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Yolanda Díaz refuerza su liderazgo a medida que crecen las tensiones con Podemos

Los de Ione Belarra destacan el papel de la vicepresidenta en la moción de censura y se mantienen firmes en su decisión de no acudir al anuncio sobre su futuro político si no se cierra antes un acuerdo electoral.

Yolanda Díaz
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, el martes en el Congreso. Juanjo Martín / EFE

La moción de censura de Vox al Gobierno de coalición le ha servido a Yolanda Díaz como un escenario de ensayo para su figura como eventual candidata a las elecciones generales. En el denominado espacio progresista, es una opinión bastante generalizada que la vicepresidenta ha salido reforzada de este debate parlamentario, en el que se ha bregado con el PP y la ultraderecha en nombre del Ejecutivo y en un tándem en el que ha logrado acaparar parte de un foco reservado, hasta ahora, a Pedro Sánchez.

Hace tiempo que a la titular de Trabajo se le pide desde algunos partidos de Unidas Podemos que intervenga en el debate público y que extienda su figura más allá de las cuestiones técnicas y de gestión de su ministerio y del Gobierno. Esto es lo que, en líneas generales, ha hecho en esta última semana, anunciando primero que comunicará la decisión sobre su futuro político el domingo 2 de abril, e interviniendo después en la moción de censura con un discurso que cruzaba con mucho las fronteras de su departamento ministerial.

Sin embargo, pese a que en Unidas Podemos se comparte que Díaz sale reforzada de la moción, las tensiones con Podemos parecen lejos de resolverse a día de hoy. El foco político de esta semana se ha centrado por completo en un debate parlamentario en el que resonaron tambores electorales y en el que cada partido ha comenzado a buscar su posición de salida en la carrera hacia las urnas.

De fondo, sin embargo, ha estado presente un asunto que, lejos de haber sido desplazado por la moción de Ramón Tamames, ha logrado impregnar las lecturas relativas a la izquierda: la relación entre Yolanda Díaz y Podemos, dos actores que se encuentran inmersos en unas negociaciones para definir una coalición electoral para las generales.

El alcance de estas negociaciones es, a día de hoy, un tanto incalculable, ya que las partes ni siquiera están de acuerdo en si las conversaciones sobre las candidaturas continúan abiertas o no. Lo que está claro es que ambos actores no solo han dejado claras sus posiciones y líneas básicas, sino que las han reforzado durante los días de la moción de censura.

En Podemos tienen claro que no acudirán al acto de Yolanda Díaz el día 2 de abril en Madrid si antes no se cierra un acuerdo electoral. Este acuerdo, trasladan, tiene que ser concreto y debe cumplir con algunas peticiones que consideran básicas: una negociación bilateral entre el partido y Sumar; la celebración de primarias para definir las candidaturas; y que el pacto se cierre antes de que Díaz desvele su futuro para que los de Ione Belarra puedan "arroparla" en el mismo (dirigentes como Mónica García y Rita Maestre, de Más Madrid, o Ada Colau, de los comunes, ya han confirmado su asistencia). 

Posiciones encontradas a nueve días de una fecha clave

Por su parte, Díaz ha fijado también su posición tras la intervención de la moción de censura. La vicepresidenta ha destacado que, como avanzó Público, todos los actores del espacio de izquierdas, incluido Sumar, están de acuerdo en que las candidaturas tienen que pasar por un proceso de primarias, dando a entender que la clave de la negociación reside en cómo deben ser esos procesos (el censo, la circunscripción, el sistema...).

También ha querido dejar claro que, aunque la seleccionaron "a dedo" para ser vicepresidenta segunda del Gobierno (en relación a la decisión de Pablo Iglesias), dijo que "era una demócrata y también que era libre". Sobre la asistencia o no de los dirigentes de Podemos al evento del 2 de abril en el que anunciará su futuro político lanzó la pelota al tejado de la formación morada y avanzó que tendrían que ser los de Belarra los que explicaran sus motivos y su postura en el caso de no asistir.

Con este último apunte, la ministra de Trabajo también señalaba en cierta manera que su decisión de no cerrar un acuerdo electoral con Podemos antes del 2 de abril es firme y que, por lo tanto, las posibilidades de que esto suceda son, a día de hoy, bastante remotas. Desde las dos partes trasladan que aún queda tiempo (nueve días) para acercar posturas y que el encuentro es posible antes de esta fecha límite, pero el hecho de que Podemos y Díaz, lejos de revisar sus posiciones, opten por reafirmarlas aleja una foto inminente de unidad.

También trasladan ambas partes que este acto no es, en ningún caso, el final de las negociaciones, y que después todavía seguirá quedando tiempo para cerrar una candidatura electoral. De hecho, la apuesta de la vicepresidenta y de otras formaciones que aspiran a formar parte de la coalición es la de apuntalar el acuerdo tras la celebración de las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Sin embargo, en el equipo de la ministra de Trabajo piensan que la eventual ausencia de Podemos el día 2 de abril no es el mejor paso para suavizar las negociaciones y acercar posturas.

La moción de censura de Vox al Gobierno no ha terminado con el ruido orgánico entre Podemos y Sumar, sino que, más bien, se han reafirmado las posiciones de las dos partes a menos de 10 días de que Yolanda Díaz desvele su futuro político, que puede condicionar el de la izquierda.

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