios rebajados (la denominada 'cesta de los esenciales'). Tras conocer la propuesta de la vicepresidenta, esta marca anunció la puesta en marcha de una "cesta básica de 30 productos a 30 euros", una medida que trasladaron a la ministra de Trabajo en su reunión.

El lunes, Díaz se reunirá con las grandes distribuidoras españolas para avanzar en un acuerdo que permita rebajar el precio de alimentos y productos de primera necesidad para combatir la inflación. En el Ministerio de Trabajo son optimistas con este plan y recuerdan que durante los peores meses de la pandemia del coronavirus, los bancos estuvieron dispuestos a adelantar la financiación de los ERTE para que los trabajadores acogidos a esta fórmula no se quedaran sin ingresos durante periodos de tiempo prolongados. 

Que haya sido la vicepresidenta la que haya lanzado esta propuesta ha generado un conflicto con algunos miembros de la parte socialista del Gobierno, que la acusan de invadir las competencias del ministro de Agricultura, Luis Planas, de querer marcar "perfil propio", y califican su plan de electoralista.

La vicepresidenta también ha dado un impulso a la agenda de su proceso de escucha. En dos semanas Díaz ha protagonizado dos actos de Sumar (uno en la Sierra de O Courel, en Lugo, hace una semana, y otro en Bilbao, este viernes), en los que ha entrado de lleno en asuntos como la despoblación, la emergencia climática o el modelo territorial.

El objetivo de este proceso es el de elaborar un programa, un nuevo "contrato social" que reconecte a la ciudadanía con la política. Díaz ya ha avanzado que, aunque su proyecto se constituya finalmente en un espacio electoral, no concurrirá a las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en mayo, y que, en todo caso, la maquinaria estaría a punto para las generales que se celebrarán a finales de 2023.

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